El único pueblo que se les escapó a PNV y Bildu: el PP se venga en la Rioja Alavesa de un 'pacto de perdedores'

Hay que buscar mucho para encontrar un municipio donde, en estas elecciones vascas, no hayan ganado PNV o Bildu. Estas dos formaciones, que han logrado 27 escaños cada una en el cómputo global, han pasado el rodillo y se han alternado victorias en todos los municipios de las tres provincias. Menos en uno. Hay que escudriñar el sur del mapa y, justo en el límite con La Rioja, aparece, coloreado de azul, Laguardia. Es el lugar es donde el PP ha logrado romper la muralla nacionalista. Eso sí, solo ha sido por cinco votos.

En esta localidad de 1.472 habitantes, conocida por ser la capital de la Rioja Alavesa y una de las mecas vinícolas del País Vasco, el PP ha cosechado 248 apoyos (30,77 %) frente a los 243 del PNV (30,15 %) y los 216 de Bildu (26,8 %). Más lejos quedaron el PSE, Vox o Podemos, con apenas el 10% de los votos entre los tres.

No obstante, el recuento dibuja un vuelco con respecto a los resultados de la cita autonómica precedente, la de 2020. Entonces, el PNV barrió con 245 votos (35,66%), frente a los 159 del PP (23,14%) y los 157 de Bildu (22,85%). Este cambio de tendencia no es casual. Entre una cita electoral y otra ha habido unas elecciones municipales y una agitada legislatura, con volantazo incluido.

El 23-J, coincidiendo con los comicios locales, el PP logró la victoria y se alzó con cuatro concejales frente a los tres del PNV y los dos de Bildu. La mayoría en este ayuntamiento está fijada en cinco ediles y nacionalistas y abertzales se unieron para investir de nuevo como regidor a Raúl García (PNV), que así logró repetir al frente de un consistorio al que llegó en 2019 gracias, también, a un pacto con Bildu.

La plaza de toros

No obstante, con el discurrir de la legislatura se ha dado una circunstancia que ha podido servir de acicate para que algunos votantes de la localidad retirasen la confianza al partido de su alcalde. En Laguardia han visto cómo, tras el pacto de investidura con Bildu, el primer edil recibió en diciembre luz verde para sacar adelante los presupuestos gracias a un pacto con el PP, el partido que ganó las elecciones y que tiene más representación en el pleno municipal.

El peaje que los populares pusieron a este apoyo también fue curioso y tuvo que ver, entre otras cosas, con recuperar la plaza de toros de una localidad donde, tradicionalmente, el PP ha gobernado. Desde Bildu, tras conocer que el alcalde había accedido a las peticiones de los populares, se opusieron a las cuentas con un no rotundo pese a ser "socios preferentes" del primer edil.

Con el resultado de esta noche parece que las aguas electorales han vuelto a su cauce en Laguardia, una aldea gala del PP vasco. Al margen de su victoria en las últimas municipales, y con la excepción de las autonómicas de 2020, allí se impusieron los populares en las citas de 2016, 2012 y 2009.

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Y si la cara para el PP está en Laguardia, muy cerca de allí, en Navaridas, un municipio de apenas 197 habitantes, los populares han perdido la partida, esta vez, frente al PNV. Esta localidad fue, en las autonómicas de 2020, uno de los dos municipios que resistieron al empuje de PNV y Bildu.

El otro fue Ermua, de marcado carácter simbólico, ya que de allí era Miguel Ángel Blanco, el concejal asesinado por ETA en 1997 y cuya figura unió a los españoles contra la violencia de la banda terrorista. Allí ganó el PSOE en 2020 y, en la cita de ayer, volvió a imponerse el PNV.