El fichaje de Alex Kolb por Gómez-Acebo: la guinda de un proyecto en "efervescencia"

"No exagero si digo que somos una firma en estado de efervescencia", señaló el pasado mes de abril Íñigo Erlaiz, socio director de Gómez-Acebo & Pombo, describiendo la "energía a borbotones" que percibe en el despacho desde que, a comienzos del pasado año, la organización afrontara la siempre sensible transición generacional. Junto con Erlaiz, que asumió la máxima responsabilidad de la firma, un grupo de socios, todos en el entorno de los 40 años, se sitúa al frente de puestos clave en la estructura del bufete. Entre ellos, destacan Álvaro Mateo, que lidera el área de Mercantil; Miguel Lamo de Espinosa, head de Financiero, y Verónica Romaní, que comanda el pujante equipo de Energía. "Somos un grupo compacto y comprometido, con una visión compartida de dónde queremos llegar", aseguraba Erlaiz en una amplia entrevista en El Confidencial.

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Aunque el socio director de Gómez-Acebo remarcó en diversas ocasiones que su estrategia pasa por el posicionamiento y no por el crecimiento, las cifras muestran los resultados de la vitalidad que asegura percibir en la firma. Al cierre de 2022, el despacho declaró unos ingresos de 83,8 millones de euros, un 10% más que un ejercicio antes, un incremento de facturación al que hay que sumar la mejora en otros indicadores clave para la salud de los despachos, como la productividad y la eficiencia. "Trabajamos para ser el despacho de referencia en el mercado ibérico", se fijaba como reto Erlaiz, quien subrayó que su hoja de ruta pasaba por un crecimiento "lento y sostenido" en el que caben las incorporaciones, pero "siempre muy selectivas". "Tiene que ser alguien que nos aporte algo que no tenemos y, en lo personal, que encaje en nuestra cultura; la cohesión es innegociable para nosotros", remató.

En esa estrategia se acopla un guante la contratación de Alexander Kolb como nuevo socio de Mercantil, movimiento que ayer avanzó El Confidencial, y que sin duda es ya uno de los fichajes del año en el sector. Una contratación que, además, traslada un mensaje al mercado. La revitalización de Gómez-Acebo & Pombo no debe leerse solo en clave interna, sino que el proyecto del bufete de la Torre Realia tiene la capacidad de atraer a una pieza tan codiciada por algunos de sus competidores como la del exsocio de Linklaters, al que no le han faltado ofertas desde que abandonara la disciplina del bufete del Magic Circle. "La incorporación de Alex va a suponer un empuje importante para el equipo", indicaba Álvaro Mateo en la nota remitida a los medios por el despacho; "estamos seguros de que un profesional con su trayectoria y experiencia nos ayudará a mejorar, aún más, nuestro posicionamiento y negocio".

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En conversación con El Confidencial, Kolb relata los elementos que le hicieron decantarse por la propuesta de Gómez-Acebo, después de que en septiembre del año pasado decidiera iniciar un periodo de pausa y reflexión en su carrera profesional. "La conexión a nivel personal fue muy alta desde la primera conversación que mantuve con Álvaro [Mateo] e Íñigo [Erlaiz]. Pero no solo eso. Este es un despacho bien posicionado y consolidado, con unos valores claros y que busca la excelencia. Esos elementos son claves para poder desarrollar mi práctica", expone. Además, incide en que su nueva casa, a la que se incorporará en septiembre, es una organización de "cultura amable" que "pone las personas en el centro, ya sean sus propios profesionales u sus clientes". Todo ello, junto con el "momento ilusionante" que vive el bufete, inclinó la balanza.

Para el departamento de Mercantil de Gómez-Acebo, que el pasado año aportó el 31% de la cifra de negocio total de la firma, Kolb supone un activo que complementa y amplía sus capacidades. Experto en fusiones y adquisiciones, el letrado es también especialista en el ámbito de las sociedades cotizadas —incluyendo opas, operaciones de public-to-private y fusiones— y de no cotizadas, así como en operaciones de capital riesgo —especialmente LBO y MBO— y en el mundo del gobierno corporativo. Como abogado, es reconocido por su excelencia técnica y brillante trayectoria en despachos de primer nivel. A sus 18 años en Linklaters, hay que sumar otros cinco previos en Clifford Chance, dos de las firmas inglesas más relevantes en nuestro país.

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Según explica, Kolb también ha encontrado en Gómez-Acebo un perfil de despacho diferente al que ha conocido hasta ahora y, en ese sentido, le resultó especialmente interesante para su trayectoria. "Poder participar e influir en la toma de decisiones corporativas, al tener su centro de decisión mucho más cerca, también fue un elemento de atracción", detalla. Una circunstancia que en las grandes firmas internacionales, con centenares de socios repartidos por todo el mundo y sus headquarters en Londres o Nueva York, resulta mucho más compleja. A cambio, su experiencia en otro perfil de organización, también puede enriquecer el funcionamiento de su nuevo bufete. "La diversidad enriquece; estoy seguro de que en cuanto empecemos a funcionar surgirán sinergias y aprendizajes que nos harán crecer a los dos", remarca.

Con el fichaje de Alex Kolb por Gómez-Acebo & Pombo se pone fin al episodio abierto hace ahora justo un año, cuando este diario informó de su salida de Linklaters en busca de "nuevos retos". Meses más tarde, El Confidencial desveló que uno de los proyectos en la agenda del exsocio de la firma del Magic Circle que a punto estuvo de cuajar fue la creación de una boutique especializada en asuntos mercantiles, junto con Sebastián Albella, quien durante el verano había abandonado Latham & Watkins. Sin embargo, la ágil reacción de sus excompañeros de Linklaters lograron convencer al expresidente de la CNMV para que volviera a enrolarse en el bufete situado en la calle Almagro 40 de Madrid.