Albella & Kolb Abogados, la 'boutique' frustrada por la ágil oferta de Linklaters

La 'vuelta a casa' de Sebastián Albella cogió por sorpresa al sector legal, en cuyos mentideros aún se rumiaba el impacto del fichaje de Alejandro Ortiz por Latham & Watkins. A primera hora de la tarde del pasado viernes 16 de septiembre, Linklaters anunciaba el retorno de quien fuera una de sus grandes figuras hasta 2016, cuando aceptó la propuesta del Gobierno de Mariano Rajoy para presidir la CNMV. La noticia, que corrió como la pólvora, interrumpió no pocas comidas en los abarrotados restaurantes de la denominada milla de oro de Madrid. "Linklaters es la firma de mi vida, no podía decir que no. Vuelvo a casa", proclamaba Albella a través del comunicado remitido a la prensa por el bufete del 'Magic Circle'.

Con su reincorporación, la firma que lidera José Giménez enviaba un doble mensaje. Por un lado, dejaba claro que no iba a perder el tiempo en rehacerse del adiós de Ortiz. En este sentido, con Sebastián Albella suma a sus filas a un peso pesado, no solo de la abogacía, sino del mundo de los negocios en sentido amplio. Y en sus planes está, además, que no sea el último gran fichaje. Fuentes del mercado señalan que Linklaters trabaja con discreción en otro golpe de efecto y, en las últimas semanas, varios socios 'top' de M&A de otros bufetes —tanto nacionales como internacionales— han sido sondeados desde el cuartel general de Almagro 40. De momento, según parece, sin que haya habido 'match'.

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Por otra parte, con la contratación del expresidente de la CNMV, 'Links' se anota un tanto en la cada vez menos soterrada confrontación que, inevitablemente, se ha desatado con Latham & Watkins, en cuya sede se percibía cierto desconcierto —o quizás, incluso, malestar— por el fichaje, después de que el propio Albella les hubiera asegurado antes de las vacaciones que dejaba la organización para montar su propia 'boutique'. Su aventura como 'of counsel' del bufete norteamericano apenas había durado un año y tres meses, lejos de las expectativas depositadas en su incorporación.

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Sea como fuere, y a pesar de los recelos despertados en Latham, el relato de los hechos apunta a que Albella fue del todo honesto cuando en julio comunicó que sus planes pasaban por formar un pequeño despacho especializado en el ámbito mercantil. De hecho, fuentes de toda solvencia relatan que semanas antes de anunciar su salida había mantenido conversaciones con Alexander Kolb, también socio de Linklaters, para que fuera su aliado en esta arriesgada pero ambiciosa iniciativa. Propuesta que Kolb recibió con buena predisposición.

En mayo, como adelantó este diario, Kolb había comunicado su intención de dejar la firma del 'Magic Circle' para iniciar "nuevos proyectos" fuera del entorno de un gran despacho y tener más tiempo para su vida personal —decisión que a muchos les recordó al fenómeno estadounidense de 'la gran renuncia'—. En esta aspiración, la idea de alzar una 'boutique' encajaba a la perfección. Un despacho especializado en el ámbito mercantil, que diera soporte a las grandes firmas en aquellos asuntos en los que necesitaran un refuerzo, o al que pudieran derivar trabajo sin el temor de estar fortaleciendo a un competidor. La tarjeta de presentación, con dos profesionales del prestigio, rigor y calidad técnica de Albella y Kolb, era inmejorable. Alguno de los presentes en su despedida de Latham asegura que, en su discurso, el expresidente de la CNMV apuntó a un tercer socio involucrado en el proyecto, cuya identidad, no obstante, no ha sido posible confirmar.

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Sin embargo, tras conocer el adiós de Albella al bufete norteamericano, Linklaters se apresuró a mover ficha y descarriló los planes de una 'boutique' que bien podría haberse denominado Albella & Kolb Abogados —o Kolb & Albella Abogados—. Quienes le conocen, aseguran que en el ánimo del expresidente de la CNMV influyó, de forma determinante, su profunda identificación con el proyecto de Linklaters, despacho que siempre ha asegurado sentir como su casa, y la opinión de su mujer, figura muy relevante para él en la toma de sus decisiones.

Tras una rápida negociación, su respuesta fue sí. La 'rentrée' en Almagro 40 se hará efectiva a mediados de diciembre, momento en que decaen las incompatibilidades fruto de su paso por el organismo regulador de los mercados. "Su compromiso con nuestro proyecto demuestra que es uno de los más atractivos del mercado", reivindicó interna y externamente José Giménez, socio director de Linklaters, al anunciar la vuelta de Albella. "Contar con los mejores abogados que comparten nuestra cultura y valores sigue siendo un objetivo prioritario", remató.

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La marcha de Kolb de Linklaters, por su parte, se hará efectiva a final de este mes. El abogado ha aprovechado sus últimas semanas en la firma para cerrar y traspasar los asuntos pendientes, una salida ordenada en la que estuvieron de acuerdo ambas partes desde el primer momento. En paralelo, Kolb lleva tiempo reuniéndose con diversos de los actores más relevantes del sector, evaluando los distintos planes que tiene sobre la mesa. No está descartado retomar el proyecto de la 'boutique' especializada en mercantil, aunque sea con otros compañeros de viaje; un modelo que existe fuera de España, pero en el que aún no se ha profundizado en nuestro país. Tampoco descarta enrolarse en una asesoría jurídica. Ofertas, a la vista de su perfil, reputación y trayectoria, no le van a faltar.