La indignación en los autónomos lleva ahora a Urkullu a anunciar 30 millones en ayudas

La fuerte indignación que ha provocado entre los autónomos vascos la gestión de las ayudas concedidas por el Gobierno vasco para hacer frente a los efectos del coronavirus, tanto por la “ridícula" cuantía de tres millones de euros asignada para un colectivo que supera los 171.000 profesionales en Euskadi como por el caos del proceso elegido, con el sistema colapsado desde el primer minuto y por espacio de cuatro horas, ha llevado al lehendakari, Iñigo Urkullu, a informar ahora que se va a habilitar una nueva partida de 30 millones de euros

El anuncio del presidente vasco ha sorprendido por las formas y el momento. En primer lugar, porque la nueva partida para ayudar a autónomos y micropymes, que es diez veces superior a la anterior cuantía, ha sido comunicada por el presidente vasco en una comparecencia tras liderar la reunión del Comité Asesor del Plan Vasco de Protección Civil al ser interpelado por los medios de comunicación vía telemática por el clamor existente entre los autónomos. Este colectivo ha puesto el grito en el cielo por la “ridícula” subvención –el programa solo dará cobertura a un millar de autónomos, el 0,6% del total de inscritos en Euskadi, al ofrecer ayudas de hasta 3.000 euros por solicitud–, y la “chapuza” del sistema elegido para tramitar las peticiones, que se colapsó nada más abrirse la madrugada del jueves –desde las 00.01 hasta las 4.00 horas– ante la avalancha de solicitudes debido al criterio de atender las mismas por orden de llegada.

El anuncio de Urkullu sorprende por las formas y el momento: a pregunta de los medios y tras rechazar durante días la petición para incrementar la partida

“Anuncio que vamos a crear una nueva partida de 30 millones para ayudas a través de varios departamentos a autónomos y micropymes”, ha informado Urkullu en respuesta a la pregunta de los medios de comunicación por la fuerte polémica que ha generado el caos del programa de choque urgente para hacer frente a los efectos del Covid-19 en estos profesionales. En todo caso, aún es una incógnita el procedimiento que se va a seguir para conceder estas subvenciones directas para compensar los gastos corrientes de los autónomos ante la paralización de la actividad económica, caso de las cuotas a la Seguridad Social o el alquiler de los locales, y que será dado a conocer “en los próximos días”.

También el momento ha causado sorpresa porque el anuncio de la nueva partida llega después de que el Gobierno vasco haya desatendido de forma sistemática las peticiones de las asociaciones de autónomos de incrementar la “muy corta” cuantía asignada. De hecho, ayer mismo, y ante el elevado clamor de este colectivo por el colapso del sistema además de la insuficiente ayuda, el director del Servicio vasco de Empleo (Lanbide), Borja Belandia, había descartado de momento incrementar las ayudas al limitarse a dejar constancia de que el Departamento estudiaría ampliar la subvención entre la petición de “disculpas” a los ciudadanos por el fallo del método empleado para el acceso a esta convocatoria de ayudas.

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"Sabemos que el colectivo de autónomos lo está pasando mal y por eso pusimos en marcha esta medida. Podríamos haberlo hecho de dos maneras: una, repartiendo la partida entre todas las solicitudes, lo que no solucionaría el problema de nadie, o dos, el criterio que hemos usado de ayudar con hasta 3.000 euros a unos cuantos autónomos”, señaló el responsable de Lanbide, canalizador de estas ayudas, para justificar el programa de choque contra el coronavirus puesto en marcha.

Con el anuncio de esta partida de 30 millones, a expensas de dar a conocer cómo se va a canalizar el procedimiento, Urkullu quiere aplacar el enorme cabreo de miles de autónomos que se colocaron delante del ordenador la madrugada de este jueves para intentar en vano registrar la solicitud de ayudas –muchos de los posibles perceptores de la subvención desistieron de su intento antes de que el sistema se reactivara a las 4.00 horas desesperados por el permanente bloqueo del sistema y dadas las horas intempestivas–.

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Ahora, el Gobierno vasco deberá abordar cómo inyecta músculo financiero a esta nueva línea de ayudas, que se nutrirá en gran parte del movimiento de partidas presupuestarias. Así, Urkullu ha dado a conocer que su gabinete está procediendo ya "a la revisión y, en su caso, reestructuración" de las cuentas públicas de 2020, que salieron adelante gracias al apoyo de Podemos en Euskadi y que ya de por sí han sido retocadas a la baja ante la importante caída de ingresos prevista por los efectos de la pandemia –la estimación es de una bajada del 3,6% del PIB–.

Al igual que hizo ayer Belandia, el lehendakari ha justificado este viernes el programa inicial de ayudas pese a las críticas por su escaso montante para atender las necesidades de un colectivo con una gran repercusión en el tejido productivo vasco. “Por la premura con la que queremos actuar ante la situación de los profesionales individuales y los colectivos vulnerables en el ámbito profesional dimos un primer paso”, ha defendido. Por ello, ha avanzado que esta nueva cuantía de 30 millones para autónomos es “un paso más de otras partidas que estamos poniendo en marcha entre varias instituciones y departamentos del Gobierno vasco” y que afecta a las Consejerías de Empleo y Políticas Sociales, Desarrollo Económico e Infraestructuras, Comercio y Turismo o Cultura. Estas ayudas, además, se complementarán con los programas que se habilitarán a nivel municipal y desde las tres diputaciones forales.

El Parlamento aprueba una iniciativa para reclamar "una moratoria general" en el pago de impuestos entre los reproches de la oposición al Gobierno

Los reproches políticos por la “insuficiente” respuesta a las necesidades de los autónomos se han evidenciado este viernes en la Diputación Permanente del Parlamento Vasco –la Cámara está disuelta tras la convocatoria de elecciones autonómicas anticipadas que ahora permanece en suspenso por la evolución de la pandemia–, donde precisamente se ha aprobado una iniciativa para reclamar que se aplique "una moratoria general” en el pago de impuestos a los establecimientos de comercio, hostelería y turismo, y a los empleados y autónomos que han tenido que paralizar su actividad por el coronavirus durante el periodo en el que se mantenga vigente la emergencia sanitaria.

La Cámara también ha planteado analizar la creación de un fondo de compensación para estos negocios dentro de dos iniciativas propuestas por el PNV y el PSE –los partidos que sustentan el Ejecutivo de Urkullu– que no han contado con el apoyo de ningún grupo de la oposición, ya que Podemos y el PP se han abstenido y EH Bildu ha votado en contra entre críticas unánimes a la actuación del Gobierno a la hora de hacer frente a la grave situación que atraviesan los autónomos vascos.