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Cambio de CEO en Almirall: una historia que se repite y desconcierta al mercado (-6%)
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Cambio de CEO en Almirall: una historia que se repite y desconcierta al mercado (-6%)

Gianfranco Nazzi deja el cargo tras solo 18 meses en la compañía y envuelve en incertidumbre a un grupo inmerso en una fase de transición crítica

Foto: EC
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Almirall dice adiós a Grianfanco Nazzi con gran pesar para sus accionistas. La noticia de que el directivo italiano deja la compañía apenas 18 meses después de su llegada ha sido acogida en los mercados con un descalabro de la acción que ha llegado a superar el 7% y que al cierre aún rozaba el 6%.

Como suele suceder con este tipo de movimientos, las explicaciones son escasas (el comunicado de la compañía dice que deja el cargo “para afrontar nuevos retos profesionales”) y dejan el terreno abierto a especulaciones, que abarcan desde la propia voluntad de Nazzi de abandonar un proyecto cuyas expectativas no colmaban sus aspiraciones a la posibilidad de que haya sido el propio presidente de la farmacéutica, Carlos Gallardo, el que habría forzado el movimiento, descontento con el rendimiento del consejero delegado.

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Lo cierto es que el mandato de Nazzi, que llegó en mayo de 2021 para reemplazar a Peter Guenter, no ha sido nada cómodo para la farmacéutica de la familia Gallardo, inmersa en un complejo periodo de transición, necesitada de un relanzamiento de su actividad en Estados Unidos y lastrada por el impacto de la pandemia, que refrenó la prescripción de sus productos dermatológicos. El resultado ha sido que desde la incorporación de Nazzi y hasta el cierre de este miércoles, las acciones de Almirall han firmado un retroceso superior al 25%, lo que, junto a la caída de este jueves, deja la cotización del grupo rondando sus mínimos de la pandemia.

Foto: Carlos Gallardo Piqué, presidente de Almirall. (Almirall)

“Si la labor de Nazzi ha sido buena o no es difícil decirlo, porque no ha habido tiempo”, señala Álvaro Arístegui, analista de Renta 4, quien defiende que durante el año y medio en el cargo el directivo italiano ha tratado de ejecutar una estrategia clara y transparente, que, si no se ha visto recompensada por el mercado, probablemente haya sido porque no ha habido margen suficiente para que diera resultados. Una visión relativamente favorable que también expone Patricia Cifuentes, analista de Bestinver Securities, cuando indica que “Nazzi tenía una estrategia clara (llegar a ser un líder en medicina dermatológica en Europa) y una experiencia comercial robusta para alcanzar sus objetivos”.

En cualquier caso, al margen de la propia figura de Nazzi, lo que más pesa en el mercado es la sensación de inestabilidad que deja la marcha del tercer CEO de Almirall en poco más de cuatro años. “Tres CEOs en cuatro años eleva dudas sobre la capacidad de Almirall para retener sus ejecutivos senior”, advierten los analistas de Alantra Equities en una nota emitida este jueves.

El cambio llega, además, en un momento delicado para el negocio de Almirall. Aunque el grupo parece bien encaminado para alcanzar sus objetivos para este ejercicio, la sucesión de decepciones en los últimos trimestres mantiene a los inversores recelosos sobre las perspectivas de la compañía, a pesar del entusiasmo que su cartera de productos genera entre buena parte de los analistas. El potencial de productos como lebrikizumab y la buena acogida a los lanzamientos de Klisyri y Wynzora explican que, según los registros de Bloomberg, el grupo no haya recibido ni un solo consejo de venta desde 2019 y que las firmas que la cubren le otorguen un precio objetivo medio que se sitúa en torno al 50% por encima de su cotización actual.

El valor no ha recibido ningún consejo de venta desde 2019, según Bloomberg

Pero convertir esas expectativas en realidad requiere de una estabilidad que se ve comprometida con la continua sucesión de relevos en la dirección de Almirall. “Los cambios en el liderazgo siempre son disruptivos en mayor o menor medida y con muchas tareas por delante (lanzar Lebri, restructurar el negocio de Estados Unidos y expandir la tubería y la cartera de productos) Almirall está necesitada de una hoja de ruta clara, con tan pocas distracciones como sea posible”, observan en Alantra Equities.

Es posible que, como sugiere Arístegui, con unos vectores de crecimiento tan claramente fijados, Almirall no esté en la situación de precisar de un directivo de renombre dispuesto a tomar decisiones radicales. Pero lo que está fuera de debate es que la compañía necesita de un equilibrio en su gestión al que todos estos relevos contribuyen poco. La incertidumbre parece ahora asegurada hasta el nombramiento de un nuevo consejero delegado. Y con el historial reciente de Almirall, puede que ni esto aporte la tranquilidad que demanda el mercado para poder centrarse en el relato de crecimiento futuro de la compañía.

Almirall dice adiós a Grianfanco Nazzi con gran pesar para sus accionistas. La noticia de que el directivo italiano deja la compañía apenas 18 meses después de su llegada ha sido acogida en los mercados con un descalabro de la acción que ha llegado a superar el 7% y que al cierre aún rozaba el 6%.

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