El mercado de fichajes de los bufetes sigue al rojo vivo: así serán los socios más buscados

El año 2023 ha arrancado con fuerza para el mercado de fichajes del sector legal. Apenas tres días después de comenzar el año, se conocía la intención de Pinsent Masons de incorporar tres nuevos socios, todos procedentes del área de Energía de Bird & Bird. Son Hermenegildo Altozano, Alfonso Bayona y Juan de Navasqüés, tal y como adelantó El Confidencial. Unos días después, el 9 de enero, tres bufetes anunciaron nuevas contrataciones: Pérez Llorca, Uría Menéndez y Ontier. El primero sumó un counsel procedente de Clifford Chance, mientras que el segundo añadió un exinspector de Hacienda para el mismo cargo. La firma liderada por Bernardo Gutiérrez de la Roza y Pedro Rodero, por su parte, reforzó Procesal con el fichaje de Mercedes Romero y su equipo, de DAC Beachcroft.

Todos estos movimientos son una muestra más del ajetreo que vienen experimentando los despachos en materia de contrataciones. Este pico de actividad comenzó a hacerse patente a mediados de 2021 y en un primer momento se percibió como un efecto rebote tras la congelación de procesos por la pandemia. Sin embargo, el interés por los fichajes no ha decaído en este último año y medio y todo apunta a que 2023 registrará una actividad similar o, incluso, más elevada.

"La intensidad va a seguir presente durante este año", asegura José Ignacio Jiménez, socio fundador de Talengo. Una de las razones que explican esta tendencia son las buenas previsiones económicas para 2023, que han insuflado ánimos en los bufetes para mantener el ritmo de contrataciones. "En un principio, teníamos ciertas dudas de lo que pudiera pasar, porque 2022 fue un año de mucho trabajo, pero, viendo el panorama, auguro un 2023 igual o mejor", detalla. Una visión que comparte Sancho Peña, headhunter en Page Executive. "Aunque estamos en un momento de inflación y crisis, el tejido empresarial sigue funcionando", celebra.

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Asimismo, el profesional añade dos elementos cruciales que mantendrán vivo el baile de profesionales. Por un lado, la presión por la facturación. "Si miras los datos de facturación de los bufetes, ves que pocos van hacia atrás, tienen puesto el foco en el crecimiento. Están en búsqueda permanente de socios con cartera", detalla. En segundo lugar, Peña apunta a una mayor iniciativa por parte de los abogados a la hora de establecer contactos para un posible cambio. "Se ha perdido el miedo habitual que había en estos procesos. Antes, un socio interesado en moverse venía con cautela a preguntarte cómo estaba el mercado. Ahora, te contactan y te adelantan que ya han hablado con algunos despachos", describe.

Baile de sillas en la sociatura

Los cambios de cromos entre socios serán, precisamente, los grandes protagonistas este 2023, de acuerdo con las previsiones de los headhunters. Una tendencia que coincide con la registrada en el pasado ejercicio, en que se produjeron hasta 80 incorporaciones de socios a grandes firmas. Además, seis de cada 10 ya ejercían con este cargo antes de cambiar de bufete, mientras que el resto de fichajes se situaba en otras categorías (counsels, asociado sénior y director, principalmente).

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Así lo demuestran los datos analizados por El Confidencial tras examinar cerca de un centenar de movimientos que se han producido durante 2022 entre los grandes despachos españoles. Para este estudio, se han tenido en cuenta únicamente las contrataciones de socios, counsels y of counsels en las que hayan estado involucrados los bufetes que en el último ejercicio facturaron más de 25 millones de euros.

Seis de cada 10 fichajes de socios provenían de firmas con ingresos superiores a los 25 millones

Entre algunas de las conclusiones, los datos ponen de manifiesto que hay cierta endogamia en el sector a la hora de buscar nuevos profesionales. El 61% de los fichajes tuvo como ambos protagonistas firmas con ingresos superiores a los 25 millones, revelando una clara predilección por parte de las organizaciones hacia los abogados procedentes de bufetes de gran tamaño.

