¡No se olviden de los emergentes! Sus divisas permanecen en zona peligrosa

La presión parece haber remitido sobre las divisas emergentes... Pero sólo lo parece, porque en realidad sigue ahí. Aunque el castigo no alcanza los registros de finales de enero, lo cierto es que las monedas de países como Turquía, Rusia, Sudáfrica o Brasil se mueven todavía cerca de los tipos de cambio que encendieron las alarmas en la segunda quincena de enero. Hoy, de hecho, varias de ellas vuelven a registrar caídas superiores al 1% contra el euro.

En concreto, la divisa europea se aprecia un 1,5% contra el rand sudafricano, que baja hasta los 15,18rands, todavía cerca de los 15,50 rands a los que llegó a caer el 29 de enero. En lo que va de año, el euro se aprecia un 5,4% contra la moneda sudafricano.

Otra divisa que permanece cerca de sus mínimos históricos contra el euro y que hoy cae con fuerza es el rublo. Se deja un 1,6%, hasta los 48,07 rublos, muy cerca de los 48,2 rublos a los que descendió la divisa rusa el 29 de enero. Hoy se ha conocido que las reservas de divisas internacionales de Rusia descendieron en la última semana en 8.700 millones de dólares, hasta los 490.200 millones, el nivel más bajo desde febrero de 2011.

Contra el real brasileño, el euro escala un 0,7% que le impulsa hasta los 3,32 reales, también cerca de los 3,345 reales a los que llegó el 29 de enero. En 2014, el euro se revaloriza un 2,5% contra el real.

La moneda única se revaloriza otro 1,3%, hasta las 3,02 liras. Aunque en su caso la contundente subida de los tipos de interés por el Banco de Turquía, que los elevó del 7,75 al 12% en las operaciones de financiación a un día el pasado 28 de enero, sí contuvo unas presiones que llevaron a la lira a desplomarse hasta las 3,27 unidades por euro, todavía se mueve en torno a las 3 liras, por encima de las 2,95 liras a las que cerró 2013, ejercicio en el que ya perdió más de un 25% de su valor contra el euro.

La caída de la lira se produce en la misma sesión en la que Turquía ha anunciado que en diciembre su déficit por cuenta corriente ascendió 8.320 millones de dólares, por encima de los 7.400 millones previstos y el desajuste mensual más alto desde mediados de 2011. Junto con la inflación -próxima al 8%-, el desequilibrio en la balanza por cuenta corriente es uno de las principales fuentes de preocupación para las autoridades turcas, y ambas amenazas se verían agravadas en caso de que la lira continuara perdiendo valor.