Mismas empresas, el doble de deudas: ¿por qué en Cataluña hay más concursos que en Madrid?

El fin de la moratoria concursal del pasado 30 de junio provocó un efecto inmediato sobre el panorama empresarial: cientos de compañías presentaron solicitudes de concurso de acreedores. En julio, y según el Estudio sobre Concursos y Disoluciones elaborado por Informa D&B, los juzgados españoles registraron hasta 774 procedimientos de este tipo, la cifra más alta desde marzo de 2014. En ese mes, Cataluña destacó como la Comunidad Autónoma con más concursos, aglutinando el 26,3% del total. No es la primera vez. Desde hace años, esta región encabeza de forma indiscutible el 'ranking' de concursos, superando con holgura a Madrid.

La imposición de Cataluña sobre Madrid en el ámbito concursal está presente desde, por lo menos, 2006. Es el año en el que el Colegio de Registradores comenzó a recabar (y publicar) los datos de estos procedimientos disgregados por regiones. En un principio, la diferencia entre ambos territorios era mínima, si bien con la crisis de 2008 la distancia creció, aunque no de forma relevante. Con la recuperación económica, los números volvieron a acercarse, pero a partir de 2018, Cataluña ha registrado un aumento progresivo de los concursos que, agravado por la pandemia de coronavirus, la ha llevado a prácticamente duplicar los números de la capital.

En lo que llevamos de año, de hecho, esta región suma 1.905 procesos, mientras que en Madrid se han contabilizado 954. Es decir, la mitad. Les siguen, ya más rezagadas, la Comunidad Valenciana y Andalucía, con 738 y 494 concursos presentados, respectivamente. Se trata de una tendencia llamativa, teniendo en cuenta que ambos territorios cuentan con un número similar de compañías. ¿A qué se debe, por tanto, este desfase?

Aunque las razones son numerosas, hay dos que destacan especialmente. En primer lugar, los tribunales de una y otra comunidad. "Los juzgados catalanes y, en especial, los de Barcelona, son mucho más innovadores y ágiles que los de Madrid", indica Unai Olabarrieta, presidente de la Asociación Profesional de Administradores Concursales (ASPAC). En los últimos años, los jueces de la región han dado varios pasos al frente para mejorar los procesos de insolvencia y empresarial y dar soluciones rápidas a los administradores con deudas. De este modo, han conseguido salvar muchas empresas gracias al concurso.

En Madrid, sin embargo, los juzgados de lo mercantil tienden a ser más lentos, por lo que los procesos se prolongan demasiado. Para cuando se ha encontrado una solución, ya es demasiado tarde. La compañía ya está tocada de muerte y el concurso termina, irremediablemente, en un proceso de extinción. Ahora bien, esta lentitud no se debe a la incompetencia o falta de interés por parte de los jueces madrileños. "Aunque el número de juzgados es parecido, en Madrid están mucho más saturados. Las empresas son más grandes, por lo que los procesos son más complejos y se acaban alargando", explica Olabarrieta.

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Muy ligado a este motivo, Maribel Vázquez, socia directora de Mercantil y Civil de Selier Abogados, agrega otro factor: la cultura empresarial catalana, más propensa a acudir a esta vía cuando tiene problemas de insolvencia. "En Cataluña los empresarios son más cautos y no tienen tantas reticencias a la hora de iniciar este proceso", explica. La explicación es clara: al funcionar con agilidad los juzgados, el concurso de acreedores cumple con el objetivo para el que fue diseñado: sanear las cuentas de una compañía con problemas financieros y evitar su quiebra.

De nuevo, los empresarios madrileños no ven esta opción como una solución, por lo que evitan acudir a ella hasta que no les queda más remedio. Tanto es así que, a pesar de que Cataluña encabece el 'ranking' de concursos de acreedores, Madrid es, de lejos, la Comunidad con más disoluciones de sociedades. En la primera mitad de 2022, la capital registró un total de 6.090 disoluciones (casi el 30% del total), muy por encima de las 1.613 catalanas.

Restricciones en Cataluña

Ahora bien, estas no son las únicas explicaciones para este fenómeno. Para Ricardo San Marcos, vicepresidente y socio responsable del área de reestructuraciones e insolvencias de Vaciero, el covid ha jugado un papel importante a la hora de agrandar las diferencias entre los concursos presentados en ambos territorios. "Tras el confinamiento, Cataluña fijó una serie de restricciones muy severas que hicieron mucho daño a la hostelería, el comercio, los servicios... Madrid, en cambio, resistió mejor porque permitió que el consumo se mantuviera", recuerda.

Es decir, que las limitaciones de aforo, horario y ocio que impuso la Generalitat durante 2020 y 2021, resintieron, a ojos del socio, el tejido empresarial catalán en mayor medida que el madrileño, provocando un mayor número de concursos en la ciudad condal.

En la misma línea, San Marcos apunta a una razón de tamaño de las organizaciones. "Las compañías que están concursando en este periodo son de pequeño tamaño; negocios pequeños, locales, autónomos. Y este perfil es bastante más común en Cataluña que en Madrid", puntualiza. De acuerdo con los datos de Informa, del total de procedimientos presentados en agosto, el 87% correspondieron a microempresas, y el 11% a empresas pequeñas. Las medianas, en cambio, apenas supusieron el 1,3% y las grandes no alcanzaron el 1 (0,66%).