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La rupia insiste en sus mínimos históricos tras caer un 4% contra euro y el dólar
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contra el euro baja un 27% en 2013

La rupia insiste en sus mínimos históricos tras caer un 4% contra euro y el dólar

La sangría se acelera. La salida de capitales de India está dejando una creciente huella en su divisa y en su deuda pública, sobre todo a corto plazo

Foto: El primer ministro indio, Manmohan Singh
El primer ministro indio, Manmohan Singh

La sangría no cesa. La salida de capitales de India está dejando una creciente huella en su divisa, cuyo desplome, lejos de matizarse, se acelera. El lunes perdió en torno a un 1,5% de su valor contra el euro y el dólar; el martes, un 3%; y el miércoles, un 4%.

Esta secuencia le ha llevado a caer hasta las 91,8 rupias por euro. Nunca antes, desde su nacimiento oficial en 1999, la moneda única había comprado tantas rupias. Este nuevo castigo provoca que el euro acumule ya una apreciación del 27% frente a la moneda india en 2013. Contra el dólar, la rupia se cambia a 68,8 rupias. También supone un nuevo mínimo histórico de la divisa india en su cruce con la estadounidense.

La salida de dinero también se refleja en la deuda pública india, con el consiguiente repunte de los rendimientos, que suben cuando el precio de los títulos baja. La presión está siendo especialmente intensa en los tramos más cortos. La rentabilidad de los títulos a dos años repunta del 9,23 al 9,48% y la de los bonos a cinco años, del 9,21 al 9,43%. En las obligaciones a 10 años, el incremento es del 8,74 al 8,96%. Estos registros constatan que la curva de la deuda india se ha invertido, o lo que es lo mismo, que los rendimientos de los títulos a corto plazo son más altos que los intereses de la deuda a largo plazo, una anomalía -lo habitual es que los intereses a corto plazo sean más bajos- que confirma la creciente preocupación que envuelve a la situación económica y financiera del país.

La fuga de capitales que está sufriendo India, común con la que están padeciendo otros países emergentes como Brasil o Turquía, amenaza con seguir comprometiendo su estabilidad financiera y económica. Por el momento, el debilitamiento del crecimiento cada vez resulta más evidente. Este viernes se conocerá el dato del Producto Interior Bruto (PIB) correspondiente al segundo trimestre del año, en el que la economía india podría haberse ralentizado hasta una tasa interanual del 4,6%, inferior al 4,8% del primer trimestre y la tasa más baja desde el primer trimestre de 2009, en el peor momento de la Gran Recesión tras la quiebra de Lehman Brothers.

Tras el castigo que están sufriendo la rupia y otras divisas emergentes, como el real brasileño o la lira turca, figura la sombra de la Reserva Federal (Fed), el banco central de EEUU. Sus intenciones de ir reduciendo los estímulos monetarios han desencadenado un cambio de estrategia global mediante el que los inversores están deshaciendo sus posiciones en los mercados emergentes para repatriarlos a los mercados de los países desarrollados. Como consecuencia, las monedas de esos países están cediendo terreno.

A su vez, la caída de la rupia está sirviendo para poner al descubierto las debilidades de la economía india, como sus déficits gemelos -déficit público y por cuenta corriente- y la inflación, aún próxima al 10%. En este sentido, la depreciación de la divisa, combinada con la escalada del petróleo a raíz de la tensión en Siria, amenaza con complicar aún más el panorama económico de India al incrementar las presiones inflacionistas.

Estreno difícil

Revertir esta situación y tratar de estabilizar la caída de la rupia serán dos de las primeras misiones que afrontará el nuevo gobernador del Banco de la Reserva de India, Raghuram Rajan, que tomará posesión del cargo en septiembre. El mercado seguirá con atención las maniobras que Rajan pueda poner en marcha para intentar detener la caída de la rupia. Entre ellas sobresalen tres opciones, que podría usar por separado o de forma combinada. Por un lado, la posibilidad de emplear las reservas en divisa extranjera que acumula en país, que alcanzan los 279.000 millones de dólares tras haber caído un 6% desde comienzos de mayo, para salir en defensa de su moneda. En segundo lugar, podría decantarse por elevar los tipos de interés tan pronto como en la reunión de política monetaria que la entidad mantendrá el 18 de septiembre -coincidirá con la que celebrará la Fed-. Y en tercer término podría aplicar nuevos controles de capital que frenaran la salida de dinero del país.

La sangría no cesa. La salida de capitales de India está dejando una creciente huella en su divisa, cuyo desplome, lejos de matizarse, se acelera. El lunes perdió en torno a un 1,5% de su valor contra el euro y el dólar; el martes, un 3%; y el miércoles, un 4%.

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