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El derecho a decidir aboca al fracaso la reforma del Estatuto tras 13 meses de 'cocina'
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LOS EXPERTOS REGISTRAN SUS CONCLUSIONES

El derecho a decidir aboca al fracaso la reforma del Estatuto tras 13 meses de 'cocina'

Las profundas diferencias en torno a las cuestiones nucleares de corte soberanista que recoge el texto de los juristas hacen inviable la posibilidad de llegar a un consenso político en el Parlamento

Foto: Última reunión de los juristas de la comisión de expertos, este lunes, en el Parlamento vasco en presencia del letrado de la Cámara Andoni Iturbe (derecha).
Última reunión de los juristas de la comisión de expertos, este lunes, en el Parlamento vasco en presencia del letrado de la Cámara Andoni Iturbe (derecha).

Cuando en octubre de 2018 elParlamento vascoencargó a un grupo de cinco juristas nombrados por los partidos con representación en la Cámara —uno por cada fuerza— la redacción de un borrador de reforma del Estatuto de Autonomía, ya hubo numerosas voces que advirtieron de que el trabajo encomendado era poco menos que misión imposible. ¿Cómo poner de acuerdo en torno a la reforma estatutaria a cinco expertos nombrados de parte por PNV, EH Bildu, PSE, Podemos y PP, y además con el documento base de marcada carga soberanista consensuado por las dos fuerzas nacionalistas —y que rechazaban las otras tres formaciones, por "rebasar la legalidad"— como punto de partida de trabajo?

El tiempo, más de 13 meses después, ha acabado dando la razón a quienes apuntaban a la inviabilidad del mandato. Porque el acuerdo alcanzado en buena parte del articulado por los juristas del PNV, Podemos y PSE, y del que se han desmarcado los expertos de EH Bildu y el PP, que han presentado sus propios planteamientos, se va a quedar en papel mojado ante las insalvables discrepancias que existen en torno a las cuestiones nucleares, con el reconocimiento del derecho a decidir como escollo infranqueable. El consenso en muchas cuestiones queda sin efecto si se atiende a las diferencias que afectan a los aspectos más controvertidos, y que se plasman en los 23 votos particulares planteados por el jurista designado por los socialistas: esto es, en la consulta ciudadana previa al recorrido del futuro Estatuto en las Cortes Generales, la relación con España, las competencias que le corresponden al País Vasco o la definición de ciudadanía vasca y la distinción entre ciudadanos y nacionalizados, entre otras cuestiones.

El consenso en muchas cuestiones queda sin efecto ante las diferencias en los aspectos nucleares, con más de 20 votos particulares del jurista del PSE

El experto del PSE, Alberto López Basaguren, ya lo advierte en su voto particular discrepante en relación al reconocimiento del ejercicio del derecho a decidir en la Disposición Adicional Segunda del texto, que une a los juristas del PNV (Mikel Legarda) y Podemos (Arantxa Elizondo) con dos formulaciones similares que encajan la autodeterminación de forma “pactada” con el Estado. “Esta introducción puede poner en riesgo el conjunto del consenso alcanzado”, alerta.

Formalmente, los expertos han culminado el mandato que se les encomendó en octubre de 2018 con el registro este lunes de sus conclusiones, que se plasman en tres textos diferentes: el consensuado por PNV, Podemos y PSE, aunque con los grandes disensos en los aspectos de corte soberanista, el planteado por el jurista de EH Bildu (Iñigo Urrutia), de marcado acento independentista, y el presentado por el experto del PP (Jaime Ignacio del Burgo), que rechaza por “inconstitucionales” los planteamientos de los demás expertos y aboga en esencia por mantener el actual Estatuto de Gernika sin modificaciones.

Foto: Mikel Legarda, junto a Aitor Esteban. (EFE)

Los grandes disensos evidenciados por los expertos, que han escenificado sus diferencias en los pasillos del Parlamento en declaraciones a los medios antes de mantener una última reunión de trabajo previa al registro de las conclusiones en la Cámara, se proyectan a nivel político, adonde se encamina ahora la reforma estatutaria en la ponencia de autogobierno. La pelota está de nuevo en manos de los partidos, que deberán registrar sus propuestas de cara, en su caso, a articular una proposición de ley que dé luz verde a la reforma del Estatuto de Autonomía de 1979, la única norma autonómica en España que no conoce una actualización. Ahora, algunas fuerzas deberán registrar los textos planteados por los juristas para su tramitación como proposición de ley.

Pero las profundas diferencias de fondo, esencialmente en torno al derecho a decidir, abocan al fracaso la reforma estatutaria en la ponencia de autogobierno ya desde el mismo momento en que los expertos han alumbrado un borrador del texto normativo tras más de 13 meses de trabajo, que consta de 146 artículos y nueve disposiciones. El PNV ha rebajado el profundo acento soberanista que recogía en su planteamiento inicial pactado el pasado año con EH Bildu para intentar tejer consensos con Podemos y el PSE, consciente de que una reforma estatutaria debe pasar por el filtro de las Cortes Generales, donde en 2005 encalló el plan soberanista del lendakari Juan José Ibarretxe. Para no correr la misma suerte, el texto que lidera ahora el PNV no contiene los posicionamientos rupturistas del Plan Ibarretxe, que reconocía al País Vasco a decidir su futuro de forma libre dentro de un Estado libre asociado con España de forma unilateral y a través de un referéndum, pero sigue vestido con una carga soberanista que el PSE considera que traspasa la legalidad, lo que hace inviable cualquier acuerdo con quien es hoy su socio en las instituciones vascas, y cuyo apoyo es imprescindible de cara a un hipotético recorrido de la reforma estatutaria en el Congreso.

