"La educación financiera tiene en nuestra sociedad el rol de las ideologías en el pasado"
Elsa Fornero, la ministra de Empleo de Monti que rompió a llorar al anunciar el plan de ajuste, defiende más educación financiera para tener más democracia
Las lágrimas de Elsa Fornero delante de todo el Parlamento italiano fueron interpretadas por los medios de comunicación como el más claro ejemplo del duro plan de ajuste que tuvo que aplicar el Gobierno del ex primer ministroMario Monti nada más tomar las riendas de unpaís que galopaba hacia el desastre.Sin embargo, cuando se le pregunta a la ex ministra de Empleo y Política Social por ese llanto, desmitifica el hecho y habla de algo mucho más profano: estrés.
En un plazo de apenas tres semanas, esta profesora de Política Económica en la Universidad de Turíntuvo que elaborar un profundo plan de ajuste, presentarlo al Consejo de Ministros, aprobarlo y, minutos después, sin apenas tiempo para respirar, anunciarlo a toda la sociedad italiana frente a una nube de flashes que, sin quererlo, le hicieron desatar toda la tensión de los días previos.
Y es que, frente a la interpretación lacrimógena que entonces se dio de aquella jornada, la profesora Fornero sostiene un discurso mucho más frío, realista e, incluso, con ciertas notas de frustración. Pero no por el mayor o menor acierto de su política económica, sino por haber sido incapaz, el Gobierno del que formó parte, de transmitir a la ciudadanía la necesidad de hacer esas reformas... y todas las que deberán venir.
"La reflexión que yo ahora me hago es: fuimos un Gobierno de tenócratas, pero no supimos trasladar a la opinión pública nuestro mensaje, las razones de la austeridad", explica Elsa Fornero, quien visitó España la semana pasada para pronunciar una conferencia sobre "Reforma de Pensiones y Educación Financiera" dentro del Ciclo de Conferencias de la Fundación Ramón Areces e IE Business School.
Convencida de la importancia de impartir entre la ciudadanía conocimientos económicos, sostiene:"Si tú no ves que el sacrificio es inevitable y que en el futuro esto será mejor para ti y tus hijos, nunca apoyarás las reformas". Y eso fue lo que le ocurrió al Gabinete de Mario Monti: no supo hacer comprender a la sociedad italiana quéera lo que necesitaba el país
Las razones de la austeridad
"La gente reconoce las ideologías, entonces, si yo puedo insertar las reformas en los valores, te daré mi voto", dice la profesora Fornero. "Yo creo que la educación financiera puede ayudar a la gente a entender las razones de las reformas, a comprender que no son una extravagancia de los gobiernos tecnócratas". Y sentencia: "La educación financiera debe jugar en nuestros días el rol de las ideologías en el pasado".
Esta apuesta formativa debe empezar por la propia clase política, a la cual acusa de haber retrocedido cuando han tenido que hacerse las reformas, mientras que los tecnócratas han dado un paso al frente. "Ahora que nos estamos moviendo en un terreno de reformas, se necesita que la gente tenga más formación financiera para entender los cambios", lo que lleva a Fornero a identificar esta materia educativa como "un instrumento para una sociedad democrática".
De hecho, cada vez más países están introduciendo estos contenidos en la escuela, iniciativa que Fornero anima a todas las sociedad a llevar a cabo. "Si la gente no está convencida de algo, siempre se opone", y la única forma de hacer que las sociedades apoyen las reformas es formando a la sociedad para que pueda entenderlas.
Porque el discurso de Fornero va más allá de la crisis económica que cada día más voces aseguran estar empezando a dejar atrás. Sus palabras hacen referencia a una nueva forma de concebir las sociedades, mucho más flexibles, ya que van a estar siempre inmersas en reformas de uno u otro tipo. Y la forma más democrática de abordarlas es con el máximo conocimiento posible de toda la sociedad.
Antídoto contra el populismo y el 'buenismo'
Como ejemplo, cita las siempre polémicas reformas laborales y reformas de pensiones, materias donde se van a requerir constantes modificaciones, pero que las "reglas de la democracia", en palabras de Fornero, exigen abordarlas con el máximo consenso posible. Y éste sólo se puede lograr realmente cuando se domina la materia de la que se está hablando.
Si no, advierte, se cae en defender objetivos maravillosos, pero carentes de todo recurso para poder realizarlos. "El derecho a que todas las amas de casa reciban un salario. Lo leo en el periódico y pienso que es un buen objetivo. Pero, ¿cuáles son sus consecuencias?, ¿de dónde obtengo los recursos? Porque si usas el dinero en una cosa, pierdes la oportunidad de usarloen otra", reflexiona.
Y concluye: "Cuando se habla de derechos sociales, se debe tener una visión completa de todos los recursos que se tienen y de cómo usarlos, para evitar que un buen objetivo te lleve a hacer lo que no debes".
Las lágrimas de Elsa Fornero delante de todo el Parlamento italiano fueron interpretadas por los medios de comunicación como el más claro ejemplo del duro plan de ajuste que tuvo que aplicar el Gobierno del ex primer ministroMario Monti nada más tomar las riendas de unpaís que galopaba hacia el desastre.Sin embargo, cuando se le pregunta a la ex ministra de Empleo y Política Social por ese llanto, desmitifica el hecho y habla de algo mucho más profano: estrés.