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Almirall escala un 8% en bolsa: razones para creer en el crecimiento futuro
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Tras presentar resultados

Almirall escala un 8% en bolsa: razones para creer en el crecimiento futuro

Las acciones del grupo farmacéutico remontan con contundencia ante las evidencias de que sus últimos lanzamientos están ofreciendo buenos resultados

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Almirall estrena presidente con un llamativo brío en bolsa. Al cierre de los mercados, las acciones del grupo farmacéutico se han anotado una subida superior al 8%, lo que le ha permitido recuperar cotas que no alcanzaba desde el pasado noviembre.

Junto al nombramiento de Carlos Gallardo -hijo del actual presidente, Jorge Gallardo- a la cabeza de la compañía, Almirall también ha presentado este lunes al mercado las cifras del ejercicio 2021, a las que cabe atribuir el buen noto de la cotización. A primera vista, las cifras del grupo parecen lejos de ser dignas de celebración. Aunque las ventas anuales se incrementaron un 7,2% (gracias al tirón del negocio dermatológico en Europa), el ebitda se contrajo un 1,1% y las ganancias de 79,3 millones del año anterior dieron paso al término de 2021 a unas pérdidas superiores a los 40 millones de euros.

El negocio de Almirall se ha visto penalizado en los últimos años por una serie de factores, que van desde el impacto de la pandemia (que supuso un frenazo a las consultas dermatológicas) a la necesidad de rotación de una cartera de productos envejecida, un proceso que obviamente requeriría de tiempo y costes. Y ni lo uno ni los otros han resultado menos dolorosos de lo asumido inicialmente.

En siete meses, la compañía había perdido casi un 30% de su valor bursátil

El mercado no ha sido ajeno a estas cuestiones, que han motivado que las acciones de la farmacéutica se situaran al cierre del pasado viernes casi un 30% de los niveles que llegó a registrar hace siete meses, justo antes de que los resultados del primer semestre sembraran la desconfianza (exacerbada tres meses después por las cuentas del tercer trimestre), que no había hecho sino incrementarse con el paso de las semanas.

La de Almirall ha sido desde hace tiempos la historia de una compañía de elevado potencial, por las favorables perspectivas de los productos en línea de lanzamiento, pero lastrada por un presente más severo de lo que se venía asumiendo. Si entre los analistas ha predominado la confianza en el futuro del grupo barcelonés, son muchas las voces que en los últimos tiempos han alertado de que este largo periodo de transición podría hacerse muy duro para los inversores. No es casualidad que a día de hoy los consejos de compra sobre sus acciones se encuentren en sus niveles más bajos de los últimos tres años.

Foto: Carlos Gallardo Piqué, nuevo presidente de Almirall. (Almirall)

Pero las cuentas que ha presentado este lunes Almirall han ofrecido algo más de visibilidad a sus promesas de futuro al presentar las primeras muestras de la favorable evolución de sus últimos lanzamientos. “Destaca la buena marcha de los lanzamientos más recientes, con especial mención a Ilumetri, cuyas ventas en el ejercicio han avanzado un 86%”, destacaba Álvaro Arístegui, analista de Renta 4, tras conocer las cuentas del grupo. El crecimiento cercano al 30% de Seysara, que le otorga ya una cuota de mercado del 5%, tras el notable aumento de su cobertura comercial es otro de los pilares que parecen apuntalar la hoja de ruta de Almirall. Además, lo han hecho al tiempo que se reduce de forma significativa su endeudamiento, gracias a la buena evolución de los flujos de caja libre.

La buena acogida de los inversores puede dotar de confianza al nuevo presidente y a su consejero delegado Gianfranco Nazzi en que el rumbo fijado es el correcto. Pero ni ellos ni los inversores deberían esperar un camino cómodo en adelante para la compañía. Porque estos primeros brotes verdes aún tardarán en florecer. No en vano, Almirall ha lanzado unas estimaciones de ebitda para 2022 entre 190 y 210 millones de euros, con un crecimiento de ventas de apenas un dígito medio, que en esencia refleja una atonía de las principales cifras de negocio y un previsible deterioro de márgenes debido a los mayores gastos asociados al lanzamiento de los nuevos productos y al mayor peso en las ventas de productos con menor margen bruto, tal y como explica Arístegui.

Los datos de Lebrikizumab, a finales de 2022, podrían impulsar la valoración del grupo

Esto obliga a mantener la mirada en las perspectivas de futuro de productos como Wynzora (para la psoriasis), que ya ha sido lanzado en tres países europeos y cuenta con aprobación en otros once; Lebrikizumab, para la dermatitis atópica, cuyo lanzamiento se prevé en 2023; y Efinaconazol, para la onicomicosis, también previsto para 2023.

La posibilidad de que estos productos permitan una revitalización del negocio de Almirall no es escasa y firmas como Jefferies apuestan a que Lebrikizumab puede ser el desencadenante de una recalificación de las acciones del grupo farmacéutico español. Para ello no creen que haya que aguardar a su lanzamiento en 2023, sino a la presentación detallada de los últimos estudios, que según ha señalado la compañía estarían listos a finales de este ejercicio.

De este modo, los inversores tendrán que seguir mirando hacia adelante en busca de motivos para la confianza en Almirall. Pero con el incipiente apoyo de los últimos productos quizás la meta de finales de año no parezca ya tan lejana y la compañía de los Gallardo pueda empezar a recobrar el crédito perdido en los últimos trimestres.

Almirall estrena presidente con un llamativo brío en bolsa. Al cierre de los mercados, las acciones del grupo farmacéutico se han anotado una subida superior al 8%, lo que le ha permitido recuperar cotas que no alcanzaba desde el pasado noviembre.

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