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La tregua de los bufetes de élite en la guerra de alzas salariales excluye a júniors y becarios
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Estudio salarial de Signium

La tregua de los bufetes de élite en la guerra de alzas salariales excluye a júniors y becarios

Tras las importantes alzas retributivas de los ejercicios anteriores, los despachos enfrían la evolución de las retribuciones. La guerra por el talento joven se deja ver en las categorías más bajas, las únicas que se salvan de la quema

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Los bufetes de élite ponen fin al frenesí de la evolución de los salarios de los últimos ejercicios. Tras un 2022 de importantes revisiones al alza de las retribuciones de sus abogados, las incertidumbres y menor actividad del pasado ejercicio pasan factura y han obligado a las cúpulas de los despachos a echar el freno. Así, en 2023, las remuneraciones de los letrados experimentaron una importanre ralentización, aunque con notables diferencias por categorías. Quienes menos vieron crecer sus compensaciones fueron los abogados más veteranos, los abogados sénior y directores —aquellos con entre siete y 10 años de experiencia—, siendo becarios, júniors y asociados más jóvenes —entre uno y seis años— quienes pueden presumir de haberse salvado de la quema.

Así lo revela el estudio Análisis comparativo de las retribuciones en los despachos en España 2023, elaborado por la consultora Signium que cifra en un 5,92% el crecimiento de la compensación que reciben los becarios. La retribución de los júniors, por su parte, se elevó un 5%. Entre los asociados, las alzas se mantuvieron con cierto vigor, al situarse en el 4,58%. Unos porcentajes, no obstante, que están lejos de los importantes incrementos experimentados en el ejercicio anterior, cuando subieron, respectivamente, un 10,32%, un 6,94% y un 5,81%. Entre los más veteranos, aquellos que ya empiezan a ver la ansiada meta de la condición de socio —y, por tanto, tienen más incentivos a seguir en los bufetes aunque no les revisen el sueldo con tanta alegría—, las subidas fueron de un 2,64% en el caso de los asociados sénior —frente al 4,52% de 2022— y de un 0,52% de los directores —frente al 4,53% del año anterior—.

Esta distinta evolución de las retribuciones es reflejo de la situación que en los últimos años vienen experimentando los grandes despachos de abogados, que están encontrando serios problemas para captar talento en las categorías más bajas de la escala profesional. No solo les cuesta más atraer a los graduados en Derecho que salen de la universidad —muchos de ellos, al haberse generalizado el doble grado, acaban en otro tipo de firmas empresas a las que pueden acceder sin cursar obligatoriamente un máster, como sucede en la abogacía—, sino que también encuentras más dificultades para retenerlos en los primeros tres o cuatro años de carrera. Ello explica, como señaló José Luis Risco, socio del área de People de EY, durante la presentación del informe en la Universidad Francisco de Vitoria, que en esa franja profesional nadie haya querido perder comba frente a sus competidores, algo que sí se han podido permitir en las categorías más elevadas.

En cualquier caso, la élite del sector legal se sigue mostrando como un ámbito de actividad en el que los profesionales gozan de importantes retribuciones. De media, la retribución de los becarios fue de 17.464 euros. La de los júniors rozó los 44.000 euros, distribuidos entre 41.319 euros de salario fijo y 2.534 de variable. La de los asociados se dividió entre 59.838 euros de remuneración fija y un bonus de 7.888 euros. Los asociados sénior superaron los 100.000 euros de media, con casi 85.000 de retribución asegurada y un variable de 15.532 euros. Finalmente, los directores coquetean con los 150.000 euros de media: 120.685 euros fijos y un bonus de 26.678 euros.

Por origen del despacho, los internacionales fueron quienes más incrementaron sus retribuciones. Las áreas legales de las Big Four, por su parte, las que menos. En las firmas nacionales destaca el incremento aplicado a los asociados —entre cuatro y seis años—, que fue del 5,34%. En las firmas extranjeras, las categorías de becario y junior fueron las que mejor comportamiento experimentaron, con alzas del 8,9% y del 6,7%. Es significativo que, en el caso de los directores, en ningún caso se aplicaron subidas que superaran el 1%.

Junto con la mejora retributiva de los becarios, desde Signium también destacan que se mantiene la positiva evolución de los salarios de los paralegales, que en el pasado ejercicio experimentó una subida superior a la de la media de los abogados de las categorías más altas. De media, la retribución de los paralegales se acercó a los 30.000 euros, siendo los de firma internacional los que cuentan con una compensación más relevante al superar los 40.000 euros.

Con respecto a la remuneración no dineraria, la firma de headhunting señala que panorama se presenta "estable", al igual que en años anteriores. Destacan, no obstante, los planes de pensiones, que, tras su reforma, empiezan a verse entre las ofertas y paquetes retributivos de las firmas. En cualquier caso, aseveran que les plantean "serias dudas" su grado de vinculación, ya que el beneficio se disfruta a muy largo plazo. "La buena evolución del sector sigue en el año 2023, aunque algo más moderada que el año pasado, y esperamos que sea una tendencia a futuro que ayude a seguir desarrollando la abogacía de los negocios en España. Firmas nacionales e internacionales siguen apostando claramente por el mercado local, que presenta una sana estructura competitiva, que se refleja en el estudio, donde existe una considerable disputa por el talento", señaló el socio de Signium, Carlos Alberola.

Los bufetes de élite ponen fin al frenesí de la evolución de los salarios de los últimos ejercicios. Tras un 2022 de importantes revisiones al alza de las retribuciones de sus abogados, las incertidumbres y menor actividad del pasado ejercicio pasan factura y han obligado a las cúpulas de los despachos a echar el freno. Así, en 2023, las remuneraciones de los letrados experimentaron una importanre ralentización, aunque con notables diferencias por categorías. Quienes menos vieron crecer sus compensaciones fueron los abogados más veteranos, los abogados sénior y directores —aquellos con entre siete y 10 años de experiencia—, siendo becarios, júniors y asociados más jóvenes —entre uno y seis años— quienes pueden presumir de haberse salvado de la quema.

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