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Audio: las hojas del calendario sonoro de la naturaleza española
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Sábados de Campo

Audio: las hojas del calendario sonoro de la naturaleza española

Con la llegada del fin de año solo nos queda desear que dentro de 12 meses, cuando de nuevo caiga la página de diciembre, no falte ninguno de los protagonistas de nuestros paisajes sonoros

Foto: Un lago forestal. (Carlos de Hita)
Un lago forestal. (Carlos de Hita)

De los maullidos en celo de los linces a los aullidos de una manada de lobo. Del griterío alegre de las grullas, aves del frío, a los bramidos de los ciervos y los ronquidos de los gamos por montes y bosques. Pasando por el retumbo de las tormentas; los silencios invernales; el despertar de los anfibios—; el despertar, también, de la primavera, con la incorporación, día a día, de las voces de las aves migratorias; el sonido reseco de los insectos —estridular de grillos y saltamontes, chirrido de las chicharras, bordoneo de las abejas—.

Año tras año, el concierto de la naturaleza se despliega por los campos siguiendo un cierto orden, una partitura dictada por el paso de los meses. Algunos fragmentos han servido para confeccionar el calendario semanal que les ofrecemos en Planeta A. Muchos animales han dejado aquí sus firmas, la sonora y la gráfica. Empieza ahora un nuevo año y las páginas vuelven a estar en blanco.

Foto: Ejemplar de lobo ibérico. (EFE)

Pero ya aparecen sobre ellas los primeros trazos: unos maullidos —vuelven los linces—, el gangueo de algunos gansos, los trinos casi primaverales de algunos pájaros, confundidos con las altas temperaturas de este invierno cálido. Solo nos queda esperar que dentro de 12 meses, cuando de nuevo caiga la página de diciembre, no falte nadie, que toda la comunidad silvestre vuelva a garabatear su firma, a hacer oír su voz sobre el telón sonoro de la naturaleza.

De los maullidos en celo de los linces a los aullidos de una manada de lobo. Del griterío alegre de las grullas, aves del frío, a los bramidos de los ciervos y los ronquidos de los gamos por montes y bosques. Pasando por el retumbo de las tormentas; los silencios invernales; el despertar de los anfibios—; el despertar, también, de la primavera, con la incorporación, día a día, de las voces de las aves migratorias; el sonido reseco de los insectos —estridular de grillos y saltamontes, chirrido de las chicharras, bordoneo de las abejas—.

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