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La propuesta de ERC de crear un cupo catalán desata hostilidades con el nacionalismo vasco
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La propuesta de ERC de crear un cupo catalán desata hostilidades con el nacionalismo vasco

El candidato del PNV a 'lehendakari', Imanol Pradales, exige "respeto" a los republicanos tras deslizar que el modelo vasco no es solidario con el resto de comunidades. Aragonès defiende que Cataluña recaude y gestione todos los tributos

Foto: Asistentes a un mitin del PNV ondean ikurriñas. (EFE/Javier Etxezarreta)
Asistentes a un mitin del PNV ondean ikurriñas. (EFE/Javier Etxezarreta)
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"En el modelo vasco, la aportación a otras comunidades es casi inexistente”. Estas palabras, pronunciadas por la consejera catalana de Economía, Natàlia Mas, durante la presentación de la propuesta de ERC para que Cataluña gestione y recaude todos los impuestos, es decir, para que la región tenga un concierto económico y cupo a semejanza del vasco, no han sentado nada bien en el PNV. La insinuación de que el modelo de Euskadi es “insolidario” ha levantado a los jeltzales, que han censurado las palabras de Mas y su candidato a lehendakari, Imanol Pradales, ha exigido “respeto” a Pere Aragonès.

La iniciativa de ERC, liderada por Aragonès, busca replicar en Cataluña el sistema fiscal de Euskadi, pero, según remarcó Mas, creando un fondo de solidaridad para las “comunidades de menos capacidad fiscal”. El planteamiento de los republicanos, además de poner en pie de guerra al resto de autonomías del régimen común ―también las del PSOE rechazan un cupo catalán―, ha caído como una bomba en el PNV. Los jeltzales “respetan” que ERC plantee un concierto económico propio, pero no pasan por las insinuaciones de insolidaridad.

No es la primera vez que el independentismo catalán y el vasco chocan a cuenta de la singularidad fiscal de Euskadi. Un ejemplo son las palabras de Josep Lluís Cleries, entonces senador del PDeCat, en una intervención en la Cámara Alta en mayo de 2017, que defendió que algunos “cobran” por estar en España, en referencia a Euskadi, mientras Cataluña “paga”.

“Nosotros respetamos que cualquier partido político, como ha hecho el señor Aragonès, plantee un sistema de financiación para Cataluña al estilo del concierto vasco, pero no admitimos que se sugiera que somos insolidarios”, ha defendido Pradales. El candidato a la Lehendakaritza ha remarcado que la “singularidad” fiscal de Euskadi está amparada legalmente por el Estatuto de Gernika y por la Constitución, además de desgranar una serie de cifras que pondrían en tela de juicio la falta de compromiso del País Vasco con el resto de autonomías.

Foto: La ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez; la portavoz, Pilar Alegría, y el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, este martes en la Moncloa. (Europa Press/Alberto Ortega)

Pradales ha precisado que la aportación de Euskadi a las cargas generales del Estado es mayor que el peso de la comunidad en términos de población y de PIB. El volumen de habitantes de la región representa el 4,6% del conjunto de España, mientras que el Producto Interior Bruto supone el 5,9% del total nacional “y contribuimos con el 6,24%. Es decir, si la deuda pública española es de x, nosotros contribuimos con el 6,24% de esa deuda”, ha remarcado el candidato.

Más allá de la aportación a las cargas generales, Pradales ha defendido que Euskadi también transfiere otra serie de fondos y que el modelo que opera en la comunidad supone un riesgo para la misma. “Además, participamos poniendo dinero en el fondo de compensación territorial del que no recibimos nada. El sistema del concierto es singular, solidario y de riesgo unilateral. Nosotros tenemos que gestionar las políticas públicas en Euskadi con el dinero que recaudamos en Euskadi sin que nadie venga a rescatarnos y sin que venga el Estado a poner dinero si nos van las cosas mal”, ha zanjado.

Foto: El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès. (EFE/Quique García)

La lógica que late tras la propuesta de ERC es la diferencia entre el volumen total de impuestos que pagan los catalanes, 52.000 millones, y lo que recauda la Generalitat, 30.000. De ahí la exigencia de que sea Cataluña la que recaude y gestione el montante total. La iniciativa republicana propone para completar el sistema un cupo como el vasco, es decir, devolver al Estado el dinero que este destina a las inversiones y gastos de la Administración central en Cataluña, y la creación del fondo interterritorial solidario, el mecanismo que ha levantado las críticas del PNV. No obstante, ERC no ha especificado la cuantía de ninguno de los dos además de dejar al margen la Seguridad Social.

El modelo vasco, por su parte, se remonta al siglo XIX y se sustenta en el acuerdo suscrito entra la comunidad y el Estado para regular la relación de ambas partes en materia fiscal. Las tres haciendas forales tienen potestad para articular su propio sistema tributario. Las Juntas Generales de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa (los parlamentos provinciales) regulan los impuestos y tienen autonomía para legislar como consideren en IRPF o impuestos como el de Patrimonio o Sociedades, fijando su tipo y deducciones. El cupo, la aportación que transfiere Euskadi al Estado en virtud de los servicios que este haya prestado en la comunidad, completa el modelo.

"En el modelo vasco, la aportación a otras comunidades es casi inexistente”. Estas palabras, pronunciadas por la consejera catalana de Economía, Natàlia Mas, durante la presentación de la propuesta de ERC para que Cataluña gestione y recaude todos los impuestos, es decir, para que la región tenga un concierto económico y cupo a semejanza del vasco, no han sentado nada bien en el PNV. La insinuación de que el modelo de Euskadi es “insolidario” ha levantado a los jeltzales, que han censurado las palabras de Mas y su candidato a lehendakari, Imanol Pradales, ha exigido “respeto” a Pere Aragonès.

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