La cadena de rumores que desató la bancarrota en Toys 'R' Us

El sector de los juguetes se ha quedado perplejo ante la bancarrota de Toys 'R' Us. Este martes la empresa ha sorprendido con el anuncio de su acogida a la protección del Capítulo 11 del Tribunal de Bancarrota de EEUU por su elevado nivel de deuda y lastrada por los cambios de consumo de los compradores.

Toys 'R' Us arrastra una deuda cercana a los 5.000 millones de dólares que, en esta última semana, ha dejado fuera de juego a los minoristas. Pero, ¿cómo ha podido ocurrir a tanta velocidad?

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Los seguros contra el impago de Toys 'R' Us, instrumentos que permiten a los comerciantes protegerse contra las pérdidas de la deuda, indicaban una baja probabilidad de que se pudiera dar un incumplimiento del pago a corto plazo (10%). El pasado cinco de septiembre, se podía asegurar 10 millones de dólares por un importe de 300.000 dólares. Este lunes, la cuantía para asegurar los bonos se situaba en los 7,7 millones, es decir, se ha incrementado más de un 2.466% en menos de tres semanas, según fuentes de Bloomberg.

Mientras los acreedores no mostraban signos de preocupación, los expertos predijeron que la compañía podría acogerse al Capitulo 11. Este rumor, según Bloomberg, fue lo que desencadenó una caída en 'dominó', desde los proveedores y acreedores hasta los minoristas. La velocidad de su caída se reflejó en los mercados de deuda, donde los bonos de Toys 'R' Us que cotizaban casi a la par el uno de septiembre, cayeron un 18% del valor nominal esta semana.

"La bancarrota se convirtió en una profecía autocumplida. Los gestores de crédito y los vendedores se convencieron mutuamente de que era una crisis, y los rumores se alimentaban unos a otros", afirman fuentes cercanas a la empresa.

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Los mercados no dudaban de que un rescate antes de Navidad sería inminente, ya que la empresa presidida por David Brandon había gestionado un préstamo de unos 400 millones de dólares. Sin embargo, el efectivo se ha quedado corto y Toys 'R' Us se ha visto incapaz de invertir en su negocio y hacer frente a la presión de sus competidores, según Bradon.

Se trata de una de las quiebras más importantes de los últimos años y llega en un momento delicado, ya que está a punto de comenzar la campaña de navidad donde concentra un cuarto de sus ventas anuales. Sus propietarios, con la bancarrota, buscan reestructurar esta deuda. La cadena tiene previsto destinar gran parte del préstamo de la quiebra a seguir comprando productos y financiando sus operaciones.