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No es solo teletrabajo: los abogados piden ejercer desde fuera de Madrid
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Vuelta de tuerca a la flexibilidad

No es solo teletrabajo: los abogados piden ejercer desde fuera de Madrid

A pesar de las tradicionales reticencias de los bufetes a cualquier fórmula de flexibilidad, algunas firmas permiten trabajar desde otros puntos de España como forma de fidelizar

Foto: Vista de las Cuatro Torres de Madrid. (EFE/Javier López)
Vista de las Cuatro Torres de Madrid. (EFE/Javier López)
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El teletrabajo se ha convertido en una prioridad para los abogados. A pesar de que su implantación en los bufetes es más bien residual y las políticas existentes son poco ambiciosas en comparación con las de otros sectores, los profesionales lo ven como un elemento prácticamente esencial, hasta el punto de cambiar de trabajo si les obligan a estar full time en la oficina. Ahora bien, la demanda de flexibilidad parece haber dado una vuelta de tuerca extra y los letrados piden a los despachos ya no solo que les dejen trabajar desde casa, sino que les permitan hacerlo desde cualquier lugar, independientemente de dónde esté la sede. Algunos, incluso, plantean la posibilidad de ejercer un tiempo desde las oficinas de la firma en otra ciudad. Una tendencia llamativa teniendo en cuenta el enorme peso que tiene la presencialidad en el ámbito de la abogacía de los negocios.

Esta demanda está especialmente presente entre los abogados más jóvenes. "Sobre todo en los abogados de la generación Z, que están empezando ahora", indica Javier Colilla, socio en Colding Advisors. Se trata, explica, de perfiles muy exigentes con las cuestiones relacionadas con la flexibilidad y que conciben el teletrabajo prácticamente como un "derecho adquirido", matiza, por lo que no tienen pudor a la hora de preguntar sobre la posibilidad de poder ejercer desde otros lugares. Por el contrario, los perfiles más sénior todavía ven este tipo de cuestiones como un tabú que no se debe mencionar, mucho menos en una entrevista de trabajo. "A no ser que haya alguien que quiera vivir fuera de Madrid o pasar mucho tiempo fuera por una urgencia o una situación especial. Entonces sí lo suelen mencionar, porque es una condición", señala Colilla.

La misma tendencia percibe Sancho Peña, headhunter en Page Executive. "La prioridad de muchos candidatos es tener la libertad de poder trabajar desde donde quieran. Y no necesariamente por urgencias personales o situaciones delicadas, sino simplemente por alargar fines de semana o pasar más tiempo con su familia si son de fuera. También vemos interés por la movilidad entre oficinas de España. Por ejemplo, que en vez de estar trabajando en Madrid de lunes a viernes, puedan estar en la sede de Bilbao una semana al mes", detalla.

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¿Cuál está siendo la respuesta de los despachos? A pesar de la fuerza que tiene la presencialidad en el sector legal en general, algunas firmas se muestran receptivas a esta petición de flexibilidad por parte de los letrados. Especialmente, concreta Colilla, los bufetes de menor tamaño que están dentro del top de la abogacía de los negocios, pero no tienen la capacidad de atracción de talento de los grandes. "Estos últimos no suelen ceder a estos requisitos o peticiones, pero los más pequeños suelen ceder, sobre todo si están buscando a un perfil muy específico o les interesa retener a una persona muy buena en su ámbito", matiza.

En la misma línea se pronuncia Peña, que confirma que hay una mayor predisposición a permitir ciertas situaciones que antes no se hubieran contemplado. "Son conscientes de que se trata de un elemento para atraer nuevo talento y fidelizar el ya existente", puntualiza. Sin embargo, muchas veces, esta intención suele estar más presente en el papel que en la realidad. A la hora de la verdad, en cambio, surgen los recelos de siempre. "Recuerdo el caso de un despacho que abrió un proceso para un puesto en el que era posible ejercer desde otras ciudades de España u otro país. Sin embargo, fue descartando a los candidatos que manifestaban su interés por no estar en Madrid", evoca.

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Por su parte, Javier Moreno, socio fundador de IurisTalent, considera que, aunque hay una inclinación a facilitar el ejercer desde fuera de Madrid, esa permisividad se suele otorgar a casos muy individualizados. "Por ejemplo, si un abogado tiene un familiar enfermo y tiene que pasar una temporada en Galicia, lo pide y el bufete es flexible. Sobre todo si son perfiles potentes", apunta.

Un claro ejemplo de ello es Eversheds Sutherland España. Su directora de RRHH, Beatriz Alba Bascones, explica que su modelo de teletrabajo incluye un día a la semana de teletrabajo que puede realizarse desde cualquier lugar de España. Pero, además, permiten a los letrados ejercer desde fuera de Madrid en circunstancias excepcionales. "De hecho, nuestro responsable financiero es de Almendralejo (Badajoz) y se turna para venir a la oficina en semanas alternas. También tenemos a otro en Cádiz que lleva con nosotros ocho años y viene una vez al mes", enumera. Es decir, que no se prevé como una política generalizada para toda la plantilla, sino que se permite atendiendo a la necesidad de cada caso y el cargo del profesional.

En todo caso, y más allá de los recelos generalizados del sector, Peña considera que, tarde o temprano, todas las firmas tendrán que acabar adaptándose a estas demandas, especialmente si hay otros despachos que sí otorgan estas concesiones. "Es lo que pide el mercado", concluye.

El teletrabajo se ha convertido en una prioridad para los abogados. A pesar de que su implantación en los bufetes es más bien residual y las políticas existentes son poco ambiciosas en comparación con las de otros sectores, los profesionales lo ven como un elemento prácticamente esencial, hasta el punto de cambiar de trabajo si les obligan a estar full time en la oficina. Ahora bien, la demanda de flexibilidad parece haber dado una vuelta de tuerca extra y los letrados piden a los despachos ya no solo que les dejen trabajar desde casa, sino que les permitan hacerlo desde cualquier lugar, independientemente de dónde esté la sede. Algunos, incluso, plantean la posibilidad de ejercer un tiempo desde las oficinas de la firma en otra ciudad. Una tendencia llamativa teniendo en cuenta el enorme peso que tiene la presencialidad en el ámbito de la abogacía de los negocios.

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