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La trampa del teletrabajo en los bufetes: mayor flexibilidad, pero más horas extra
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Se extiende el ejercer a deshoras

La trampa del teletrabajo en los bufetes: mayor flexibilidad, pero más horas extra

Ejercer de manera remota es una de las prioridades de los abogados. Sin embargo, los que sí tienen esta opción denuncian una mayor dificultad para separar el trabajo de la vida personal

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La llegada del teletrabajo al sector legal ha sido recibida como agua de mayo por parte de los abogados. A pesar de moverse en un sistema tradicional muy rígido, estos profesionales se han acostumbrado muy rápido al modelo remoto, hasta el punto de ser capaces de cambiarse de trabajo si su firma les obliga a estar full time en la oficina. Ahora bien, la implementación de este sistema ha provocado un efecto secundario mucho menos atractivo, y es que al ejercer de manera remota, los letrados han visto cómo se alargaba su jornada laboral, ya de por sí extensa. Al estar en casa, los profesionales acaban por hacer más horas extra a las que estaban acostumbrados. No es oro todo lo que reluce.

Según expone el informe Legal Trends 2022, elaborado por la consultora Clio y que repasa anualmente las tendencias del sector legal a nivel mundial, la flexibilidad que han ofrecido a lo largo de este año las firmas se ha traducido en horarios más largos. El aumento del trabajo desde casa, asegura el documento, ha "difuminado" la línea entre las responsabilidades personales y profesionales de los letrados, lo que ha generado una sensación de desequilibrio y ha aumentado el agotamiento. "Si los abogados siguen adoptando el trabajo a distancia y los horarios flexibles (o ampliados), tendrán que tener en cuenta posibles compensaciones".

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De acuerdo con el documento, cada vez más letrados pasen tiempo delante del ordenador durante la noche o los fines de semana, una opción que hace unos años no era tan habitual (aunque sí ocurría), ya que las jornadas estaban ligadas a la presencia física en la oficina. Así, cuatro de cada 10 profesionales confiesan trabajar los sábados a pesar de preferir no hacerlo, mientras que un tercio también lo hace los domingos.

No obstante, el estudio arroja una curiosa paradoja, y es que los abogados siguen prefiriendo que sus firmas les ofrezcan la posibilidad de ejercer desde casa, incluso sabiendo que ello les supondrá estar más horas frente al ordenador. Así, el 76% de los encuestados por Clio se inclinan por elegir dónde y cuándo trabajar (con las consecuencias que ello parece implicar), frente a un 24% que se decantan por un horario rígido.

Flexibilidad a pesar de las consecuencias

A pesar de que muchos bufetes siguen siendo reacios a implementar políticas de trabajo híbrido, la mayoría son conscientes del interés que genera entre los letrados. De hecho, estos modelos se han convertido en las herramientas más potentes de retención y atracción de talento, según el informe Legal Resource Management: Present and Future Impact on Law Firms, elaborado por la consultora británica BigHand. Ahora bien, el paper de Clio contradice estos resultados y asegura que los letrados que están sujetos a este tipo de sistemas de trabajo suelen mostrar menor satisfacción que los que no se benefician de políticas de flexibilidad.

Esto se materializa en prácticamente todos los factores relacionados con la profesión, como puede ser la relación con los clientes, con los compañeros, la gestión del tiempo o la vida laboral en términos generales. En este sentido, un 74% de los abogados con horarios rígidos dicen estar contentos con su carrera profesional, frente al 58% de los que hacen la misma afirmación y se benefician de una jornada flexible.

La diferencia más llamativa, no obstante, es en lo que respecta al bienestar emocional y mental. La mitad (51%) de los abogados que trabajan en horarios no tradicionales declaran tener una salud mental buena o muy buena, mientras que este porcentaje se eleva al 74% entre los que tienen un horario regular o fijo. El único elemento en el que todos los encuestados muestran un nivel de satisfacción idéntico es el salario (solo la mitad está conforme).

A medida que los profesionales del derecho adoptan hábitos flexibles —y, consecuentemente, más trabajo—, "corren el riesgo de que su trabajo afecte negativamente a su vida personal y viceversa", concluye el documento.

La llegada del teletrabajo al sector legal ha sido recibida como agua de mayo por parte de los abogados. A pesar de moverse en un sistema tradicional muy rígido, estos profesionales se han acostumbrado muy rápido al modelo remoto, hasta el punto de ser capaces de cambiarse de trabajo si su firma les obliga a estar full time en la oficina. Ahora bien, la implementación de este sistema ha provocado un efecto secundario mucho menos atractivo, y es que al ejercer de manera remota, los letrados han visto cómo se alargaba su jornada laboral, ya de por sí extensa. Al estar en casa, los profesionales acaban por hacer más horas extra a las que estaban acostumbrados. No es oro todo lo que reluce.

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