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El riesgo de 'corralito' en Turquía amenaza a BBVA ante la aversión a imitar a Argentina
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la lira cae más del 40% respecto al euro en 2018

El riesgo de 'corralito' en Turquía amenaza a BBVA ante la aversión a imitar a Argentina

El país otomano se niega a acudir al FMI como hizo Argentina para frenar el desplome de la divisa. Los analistas empiezan a poner en precio el riesgo de que haya control de capitales

Foto: Tayyip Erdogan. (Reuters)
Tayyip Erdogan. (Reuters)

Ankara sigue decidida a enfrentarse a la crisis financiera de los últimos días sin ayuda externa. Es decir, sin acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI) y subir los tipos con fuerza para tratar de estabilizar su divisa, como ha hecho Argentina hasta el 45%, tomando pasos que Recep Tayyip Erdogan no parece dispuesto a acometer. Con ello, la posibilidad de ‘corralito’ gana enteros, lo que es una nueva mala noticia para BBVA.

La entidad controla un 49,85% del capital de Garanti, uno de los mayores bancos del país. Invirtió 7.000 millones en esta participación, contabilizada en libros con un valor de 4.400 millones y que vale en bolsa 1.700 millones de euros. Garanti cayó este lunes un 10% en bolsa en liras, y en el año se deja cerca del 50% en liras y un 70% en euros. Las medidas en contra de la circulación de capitales podrían ahondar en la crisis del sector financiero turco, mientras que desde BBVA admiten que cada 10% que cae la lira turca reduce la ratio de capital CET1 en dos puntos básicos, y que el 50% del margen de intereses obtenido en el país no está cubierto.

placeholder Cotización de Garanti en euros el último año. Fuente: Bloomberg.
Cotización de Garanti en euros el último año. Fuente: Bloomberg.

Turquía necesita algún golpe de efecto para frenar la tendencia, que aniquila el valor de su moneda (cae más del 40% en el año), eleva la presión inflacionista y dispara la amenaza de impagos en divisa extranjera por parte del sector privado. Es decir, un paracaídas para evitar que la economía se estrelle. “Este paracaídas podría ser una subida de tipos gigantesca de al menos 500 puntos básicos para calmar los mercados y mostrar un claro compromiso del banco central (CBRT) para respaldar la moneda. Otro vendaje para evitar que la lira muera serían los controles de capital”, arguye Bart Hordijk, analista de Monex Europe. Es decir, lo que desde la crisis del peso argentino en 2001 se conoce como ‘corralito’.

Por su parte, Delphine Arrighi, gestora de Old Mutual Global Investors, cree que “la falta de una respuesta política creíble” está presionando a la lira con una caída en picado. En su caso, calcula una subida de 900 puntos básicos para revertir el desplome de la divisa, aunque el CBRT ha demostrado reticencias y Erdogan busca una conspiración internacional para justificar la situación. “Otras opciones podrían incluir controles de capital, que parecen más factibles que un llamamiento al FMI, pero sin duda no sería lo menos doloroso y probablemente precipitarían una recesión”, alerta la experta.

No son dos opiniones aisladas, sino que empieza a haber consenso entre los analistas sobre que es una hipótesis que aumenta de probabilidades conforme se extiende el desplome de la lira. Los expertos creen que Ankara podría imponer restricciones a la fuga de depósitos en liras y a la compra de dólares, euros u otras divisas internacionales para impulsar el valor de la lira.

Las bolsas caen por la crisis de la lira turca

Mientras, la caída de la divisa incrementa los desequilibrios internos de la economía, como el déficit por cuenta corriente o la inflación, que está en el 16%. Esto hace que los tipos reales apenas superen el 0% pese a que el banco central los haya elevado en el año desde el 8% al 17,75%. Asimismo, la deuda externa de la economía es de más del 50%, según el Tesoro turco, con más de 300.000 millones de dólares en deuda en dólares por parte del sector privado, calculan los economistas, con lo que se podrían disparar los impagos. De hecho, BBVA viene desde 2014 reduciendo el crédito en divisa extranjera, que se ha reducido desde el 50% de la cartera total hasta el 35%, según apuntan desde la entidad presidida por Francisco González.

Liquidez insuficiente

“No es una gran sorpresa que ahora se hable más a nivel nacional sobre la posibilidad de que Turquía implemente controles de capital para limitar las salidas y contrarrestar la dolarización de la economía”, escribe Mohamed A. El-Erian, jefe asesor económico de Allianz, en 'Bloomberg'. “Esto aumenta el incentivo para que el sector privado (tanto local como extranjero) acelere su desapego de la moneda local. Con eso viene aún mayor presión financiera y económica”, agrega el experto.

Foto: Billetes de la lira turca. (Reuters)

El banco central de Turquía, cuya independencia ha sido socavada por un Erdogan que ha dejado la política económica a su yerno, Berat Albayrak, ha inyectado 6.000 millones de dólares de liquidez en el sector financiero. También ha impuesto límites a los 'swaps' (intercambios, en la jerga financiera) en divisas de los bancos del país, lo que ya es un primer control de capitales. La autoridad monetaria quemó el 15% de sus reservas en divisas extranjeras durante el primer semestre, según las últimas estadísticas del banco central, que ha hecho nuevas operaciones sin frenar la sangría de la lira.

Tampoco han servido los anuncios gubernamentales. "El modelo perfilado por el nuevo ministro de Finanzas [el viernes] es bueno en principio. Tocó asuntos importantes como la necesidad de frenar el crecimiento, la importancia de la estabilidad financiera y la independencia del banco central. Pero no hay escapatoria al hecho de que dejó de lado el tipo de detalles que calmarán los mercados", arguye Viktor Szabo, gestor de Aberdeen Standard Investments. El experto cree que el daño de económico es "autoinflingido", porque Turquía ha demostrado que no puede sostener sus niveles de crecimiento sin más deuda. La solución a corto plazo es simple: subir los tipos de interés de manera agresiva y controlar el crédito para enfriar la economía y poner la inflación bajo control. Mandar a los inversores un mensaje claro de que el problema ha sido entendido y será abordado con decisión", añade el gestor.

Ankara sigue decidida a enfrentarse a la crisis financiera de los últimos días sin ayuda externa. Es decir, sin acudir al Fondo Monetario Internacional (FMI) y subir los tipos con fuerza para tratar de estabilizar su divisa, como ha hecho Argentina hasta el 45%, tomando pasos que Recep Tayyip Erdogan no parece dispuesto a acometer. Con ello, la posibilidad de ‘corralito’ gana enteros, lo que es una nueva mala noticia para BBVA.

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