DLA Piper se muda a Castellana 39, sede a la que Casado quiso llevar el Partido Popular

DLA Piper hace las maletas. Según ha podido saber El Confidencial, el bufete internacional deja sus oficinas en el paseo de la Castellana 35 de Madrid, inmueble propiedad de Pontegadea, el 'family office' de Amancio Ortega, y se marcha cuatro números más hacia el norte, al 39 de la misma vía, edificio que actualmente acoge la sede de Abertis, propiedad de Allianz.

La compañía de infraestructuras, por su parte, ha decidido trasladarse a la capitalina zona de Azca, al edificio que Banca March posee en el número 89 del paseo de la Castellana, mudanza que el anterior PP de Pablo Casado quiso aprovechar para instalar ahí su nuevo cuartel general, planes que la crisis interna del partido y la llegada de Alberto Núñez Feijoó se llevaron por delante.

De este modo, la firma que dirige Jesús Zapata abandona su histórica sede en Madrid, en la que todavía ocupa tres plantas y en donde cuenta con el rótulo de su marca en la parte alta del edificio. Un espacio de 4.125 metros cuadrados y varias plazas de 'parking' por el que el despacho venía abonando en los últimos ejercicios una cuantía de algo más de dos millones de euros al año.

El contrato de arrendamiento de DLA Piper con Pontegadea finalizaba el próximo 31 de diciembre de 2022. El pasado mes de octubre, desde la firma se señalaba que, aunque aún no se había prolongado el mismo, su intención, en principio, era "la de renovar". Una idea que, visto lo visto, ha cambiado en los últimos meses. Este diario se ha puesto en contacto con DLA Piper, pero desde el bufete han declinado confirmar la información o hacer ningún comentario al respecto.

La mudanza de DLA conllevará el traslado de los 120 profesionales que conforman la firma. En el último ejercicio cerrado, el bufete facturó 28,5 millones de euros en España, situándose como uno de los despachos que conforman el 'top 25' de la abogacía de los negocios que elabora El Confidencial.

Su nuevo cuartel general es un edificio de 4.128 metros cuadrados repartidos en planta baja, ocho alturas y tres plantas subterráneas de aparcamiento, ubicado en el corazón del paseo de la Castellana.

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R. Ugalde

Cuando se desató la crisis interna en el PP, la formación política estaba en avanzadas conversaciones con Allianz, aseguradora dueña del inmueble, que con este movimiento habría sellado la operación de oficinas del año.

Pero todo saltó por los aires con el escándalo por las comisiones que cobró el hermano de Isabel Díaz Ayuso por la compra de mascarillas en los peores momentos de la pandemia y el presunto espionaje a la familia de la presidenta madrileña encargado desde Génova, que le costó la presidencia del partido a Casado.

Este rápido desenlace jugó en contra de los intereses de Allianz, que de repente se vio sin el gran inquilino que esperaba y con Abertis decidida a marcharse, elementos que inclinaron la balanza en favor de DLA en sus negociaciones.