ACS pulveriza al consenso de analistas y marca su propio precio objetivo: 30 euros

Ocho sesiones consecutivas al alza han permitido a ACS dejar atrás el precio objetivo que le confiere el consenso de analistas de Bloomberg, que sitúa en 26,22 euros el valor al que deben cotizar los títulos de la compañía presidida por Florentino Pérez. Sin embargo, hace justo una semana, el pasado jueves, ya superó esta marca y, desde entonces, la ha pulverizado.

Los 27,7 euros por acción en que cotiza la constructora, tras haber abierto la sesión de hoy con mínimas pérdidas, hacen que ACS pueda decir que ha pulverizado los números de los expertos y tenga como siguiente meta el precio objetivo que se marcó ella misma el pasado diciembre.

En su última presentación corporativa para inversores, que se remonta al último mes de 2013, el líder español de las infraestructuras se definía a sí mismo como "una oportunidad de inversión" y afirmaba que su valor intrínseco ascendía a 30 euros por acción, casi un 15% más de la valoración que le concedían los analistas.

Por aquel entonces, además, los títulos de la compañía cotizaban en torno a 23 euros, lo que significa que ACS se concedía a sí misma un potencial de crecimiento superior al 30%, camino del cual lleva recorrido más de la mitad, al acumular desde entonces una revalorización del 20%.

Para valorarse en tan alta estima, la constructora tira de comparables sectoriales y, con datos de Facset en la mano, concluye que está infravalorada al cotizar con un ratio Ev/ebitda (relación del valor de la empres con su beneficio brutos operativo) de 3,6 veces, frente a las 8 de la media de su sector; y un P/E (precio/utilidad) de 10,1 veces, frente a las 13,6 del resto.

Eso sí, la cara positiva de este baja valoración en bolsa es que ACS ha comenzado el ejercicio como uno de los valores más atractivos desde el punto de vista de la rentabilidad por dividendo, al situarlo Facset en el 5% para este 2014, tras haber recuperado la remuneración al accionista.

En este cambio de tercio de la cotización de la compañía, que se mueve en máximos desde mayo de 2011, en línea con el Ibex 35, ha jugado un papel crucial la integración de Hochtief, la venta de Abertis a OHL y el toque retirada en Iberdrola, donde sólo controla ya un 5% a través de derivados.