Ambar promete a sus socios financieros disparar sus ingresos de 2,5 M a 43 M en 5 años

Ambar Partners prevé disparar su cifra de negocio de 2,5 millones de euros a 43,16 millones en apenas cinco años. Así consta en el documento difundido entre potenciales inversores en la última ronda de financiación abierta por la firma que lideran Manuel Deó y Rosa Espín. El folleto, al que ha tenido acceso El Confidencial, prevé un crecimiento exponencial de los resultados de Ambar desde 2021 hasta 2025. Al final de ese periodo, según las previsiones trasladadas a sus posibles socios financieros, la compañía no solo incrementaría sus ingresos en un 1.700%, también arrojaría un resultado bruto de explotación (ebitda) de 9,38 millones y un margen de contribución (ingresos menos costes variables; es decir, la retribución de los socios) de 14,53 millones.

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Tras la consulta de este diario, Manuel Deó, co-CEO de Ambar, relata que la ronda se cerró con éxito hace un par de semanas. A ella acudieron los inversores actuales, pero también se produjo la entrada de algún nuevo socio estratégico. "La captación de nueva financiación se debe a la necesidad de mejorar nuestras capacidades para responder al incremento de la demanda que experimentamos en España y Portugal, jurisdicciones en las que prestamos servicios, así como al ambicioso proyecto tecnológico que estamos desarrollando", explica Deó. El letrado subraya que, hasta la fecha, Ambar ha cumplido con todos los hitos previstos en su presupuesto, "y nos hemos consolidado como líder indiscutible en el ámbito de los abogados por proyectos, y en el segmento de primer nivel".

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El documento distribuido entre los inversores refleja que el bufete prevé doblar su facturación durante cada uno de los próximos cuatro ejercicios. Así, los 2,5 millones de euros efectivamente ingresados en 2021 pasarán a ser 4,88 en el ejercicio siguiente; un 95,2% más. Dicha cuantía se elevará hasta 10,17 millones de facturación en 2023; un 108,4% más. Un año más tarde, las ventas serán de 20,85 millones; lo que supone un crecimiento de un 105,01%. Y, finalmente, en 2025, alcanzarán los 43,16 millones, un 107% más respecto del ejercicio anterior.

La evolución del ebitda también será muy favorable durante ese periodo. El folleto refleja que, el pasado año, el resultado bruto de explotación de Ambar fue de menos 531.000 euros —en las cuentas anuales depositadas en el Registro Mercantil figuran pérdidas por valor de 547.130 euros—; unos números rojos que se mantendrán también en 2022, por valor de 147.000 euros. A partir de entonces, el ebitda pasa al terreno positivo, con 774.000 euros en 2023; 3,147 millones en 2024, y 9,384 en 2025.

El crecimiento de la firma, asimismo, no se vería acompañado de un incremento proporcional de los gastos operativos (los costes fijos), que irán representando cada vez una proporción menor de la cifra de negocio. Si la cuantía de costes fijos de 1,28 millones euros correspondiente a 2021 supone el 51% de las ventas de Ambar (2,5 millones) en ese año, dos ejercicios más tarde ese porcentaje se rebajará al 24% —2,48 millones de euros, frente a unos ingresos de 10,17— y, en 2025, será del 11% —5,14 millones en gastos operativos, ante una facturación de 43,16 millones—.

La ronda de las últimas semanas no es la única abierta por Ambar desde su creación. En el Boletín Oficial del Registro Mercantil (BORME) constan otras tres ampliaciones de capital; dos en 2020 y otra en agosto de 2021. Tras la segunda y la tercera, se produjo la modificación del órgano de administración de Ambar, dando entrada a nuevos cargos en el mismo. En las cuentas anuales del bufete figura, una prima de emisión en 2021 de 2.311.864 euros y, en 2020, de 509.400 euros.

Clientes y socios

El documento de Ambar subraya que, tras su "trayectoria exitosa en dos años", su potencial sigue siendo de "alto crecimiento". Gracias, entre otras circunstancias, al margen para ampliar la cartera de clientes y expandir los servicios ofrecidos a los ya existentes. El valor promedio de los proyectos contratados al bufete, según expone el documento, es de 40.000 euros; la duración media de los mismos 4,7 meses y la tasa de retención de clientes del 96%.

Además, la firma destaca su "poca dependencia en un solo cliente". En las infografías del folleto se expone que, en el año en curso, Acciona representa el 10% de los ingresos; Amadeus, el 9%; el fondo Asterion, el 8%, y Repsol, el 7%. Tras ellos figuran FRV (5%), Amazon (4%), ISDIN (3%), Inditex (3%), HSBC (3%) o Blacksone (2%). El resto de clientes, configuran el 47% del negocio a lo largo de 2022. Junto con los mencionados, Ambar menciona en el documento como otros clientes a compañías del Ibex 35 como CaixaBank, Enagás, Ferrovial, Fluidra, Iberdrola, Meliá, Merlin Properties, Red Eléctrica, Sacyr o Solaria. También a grandes empresas como Caser, Coca-Cola, Credit Suisse, Másmóvil, ING, JTI o Novartis; o a fondos y participadas como Aliseda Inmobiliaria, Nazca, Incus Capital o Lone Star.

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En la actualidad, Ambar señala que trabaja con 229 partners (así define a los abogados asociados a los que remite trabajo o convoca para formar parte de sus proyectos), aunque estima que a final de año contará con 235. La tasa de admisión de los nuevos solicitantes, especifica, es del 5% y la de retención del 89%. La entidad asevera haber recibido más de 5.000 peticiones para convertirse en socio de la firma.

Ambar Partners anunció su apertura en febrero de 2020 como la firma que iba a importar a España el modelo de Axiom, el mayor proveedor de servicios legales alternativos (ALSP, por sus siglas en inglés) del mundo, a través de una alianza en exclusiva para la península y Latinoamérica. Ambos ALSP ofrecen a los clientes la posibilidad de conformar equipos a medida para cada proyecto, seleccionados de entre un pool de abogados (los denominados partners) ajenos a la plantilla de la firma, que pueden aceptar o no el proyecto. De cara al cliente, esta estructura flexible permite ofrecer, según aseguran en Ambar, un asesoramiento de la misma calidad, pero a mitad de precio. Y a los abogados les brinda la posibilidad de elegir cuánto quieren trabajar en cada momento del año en función sus aspiraciones o necesidades, combinando mejor la vida personal y profesional.