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Vuelve la fiebre por el uranio... y los 'value' quieren su parte del pastel
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la materia prima que más sube en el año

Vuelve la fiebre por el uranio... y los 'value' quieren su parte del pastel

Tras un exceso de oferta en los últimos siete años y una concentración que apenas ha dejado 40 'players' en el mercado de los 500 que había, muchos con las minas cerradas

Foto: Contenedores con uranio. (Reuters)
Contenedores con uranio. (Reuters)

Después de una larga travesía por el desierto, el mercado del uranio parece que ha llegado al final del ciclo más bajista de su historia. Fue en marzo de 2011 cuando el accidente nuclear de Fukushima desencadenó un desplome en espiral en el precio de esta materia prima, que pasó de los 143 dólares a mínimos de 21 dólares ante el cierre de centrales y una fuerte corriente antinuclear.

Esto se ha traducido en un exceso de oferta en los últimos siete años y una concentración que apenas ha dejado 40 'players' en el mercado de los 500 que había, muchos de ellos con las minas cerradas. Sin embargo, el mundo se ha dado cuenta de que no puede prescindir de este tipo de energía, fundamental para el 'mix' energético, al tratarse de una de las más eficientes, limpias y seguras que hay.

Foto: energia-nuclear-cambio-climatico-transicion-energetico

De hecho, mientras que con un kilo de carbón se generan 8 KWH de calor y por cada kilo de petróleo, 12 KWH, por cada kilo de uranio se logran 24 millones de KWH de calor. Sin embargo, el 40% de la energía mundial procede del carbón y solo un 11% es nuclear.

La energía renovable tiene que tener un 'back-up', porque no es almacenable. Pero casos recientes como el de Alemania, donde las emisiones de CO2 se han duplicado tras el cierre de centrales, han demostrado que el futuro pasa por la nuclear como alternativa. Tan es así que el país con mejores notas en la Cumbre 20-20 ha sido Francia, donde un 70% de la energía es nuclear.

La materia prima que más sube

Esto lo han visto ya los inversores, que han comenzado a dirigir sus cañones hacia un sector que parece que ha comenzado la remontada. El precio del uranio acumula una subida superior al 40% desde abril y las acciones de las principales mineras han avanzado otro tanto. Además, ha entrado en juego la figura financiera, es decir, compañías que compran uranio y lo almacenan porque piensan que el precio va a subir, como Yello Cake o Uranium Trading Corp.

placeholder Evolución del ciclo bajista del uranio. (Bloomberg)
Evolución del ciclo bajista del uranio. (Bloomberg)

De hecho, esta ayer mismo, la compañía del sector más esperada debutó en bolsa para levantar 450 millones de euros entre los inversores de Londres y Astana. Se trata de la que llaman “la joya de la corona”, Kazatoprom, la minera estatal de Kazajistán, que controla el 40% de la producción mundial y que ha colocado un 15% a un precio que se situó en la parte baja de la banda, 11,60 dólares.

“Si se miran los números, el precio del uranio simplemente tiene que aumentar”, defienden en su carta trimestral Víctor Morales y Adrián Sánchez, de Prime Value. “Cuando los productores principales, como Kazatomprom o Cameco, anuncian recortes y dejan de producir significa algo”, continúan. “Los números y no la narrativa indican que se consumirán 190 millones de libras este año frente a una producción primaria de 140 millones de libras, con un 80% de los requerimientos de uranio de las 'utilities' en EEUU sin cubrir en 2020”, aseguran.

Eso al tiempo que se está produciendo el mayor crecimiento de energía nuclear en 25 años. Por un lado, aumenta la necesidad de energía en todo el mundo, porque entre 4.000 y 5.000 millones de personas quieren empezar a consumir energía de manera normal. Se trata de la entrada en juego de países como China, India, Corea, Rusia… que hasta ahora habían tirado de fuentes muy contaminantes —tan es así que, por ejemplo, China sufre hasta un millón de muertes al año por el envenenamiento por emisiones— y que se han dado cuenta de que la nuclear es necesaria.

Foto: Una mina de uranio. (Reuters)

Y, por otro, a los 450 reactores que hay actualmente en funcionamiento —más de los 443 que existían antes de Fukushima— hay que sumar otros 55 que ya están en construcción, 152 proyectados y 335 propuestos. Además, la Agencia Internacional de Energía (IEA) estima que en 2040 el 15% de la energía provendrá de estas centrales.

Esto se está materializando en las carteras de los principales fondos de inversión, y los 'value' españoles no quieren quedarse fuera. Así, azValor tiene ya entre sus principales posiciones de la cartera internacional a Cameco, UPC, Yelow Cake y Nexgen; mientras que Horos Value cuenta con UPC y Yellow Cake.

Después de una larga travesía por el desierto, el mercado del uranio parece que ha llegado al final del ciclo más bajista de su historia. Fue en marzo de 2011 cuando el accidente nuclear de Fukushima desencadenó un desplome en espiral en el precio de esta materia prima, que pasó de los 143 dólares a mínimos de 21 dólares ante el cierre de centrales y una fuerte corriente antinuclear.

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