Una libra lastrada por el Brexit impulsa al FTSE 100 de UK a sus máximos históricos

No hay mal que por bien no venga. O como diría el proverbio chino, de toda crisis surge una oportunidad. El fuerte descenso que está registrando la libra esterlina durante todo el 2016, consecuencia de las implicaciones económicas que puede tener la salida del Reino Unido de la Unión Europea, está llevando en volandas a las empresas cotizadas británicas.

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Así lo demuestra la evolución del índice de referencia en la Bolsa de Londres, el FTSE 100, en el que se engloban las mayores empresas del país. En la sesión de este martes, el selectivo subía levemente por la mañana, unas décimas, y se colocaba por encima de los 7.110 puntos. De esta manera, el índice alcanzaba su nivel máximo histórico. A cierre de la sesión ha entrado en pérdidas y ha caído un 0,51%, hasta los 7.070 puntos. En cualquier caso, mantiene el récord.

Los expertos apunta de forma clara a la relación de proporcionalidad inversa que hay entre el nivel de la libra esterlina y el de la bolsa de Londres. A medida que se deprecia la moneda británica, y lleva haciéndolo de manera pronunciada durante todo el año, el FTSE 100 avanza al alza. El temor al Brexit llevó a que la libra fuera cayendo en la primera mitad del año, y tras consumarse la salida en el referéndum, la bajada se ha acelerado. Ahora se acentúa con el posible Brexit duro, el escenario de mayor confrontación con la Unión Europea.

A esto hay que añadir las medidas de estímulo que aprobó el Banco de Inglaterra a primeros de agosto, que hundió aún más el nivel de la libra. Por otro lado, la institución monetaria aprobó un programa de compra de bonos, también de empresas.

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En definitiva, el bajo nivel de la libra implica que las exportaciones de las empresas británicas se abaraten, lo que las hace más atractivas para los compradores. Además, hasta la fecha, el Brexit no está provocando un deterioro de la economía como vaticinaban los economistas, lo que es otro punto a favor para impulsar la cotización de las empresas.

No obstante, para el conjunto del Reino Unido, una libra a la baja a la larga es negativo, dada la estructura comercial deficitaria del país (importa más de lo que exporta).