Un buen ejemplo de ello son las incorporaciones que realizó Pérez Llorca. El despacho liderado por Pedro Pérez Llorca integró siete nuevos socios, dos counsels y un of counsel, la mayoría procedentes de firmas con facturación superior a los 25 M. Algunos de los fichajes más relevantes, además, los efectuó poco antes de terminar el año, como fue el caso de Teresa Méndez, ex counsel de Allen & Overy; Javier Bau, procedente de KPMG Abogados, y Raúl Rubio, de Deloitte Legal.

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Ahora bien, el bufete que más movimiento experimentó fue Andersen, que añadió 13 nuevos socios a su estructura. La mayoría, eso sí, llegaron desde firmas de pequeño y mediano tamaño, a excepción de tres profesionales: Carmen Mozún (ex KPMG Abogados), Carmen March (Broseta) y Federico Belausteguigoitia (DWF-RCD). También es importante destacar el ejercicio de White & Case, que consiguió atraer a siete nuevos socios a su proyecto, todos procedentes de firmas del Magic Circle. El primero, y de los más potentes, Francisco Málaga, exsocio de Procesal en Linklaters. A su salida se sumó, meses más tarde, Marcos Soberón, también de la misma firma. En mayo, dos letrados de Freshfields, Javier Monzón y Álvaro Manzanos, hicieron las maletas rumbo al proyecto de Juan Manuel de Remedios, mientras que Herbert Smith Freehills sufrió la pérdida de tres abogados: Jaime Rossi (Financiero), Pablo García-Nieto e Ignacio Paz (de M&A).

Aunque las grandes estructuras sean las más golosas a la hora de buscar nuevos profesionales, las firmas también ven muy atractivos otros perfiles como abogados del Estado, magistrados en excedencia o exdirectores de asesoría jurídica. Estos movimientos, no obstante, han sido la excepción y no la norma, pero han supuesto una importante apuesta en firmas como Ramón y Cajal, que en 2022 cerró dos grandes contrataciones en este sentido: Tomás Peña Grande y Gonzalo Mairata, ambos abogados del Estado, que llegaron para reforzar las áreas de Mercantil y Laboral, respectivamente.

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En general, los hombres fueron mayoría en los lateral hirings, especialmente los de socios. En esta categoría, ellas protagonizaron menos del 24% de los bailes entre organizaciones, una cifra baja aunque relativamente lógica, teniendo en cuenta que las mujeres representan tan solo el 20% de la sociatura de la élite de las firmas. Por el contrario, sí mostraron una mayor paridad las contrataciones de counsels y of counsels, donde ellas conformaron el 48% de los fichajes.

Mercantil y laboral, protagonistas

¿Qué áreas provocarán más bailes de profesionales durante 2023? Los cazatalentos del sector descartan poner el foco en un departamento en concreto y declaran que el interés de los despachos es transversal. "Hay un ritmo alto en todas las ramas del derecho", indica Javier Moreno, socio fundador de IurisTalent, si bien prevé algo más de contención por parte de las firmas. "Los despachos van a dar una vuelta de tuerca a las necesidades en materia de contrataciones", indica. En esta línea, augura una eventual bajada en las nuevas contrataciones de M&A a causa de la ralentización que experimenta el mercado de las fusiones y adquisiciones. Un matiz que contrasta con los datos del pasado ejercicio, en el que uno de cada cuatro fichajes estuvo destinado al Departamento de Mercantil o M&A.

Por su parte, Mercedes García Quintas, headhunter en Iterlegis, considera que la demanda de socios de Mercantil con cartera se mantendrá elevada, "especialmente entre las firmas del mid market", concreta. Asimismo, vaticina una fuerte demanda en áreas que ya venían registrando mucho movimiento, como Energía, Concursal, Nuevas Tecnologías y Laboral. Esta última fue, de hecho, una de las ramas que más contrataciones provocaron el pasado ejercicio (16%), seguida de Derecho Público, Inmobiliario (6,5%) y Fiscal (5,4%).