La renta variable es la opción que menos seduce a los inversores con vistas a 2014
Los inversores prefieren invertir en planes de pensiones y depósitos con vistas al próximo año frente a los fondos de inversión y la renta variable
A pesar del buen hacer de los mercados bursátiles durante los últimos meses, la opción de invertir en renta variable es una de las alternativas que menos enteros gana con vistas al próximo año. Según los datos del III Barómetro del Ahorro del Observatorio Inverco, dos de cada diez inversores contempla entrar o ampliar sus posiciones en bolsa en 2014. Frente a estos datos, un 26% planea hacer lo propio con los fondos de inversión, un 32% con los depósitos bancarios y un 37% con los planes de pensiones.
Según confirman los datos, el ahorrador va pensando poco a poco en invertir con vistas al medio plazo ante las condiciones más favorables que presenta el entorno económico. Si en 2011 un 15% de los inversores escogían productos a un plazo superior a tres años ahora esta referencia repunta hasta el 18%. Pese a ello, los plazos cortos siguen dominando y un 82% de las inversiones se dan en productos de menos de tres años de duración.
Significativo es también el cambio del perfil del ahorrador y los motivos que incentivan el ahorro. En los últimos cuatro años el número de personas que declaran tener un perfil conservador ha crecido más del doble, de un 26% en 2009 a un 62% en 2013. De este segmento el 56% son mujeres de entre 35 y 44 años con rentas mensuales de entre 1.500 y 3.000 euros (los hombres dominan en las categorías de ahorro dinámico y moderado). Además, de 2011 a esta parte, las personas que ahorran con el fin de hacer frente a imprevistos crece de un 31% a un 46% mientras que el típico fin de ahorra para pagar la educación de los hijos cae del 14% al 6%.
La oficina bancaria asesora cada vez menos
A la hora de valorar cuáles son los agentes en los que confían los ahorradores a la hora de pedir asesoramiento, se pone de relevancia que en los últimos cuatro años el peso de las oficinas bancarias ha caído en más de 20 puntos porcentuales, a pesar de que desde el Observatorio se insiste en el esfuerzo que han puesto los bancos en la formación de su personal.
En términos concretos, hoy el 54% de los ahorradores confía en su oficina bancaria frente al 76% que lo hacían en 2011. No obstante, esta sigue siendo la opción preferida por delante de los asesores financieros (41%), los foros y redes sociales (29%), los amigos y familiares (27%) y los medios de comunicación (18%).
Todo ello, en un escenario en el que el grado de conocimiento de los productos brilla por su ausencia. En una escala del 1 al 5, los depósitos son el producto que más se conoce con un 3,2, seguidos de los planes de pensiones con un 2,9. Sin embargo, el aprobado es raspado para los fondos de inversión y la renta fija con un 2,5 y el suspenso se consuma a la hora de hablar de renta variable (2,4) y seguros (2,3).
Reducir la fiscalidad para fomentar el ahorro
Según Ángel Martínez-Aldama, director del observatorio, "la fiscalidad del ahorro ha empeorado comparativamente en los últimos años" y ha asegurado que una vuelta a la situación previa a la reforma del Gobierno de Rajoy en 2012, junto con un aumento de la renta disponible de los ciudadanos, fomentaría el ahorro.
Sin embargo, la fiscalidad sólo es el primer factor de decisión en el caso de los planes de pensiones. A nivel general, la confianza, la seguridad y la rentabilidad son los factores que más tienen en cuenta los ahorradores. En el caso de los fondos de inversión, por ejemplo la rentabilidad, la liquidez y la fiscalidad, por ese orden, son los factores que más intervienen.
A pesar del buen hacer de los mercados bursátiles durante los últimos meses, la opción de invertir en renta variable es una de las alternativas que menos enteros gana con vistas al próximo año. Según los datos del III Barómetro del Ahorro del Observatorio Inverco, dos de cada diez inversores contempla entrar o ampliar sus posiciones en bolsa en 2014. Frente a estos datos, un 26% planea hacer lo propio con los fondos de inversión, un 32% con los depósitos bancarios y un 37% con los planes de pensiones.