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La hora de la renta fija: "Es fácil construir una cartera con una rentabilidad implícita del 4%"
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Visión optimista de las gestoras

La hora de la renta fija: "Es fácil construir una cartera con una rentabilidad implícita del 4%"

El director de Inversiones de Mutuactivos sostiene que por primera vez en muchos años, la rentabilidad de la deuda pública es atractiva y la privada ofrece primas de riesgo de crédito muy interesantes

Foto: Torres de monedas de euro. (iStock)
Torres de monedas de euro. (iStock)
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Tanto la renta fija como la renta variable no se han librado del castigo en los mercados. Ambas han caído con fuerza y han asustado incluso al inversor más conservador, pero la situación podría estar cerca de sufrir un fuerte viraje. ¿El motivo? En el contexto actual, marcado por el fuerte repunte de los tipos de interés que estamos viviendo, surgen oportunidades de inversión interesantes, sobre todo en el mercado de deuda y con vistas al medio plazo.

Emilio Ortiz, director de Inversiones de Mutuactivos, sostiene en su última carta trimestral que "por primera vez en muchos años, la rentabilidad de la deuda pública es atractiva, la deuda privada ofrece primas de riesgo de crédito muy interesantes y las valoraciones de las bolsas son mucho más razonables". De hecho, y sobre todo en renta fija, es rotundo al afirmar que "es fácil construir una cartera con una rentabilidad implícita del 4%".

Foto: Emilio Ortiz, de Mutuactivos

El director de Inversiones de la gestora de Mutua Madrileña argumenta que esta facilidad viene motivada por el aumento de los tipos de interés y por los mayores diferenciales de crédito. "Las primas de riesgo implícitas en la deuda privada han multiplicado casi por tres en el año, de modo que hoy es relativamente fácil construir una cartera de renta fija en euros, de alta calidad crediticia, con rentabilidades implícitas del entorno del 4%. En un contexto de desaceleración económica es previsible que algunas empresas tengan dificultades económicas y que el número de impagos aumente, pero creemos que esto está más que descontado en los precios".

Una de las grandes preguntas que se harán los inversores o partícipes es si no asistiremos a un escenario similar al de la gran crisis financiera de 2008, algo que descartan la mayoría de expertos del sector. Emilio Ortiz defiende dos factores que suponen una gran diferencia, ya que "el sector bancario está mucho mejor capitalizado y va a poder ser una fuente de financiación alternativa al mercado de bonos. Además, muchas empresas han aprovechado los bajos tipos de los últimos años para financiarse a largo plazo a tipos muy bajos y no deberían tener problemas de liquidez".

Foto: renta-variable-fija-inversiones-bra

Estos dos motivos serían un argumento de peso para construir una cartera con una parte de renta fija, sobre todo si está bien diversificada por emisores y regiones. En renta variable, las voces del sector apuntan a cierta cautela o prudencia, ya que podemos asistir a una rebaja en las expectativas de beneficios, que están siendo demasiado elevadas y que penalice la evolución de las bolsas.

Visiones optimistas con la renta fija

Laurent Denize, director de inversiones de ODDO BHF AM, coincide en esta visión positiva para la renta fija. "Los bonos high yield pueden ofrecer un perfil de rentabilidad similar al de las acciones a largo plazo. En la zona euro, los bonos con calificación BB suponen la mejor calidad crediticia y la mayor proporción del universo del high yield. Tienen un rendimiento al vencimiento del 6,6% y, en comparación, la prima de riesgo de las acciones es del 7,4%". Por tanto, los bonos "están recuperando virtudes que no se veían desde hace muchos años. Por fin, una buena noticia en este difícil entorno: ¡los rendimientos han vuelto!".

Julien Houdain, responsable de crédito europeo de Schroders, arroja el mismo optimista al destacar que el crédito "ofrece una compensación atractiva. Nunca ha estado tan barato y la oportunidad ha estado ahí desde junio, ya que descontó esta desaceleración antes que otras clases de activos. La inversión en renta fija consiste en recuperar el dinero y cobrar un cupón por el camino y, actualmente, los rendimientos ofrecen una buena protección. Es posible construir una cartera diversificada con una calificación crediticia media de grado de inversión que ofrezca cerca del 8%". Aun así, será necesario poner la lupa en los activos, puesto que "sigue siendo importante ser selectivo y entender la diferencia entre impactos cíclicos y estructurales". Así, da un ejemplo sobre ambos conceptos con las telecomunicaciones, ya que "algunas empresas han alcanzado un alto nivel de apalancamiento que no se percibía como un problema en un entorno de tipos bajos. Suelen considerarse un sector defensivo, pero dejarán de serlo así cuando tengan que refinanciar esa deuda a un tipo de interés del 5%, en comparación con los niveles mucho más bajos que prevalecieron en la década pasada. Eso es un impacto estructural".

Tanto la renta fija como la renta variable no se han librado del castigo en los mercados. Ambas han caído con fuerza y han asustado incluso al inversor más conservador, pero la situación podría estar cerca de sufrir un fuerte viraje. ¿El motivo? En el contexto actual, marcado por el fuerte repunte de los tipos de interés que estamos viviendo, surgen oportunidades de inversión interesantes, sobre todo en el mercado de deuda y con vistas al medio plazo.

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