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El coronavirus 'entrega' el control del uranio a los 'traders' y su precio se dispara
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CAE LA OFERTA MIENTRAS SE MANTIENE LA DEMANDA

El coronavirus 'entrega' el control del uranio a los 'traders' y su precio se dispara

El uranio se ha desmarcado de las caídas del petróleo y el gas natural, regalando a sus inversores una subida superior al 30% en los que va de año, hasta los 33 dólares por libra

Foto: Mina de uranio en Australia. (Reuters)
Mina de uranio en Australia. (Reuters)

Si el petróleo se ha convertido en la cruz de la crisis mundial provocada por el covid-19, llevando a los inversores, incluso, a pagar por desprenderse de los barriles que no tenían donde guardar, el uranio es claramente la cara de esta pandemia, regalando a sus inversores una subida superior al 30% en los que va de año hasta los 33 dólares por libra.

Al final todo se resume en una cuestión de oferta y demanda. Mientras que el mercado del petróleo ya venía de una situación de sobreoferta y las medidas de confinamiento adoptadas por gran parte de los países para frenar los contagios del virus no han hecho sino parar en seco la demanda, en el caso del uranio, la actividad de las centrales nucleares ha continuado estable al tratarse de un servicio esencial, al tiempo que las minas han tenido que cerrar, como otros tantos sectores, por las medidas decretadas por los gobiernos para garantizar la seguridad de los trabajadores.

Tanto es así que la mayor parte de los países están considerando sus reactores nucleares como una infraestructura esencial. Por ejemplo, en EEUU, la Nuclear Regulatory Commission ha elaborado una guía para que los trabajadores de las centrales tengan turnos más largos si lo necesitan y está permitiendo a las empresas retrasar inspecciones si lo necesitan.

Foto: Ruth Ugalde (El Confidencial) y Álvaro Guzmán de Lázaro (azValor), durante su encuentro en el III Iberian Value.

"Quieren que la industria entera esté al máximo de potencia", aseguraba Paul Gunterm director de Beyond Nuclear, a Bloomberg.

A esto hay que sumar que "ahora a las centrales nucleares les vencen muchos de los contratos de suministro de uranio que hacen a largo plazo y van a tener que acudir al mercado, y de hecho están acudiendo", explican a Cotizalia fuentes del mercado. "Si antes había poco uranio, ahora menos. Y está empezando a subir".

De esta manera, el uranio que ya había iniciado su recuperación desde mínimos en 2016, se ha convertido gracias a la pandemia en la mejor 'commodity' de 2020. Y es que el cierre de minas supone la eliminación de un tercio de la producción cuando, además, llueve sobre mojado.

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Producción desde Fukushima

Tras el accidente de Fukushima en 2011 y el cierre de numerosas centrales nucleares, los precios se desplomaron un 75% en los años siguientes mientras avanzaba la corriente antinuclear en el mundo, lo que obligó a los dos mayores productores de uranio, Kazatomprom y Cameco, a recortar su producción de uranio para drenar de oferta el mercado.

Ahora, la compañía estatal de Kazajistán, el mayor productor de uranio del mundo, anunció a primeros de abril la reducción de su actividad en sus minas para los próximos tres meses, mientras que Cameco, que ya en marzo cerró su mina de Cigar Lake en Canadá, la más grande del mundo, acaba de anunciar que la suspensión es indefinida.

placeholder Central nuclear de Cattenom, Francia. (EFE)
Central nuclear de Cattenom, Francia. (EFE)

Lo irónico de la situación es que la propia Cameco ya se había convertido en el mayor comprador del mercado 'spot' de uranio, después de que los precios cayeran por debajo del coste de producción. Le costaba más extraer el uranio que comprarlo en el mercado. Y cuanto menos produce, más tiene que comprar para satisfacer los contratos que tiene vigentes, por lo que más sube el precio al contado del uranio. Pero ahora las minas están cerradas.

A esto hay que sumar que los 'traders' están aprovechando la situación y se han hecho con el control también del lado de la compra —como consecuencia la demanda obligada de productores como Cameco— y están disparando el precio.

Así, a diferencia de los especuladores del mercado del petróleo que se han quedado pillados en los futuros del Texas, son estos los que están dominando el mercado del uranio y los productores no pueden hacer nada al respecto, como, por ejemplo, aumentar la producción, porque mientras el bloqueo por el virus persista, las minas no reabrirán.

Si el petróleo se ha convertido en la cruz de la crisis mundial provocada por el covid-19, llevando a los inversores, incluso, a pagar por desprenderse de los barriles que no tenían donde guardar, el uranio es claramente la cara de esta pandemia, regalando a sus inversores una subida superior al 30% en los que va de año hasta los 33 dólares por libra.

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