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España estrena su primera Ley de Cambio Climático tras años de retraso
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Vox, único partido que se opone

España estrena su primera Ley de Cambio Climático tras años de retraso

Tras la incorporación de las enmiendas aprobadas por el Senado, este jueves se ha culminado el largo camino para poner un marco legal al objetivo de nuestro país (y de la UE) de alcanzar la neutralidad climática en 2050

Foto: La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, tras la aprobación de la nueva Ley de Cambio Climático. (EFE)
La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, tras la aprobación de la nueva Ley de Cambio Climático. (EFE)

El Congreso de los Diputados ha aprobado este jueves la primera ley española de Cambio Climático y Transición Energética con años de retraso —en diciembre se cumplirán seis años de la firma del Acuerdo de París— y entre críticas por su falta de ambición de la mayor parte de los grupos parlamentarios, que no obstante la consideran necesaria.

Tras una tramitación que se inició hace casi un año, el texto ha sido respaldado por todos los grupos excepto de Vox, que ha votado en contra, y PP y Más País-Verdes Equo, que se han abstenido.

Tras su aprobación quedan prohibidas las prospecciones y exploraciones de hidrocarburos y el ‘fracking’ en España

Con la nueva ley, que entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE), se inicia el camino para lograr el objetivo de la neutralidad climática en 2050, aunque con una serie de hitos intermedios.

A partir de ahora, España se compromete a un objetivo reducción de emisiones de gases de efecto invernadero del 23% de aquí a 2030 respecto a los niveles de 1990 —aunque estos serán revisados al alza en 2023—. También se debe llegar a una penetración de energías de origen renovable en el consumo de energía final de, como mínimo, un 42%; y a un sistema eléctrico con, al menos, un 74% de generación a partir de energías de origen renovable, entre otras medidas.

placeholder Teresa Ribera celebra la aprobación de la ley esta tarde desde su escaño del Congreso. (EFE)
Teresa Ribera celebra la aprobación de la ley esta tarde desde su escaño del Congreso. (EFE)

La ley contempla, asimismo, diferentes medidas como el establecimiento de zonas de bajas emisiones en las ciudades de más de 50.00 habitantes o en las de más de 20.000 con problemas de calidad del aire y pone el punto final a los coches de combustión en 2040. Asimismo, tras su entrada en vigor quedarán prohibidas las prospecciones y exploraciones de hidrocarburos y el ‘fracking’ en España, igual que los nuevos proyectos de minería de uranio.

placeholder La plataforma GSF Arctic I en Santa Cruz de Tenerife en 2014. Las nuevas prospecciones petrolíferas son cosa del pasado con la nueva Ley de Cambio Climático. (EFE)
La plataforma GSF Arctic I en Santa Cruz de Tenerife en 2014. Las nuevas prospecciones petrolíferas son cosa del pasado con la nueva Ley de Cambio Climático. (EFE)

El proyecto de ley —aprobado por el Gobierno en la primavera pasada— fue remitido al Congreso de los Diputados donde Vox presentó una enmienda a la totalidad, que fue rechazada por unanimidad. Tras unos meses de ponencia, en los que los diputados pudieron conocer la valoración de expertos y de los sectores afectados, los grupos propusieron 758 enmiendas parciales de las que se incorporaron tres, junto a otras 16 enmiendas transaccionales. Con estas incorporaciones, la comisión parlamentaria, con competencia legislativa plena, remitió el proyecto al Senado.

Allí, en la Cámara Alta, sumó otras 585 enmiendas de las que finalmente fueron aprobadas cinco por lo que la tramitación legislativa obligaba a devolver al Congreso de los Diputados el proyecto de ley para que estas nuevas incorporaciones fueran respaldadas este jueves de manera definitiva.

Foto: El Papa Francisco es un gran defensor de la acción climática (EFE) Opinión

Durante el debate en el Pleno del Congreso, la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, se ha dirigido especialmente a los jóvenes que reclaman “más acción y ambición” y a ellos les ha garantizado que la nueva ley garantizará esa aceleración necesaria de la transición hacia la neutralidad climática “sin dejar a nadie atrás” para alcanzar una “prosperidad sostenible”.

Ribera ha defendido que la ley es “ambiciosa” y “congruente” y ha garantizado que permitirá asegurar la “corrección de un modelo” que llevaba al desastre, aunque ha reconocido: “Con todo, necesitamos más”. Por ello ha afirmado que el Gobierno seguirá situando el ecologismo “en el corazón” de sus políticas.

