El sistema de captura de carbono más rápido del mundo
Y no solo es el más rápido. También tiene una eficiencia del 99% y ha sido desarrollado por un equipo de investigadores de la Universidad Metropolitana de Tokio
El mundo se encuentra en una etapa de transición hacia fuentes de energía más limpias pero, en este camino, que durará décadas, seguiremos liberando toneladas y toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera y acrecentando los efectos del cambio climático.
A medida que el dióxido de carbono se acumula en la atmósfera, no bastará simplemente con reducir nuestras emisiones: tendremos que eliminar activamente parte de lo que ya hemos emitido. Para contener la cantidad de CO₂ que acaba en la atmósfera, hay en marcha un abanico importante de estrategias, siendo la captura directa de aire una de ellas.
¿Cómo funciona?
Ahora, este nuevo compuesto, según afirman los científicos de la Universidad Metropolitana de Tokio (Japón), puede eliminar el dióxido de carbono del aire ambiente con una eficiencia del 99% y al menos el doble de rápido que los sistemas existentes. Mientras estudiaba una serie de compuestos de amina líquida, el equipo descubrió que uno, llamado isoforona diamina (IPDA), era particularmente efectivo para capturar dióxido de carbono. Así, el nuevo compuesto entra en la categoría de lo que se conoce como sistema de separación de fases líquido-sólido (isoforona diamina o IPDA, que procesa separaciones de fase líquido-sólido).
Las tecnologías de captura directa de aire (DAC, por sus siglas en inglés) generalmente eliminan el dióxido de carbono al canalizar el aire o el escape a través de algún tipo de filtro o catalizador, que incluye esponjas magnéticas, espuma de zeolita o materiales hechos de arcilla.
Usando un sistema líquido, la captura directa de aire pasa el aire a través de una solución química para eliminar el CO₂ antes de aplicar altas temperaturas para reintegrar los productos químicos al proceso. La tecnología Solid DAC utiliza filtros adsorbentes para unir químicamente el CO₂ antes de calentarlo, colocarlo al vacío y liberar el CO₂, que luego puede almacenarse o usarse.
Mediante este método en concreto, los investigadores se centraron en el uso de compuestos de amina líquida, modificando sus estructuras para mejorar la velocidad y la eficiencia de la reacción. Con ello, el dióxido de carbono es extraído directamente del aire y el carbono que queda capturado en sólido, puede almacenarse en formaciones geológicas profundas o usarse en diversas actividades humanas, como el procesamiento de alimentos o la fabricación de combustibles sintéticos, según dice la Agencia Internacional de Energía (AIE) en su página web.
Aplicaciones
El compuesto absorbente utilizado para el modelo podría reutilizarse con un calentamiento mínimo y hace funcionar el sistema dos veces más rápido que las tecnologías actuales de captura de carbono disponibles en la actualidad, informan los expertos. Con este enfoque, seríamos capaces de cortar y eventualmente eliminar la cantidad absurda de dióxido de carbono que lanzamos a la atmósfera.
"El nuevo sistema de captura de carbono es el más rápido del mundo y tiene una eficiencia del 99%, dicen los investigadores"
Las pruebas realizadas durante la investigación demostraron que IPDA puede eliminar más del 99 % del CO₂ del aire con una concentración de 400 partes por millón (ppm). El sólido disperso en solución también requirió calentamiento a una temperatura más baja que otras soluciones. A 60 °C se puede liberar el CO₂ capturado, recuperando el líquido original. Así las cosas, no solo la captura de carbono es fácil en este sistema, sino que su liberación también es igual de sencilla. El precipitado simplemente necesita calentarse a 60 grados Celsius para recuperar el dióxido de carbono y el líquido recuperado puede luego reutilizarse en el proceso de captura de carbono.
La humanidad libera anualmente alrededor de 30.000 millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera, y la planta de captura directa de aire más grande del mundo actualmente elimina alrededor de 4.000 toneladas al año. Aun así, queda mucho por procesar. Teniendo estos datos en la mano, los investigadores quieren averiguar cómo se puede aplicar esta tecnología a las aplicaciones industriales actuales.
El mundo se encuentra en una etapa de transición hacia fuentes de energía más limpias pero, en este camino, que durará décadas, seguiremos liberando toneladas y toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera y acrecentando los efectos del cambio climático.