Moreira se prepara para presentar su plan B para La Seda a accionistas y acreedores esta semana

A falta de cinco días para que se reúna el consejo de administración de La Seda de Barcelona con el fin aprobar de manera oficial la propuesta del fondo estadounidense Anchorage, que pasa por convertir la deuda en capital, y evitar así el concurso. Accionistas y parte de los acreedores esperan conocer los detalles de una alternativa que debería llegar entre hoy y mañana de la mano de uno de los mayoritarios, según ha podido confirmar Cotizalia.

Se trataría de un plan B en el que los accionistas no sufrirían la gran dilución que supone la oferta  de Anchorage, con la que quedarían marginados a un 8% del capital, y que se asemejaría más a la propuesta que planteó BA Vidrio el pasado mes de febrero y que fue rechazada por el llamado steering committee, antes de que HSBC, Deutsche Bank, Caixa Geral y el Instituto Catalán de Finanzas dimitieran para dejar sólo al frente de las negociaciones al fondo estadounidense.

Todo apunta a que será el grupo portugués, con un 20% del capital de la compañía, el que ponga sobre la mesa la nueva propuesta, en la que se contemplaría la entrada de capital nuevo y un mayor peso de los accionistas en el reparto. Además, fuentes cercanas al proceso esperan que se convoque Junta de Accionistas para someter a votación ambas ofertas –la de Anchorage implica una ampliación de capital que tiene que ser apoyada por la Junta- antes de que acabe el mes de mayo.

El último plan que la compañía que preside Carlos Moreira, a través del consejo de La Seda, planteó el pasado mes de febrero consistía en un reparto por el que el 20% del capital de la nueva compañía -basada en el negocio rentable de pet-packaging, saneado y refinanciado tras la venta del área petroquímica- quedaría en manos de los accionistas, el 20% en poder de los acreedores y que el 60% restante procedería de una ampliación de capital de 40 millones de euros, una entrada de recursos propios que garantizaba BA Vidrio. 

En el nuevo planteamiento, el porcentaje en manos de los accionistas aumentaría del 20%, según ha podido saber Cotizalia, con lo que confían en lograr el apoyo de la Junta y parte de los acreedores, teniendo en cuenta que Caixa Geral, aparte de un porcentaje de la deuda, también tiene un 14,77% del capital de La Seda y que Anchorage no ha presentado ningún proyecto para reflotar la química catalana.

De esta manera, Moreira, que dimitió de la presidencia hace más de una semana, daría finalmente a conocer el as que guarda en la manga para recuperar el control de La Seda, como ya adelantó este periódico. Entre Ba Vidrio y el banco portugués Caixa Geral suman casi el 35% del capital, con lo que les resultaría relativamente fácil tumbar la propuesta de Anchorage. Sin embargo, aunque a priori resulta lógico pensar que los accionistas portugueses voten en bloque, la decisión de la entidad dependerá de si es adoptada libremente por su dirección o, teniendo en cuenta que es un banco rescatado con dinero público, venga impuesta desde Bruselas.

En cualquier caso, hay que partir de la base de que a ninguna de las partes le interesa el concurso de acreedores: a los accionistas, porque de producirse serían los últimos a la hora de cobrar; y a Anchorage, porque perdería los 40 millones que invirtió en comprar el 40% de la deuda a los bancos, ya que esa deuda no estaba garantizada.

Ahora parece que la balanza, que tras la marcha del portugués parecía inclinarse hacia el fondo estadounidense, da un vuelco en favor de Moreira. Anchorage está cada día más solo, ya que tras la dimisión del resto de acreedores del steering committee, el OK del consejo a su propuesta el pasado 11 de abril ha provocado, esta misma semana, la renuncia tanto de la directora financiera de La Seda, Sandra Santos, como de su director general, Abelardo López, dejando así a la compañía sin comité de dirección.