En el debate parlamentario, los grupos han explicado el sentido de su voto sin que se hayan producido modificaciones sustanciales, ya que todos han mantenido su posición tanto en la primera vuelta del Congreso, en el trámite de la Cámara Alta como nuevamente en su examen definitivo de este jueves en la Cámara Baja.

Así, todos los grupos parlamentarios que apoyan al Ejecutivo han votado a favor del proyecto de ley, no sin antes reclamar una mayor ambición y apuntar las líneas por las que deberán ir las revisiones al alza de los objetivos de la recién estrenada norma.

En concreto, Teruel Existe, a través de su portavoz, Tomás Guitarte, ha reclamado con ahínco que el necesario y urgente despliegue renovable repercuta en favor de los territorios en los que se instalan y que lo hagan allí donde menos impactos negativos ocasionen a la biodiversidad. En línea con la calificación de los objetivos como “insuficientes” se han mostrado los grupos de izquierda como EH-Bildu o el BNG e incluso Más País-Verdes Equo, que ha lamentado que los objetivos de reducción de emisiones para 2030 no hayan crecido en el trámite parlamentario.

De hecho, la diputada Inés Sabanés ha explicado que el motivo principal de la abstención “constructiva” de su grupo parlamentario radica en que la ley nace con objetivos “viejos y obsoletos”, llega con diez años de retraso, lo que la hace “a todas luces insuficiente”. "Corremos el serio riesgo de quedarnos, otra vez, en el vagón de cola de Europa", ha advertido.

Por su parte, y expresando el sentimiento de “decepción” manifestado por buena parte de la Cámara, la diputada de PNV Idoia Sagastizabal ha sido muy crítica con el contenido de la ley a la que ha dado su apoyo porque, al menos “es mejor que ninguna”. Igual que a la diputada de Ciudadanos María Carmen Rodríguez, que lamenta que la norma llega “tarde” y le falta “ambición y rigor”, al tiempo que acusa al Ejecutivo de carecer de “valentía”. Aún más, ha acusado a la ministra Ribera de llevar al Parlamento un proyecto de Ley con el que se convertirá en “la responsable” de que la ley en el futuro se convierta en “parte del juego partidista” de los distintos Gobiernos, al mismo modo que “ocurre con la ley de Educación”.

En su turno, el diputado del PP Guillermo Mariscal ha reiterado el compromiso “firme y fuera de dudas” de su grupo con la descarbonización y la lucha contra el cambio climático, pero ha defendido la abstención de los populares en que el proyecto se ha gestado “tarde”, sin la ambición necesaria, con “falta de diálogo” y con un proyecto “limitativo”. A su juicio, la Ley “de Ribera” supone un “salto al vacío” en la vida de los ciudadanos y la responsabiliza directamente de los perjuicios que ocasionará a la sociedad. “Esta ley empequeñece una lucha que pasa de esta generación a las futuras y resta oportunidades a los españoles”, considera el diputado.

Por el contrario, el diputado de Unidas Podemos, Juan López de Uralde, ha elogiado la velocidad con que se ha tramitado la Ley tras un “intenso diálogo” y la aprobación de “muchísimas enmiendas”, pero pide mayor implicación a la sociedad y a las administraciones públicas de todo tipo para acelerar la implantación de la acción climática. A su juicio, pese a las posibilidades de mejora, Uralde opina que “este es un gran día para este país” y ha agradecido a quienes lo han hecho posible.

En la posición contraria a la nueva norma legal se ha quedado solo Vox, cuya diputada Mireia Borrás a afeado a “todos” –políticos y medios de comunicación—de tachar a su grupo parlamentario de “negacionista, diga lo que diga". Sin embargo, ha explicado sus principales críticas a la Ley a la que ha calificado de “sumamente ideológica”.

Por último, la diputada del PSOE Elena Caballero ha defendido que la ley genera una “oportunidad histórica” que encaminará al país hacia la neutralidad climática en 2050 sin dejar a nadie atrás.

Con reacción agridulce, las ONG han expresado su satisfacción por que haya llegado este día después de más de una década reclamando una Ley contra la emergencia climática. Sin embargo, consideran que este es solo un punto de partida ya que para ellas se trata de una legislación poco ambiciosa y que se queda lejos de las recomendaciones científicas sobre el camino que es preciso transitar para evitar que la temperatura global del planeta aumente 1,5ºC de aquí a fin de siglo.

El Congreso de los Diputados ha aprobado este jueves la primera ley española de Cambio Climático y Transición Energética con años de retraso —en diciembre se cumplirán seis años de la firma del Acuerdo de París— y entre críticas por su falta de ambición de la mayor parte de los grupos parlamentarios, que no obstante la consideran necesaria.

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