El PNV ha rebajado el acento independentista de su acuerdo con Bildu pero el texto está vestido con una carga soberanista que aleja el acuerdo con el PSE

Los ‘jeltzales’ no renuncian al derecho a decidir como concepto, como planteamiento general, aunque se formule a través de un ejercicio "pactado" con el Estado. Y ya de por sí este planteamiento es un barrera infranqueable, como ya han advertido los socialistas entre las críticas de la formación de Andoni Ortuzar, que ha mostrado su malestar por las posturas numantinas del partido que lidera Idoia Mendia a las primeras de cambio. Es el gran escollo, pero no el único, ya que las diferencias alcanzan también a la relación con el Estado, la consulta previa a la aprobación del nuevo Estatuto en el Congreso, el reconocimiento de la nacionalidad vasca, las competencias que le corresponden al País Vasco —el PNV reclama además de las recogidas en el Estatuto aquellas que el Estado “no se haya reservado expresamente” y “cualquier otra que España atribuya, transfiera o delegue a partir de ahora"—, la posibilidad de la anexión de Navarra

Se trata de cuestiones centrales que no han logrado unir a los juristas —todo lo contrario— y que ahora amenazan con tumbar cualquier posibilidad de reforma del Estatuto en la ponencia de autogobierno, donde ya solo por plazos se da por descartada la posibilidad de alcanzar cualquier acuerdo a lo largo de una legislatura que da sus últimos coletazos, con las elecciones vascas de otoño de 2020 en el horizonte. El desarrollo de la tramitación legislativa es incierto a día de hoy. El letrado entregará hoy las propuestas de los juristas a la Mesa del Parlamento y, a partir de ahí, todo es una incógnita.

El desarrollo de la tramitación legislativa es todavía incierto, si bien la reforma estatutaria no sería una realidad, en su caso, hasta la próxima legislatura

La ponencia de autogobierno se reactivará el próximo día 11 con una reunión en la que los grupos deberán decidir cuáles van a ser los siguientes pasos a dar. Los grupos podrían darse un tiempo para analizar las diferentes propuestas de cara a realizar sus aportaciones e, incluso, no se descarta llamar a comparecer a los expertos. Estas y otras cuestiones están pendientes de dilucidar de cara al desarrollo del trabajo parlamentario que debería alumbrar, en su caso, una proposición de ley de reforma del nuevo Estatuto que, como último paso, deberá contar con el aval del Congreso.

Mientras tanto, las desavenencias políticas van 'in crescendo' en las últimas horas. El PP vasco, que ya de partida, sin que haya comenzado el trámite parlamentario, ha advertido de que utilizará todas las balas judiciales para frenar lo que califica como el ‘Plan Ibarretxe 2’, ha anunciado este lunes que en la primera reunión de la ponencia de autogobierno pedirá el archivo de los textos presentados por los juristas “ante el profundo desacuerdo” constatado. En este escenario, de continuar hacia delante, “se nos abocaría a un conflicto entre el País Vasco y el resto de España”, tal y como está sucediendo en Cataluña, según expone su presidente, Alfonso Alonso, que denuncia que el sesgo soberanista del texto del PNV “violenta la Constitución”.

El PP pedirá en la primera reunión de la ponencia de autogobierno el archivo de los textos de los juristas ante "el profundo desacuerdo" existente

En este escenario, el lendakari, Iñigo Urkullu, ha lamentado que haya partidos que planteen el derecho a decidir como un “tótem” y otros como algo “tabú”. Frente a los postulados que enmarcan el derecho a decidir fuera de la legalidad, el presidente vasco ha defendido que es “posible” el encaje del ejercicio de la autodeterminación en la reforma estatutaria si se interpretan de forma “flexible” los derechos históricos amparados en la Constitución. Por ello, Urkullu ve “viable” un acuerdo en torno al nuevo Estatuto y, así, ha reclamado “altura de miras” a los partidos para llegar a un consenso. Pero, de cara a este hipotético acuerdo, ni el lendakari ni el PNV renuncian al derecho a decidir. El portavoz ‘jeltzale’ en el Congreso, Aitor Esteban, ha incidido este lunes que esta cuestión está en el ADN del partido y ha reclamado al PSE “flexibilidad y menos radicalidad”.

El PNV es consciente de que tiene que sumar a los socialistas. La opción de volver a las tesis más soberanistas en la ponencia de autogobierno y reeditar el consenso con EH Bildu que derivó en el documento base para los juristas está prácticamente descartada, porque una unidad de acción exclusiva con la antigua Batasuna no va a tener ningún recorrido en las Cortes Generales. Precisamente, la coalición ‘abertzale’ ha vuelto a arremeter hoy contra la formación de Ortuzar por alumbrar una “chapucilla” de propuesta de reforma estatutaria para intentar atraer al PSE y Podemos, según ha censurado Arnaldo Otegi. El líder independentista ha criticado que la postura del PNV ha supuesto “un paso atrás”. “El país esperaba y necesitaba otra cosa”, ha subrayado.

Foto: Alonso durante su intervención en la sesión de control de este viernes. (EFE)

El panorama es el que es, las posibilidades de llegar a un consenso amplio con recorrido legal en el Parlamento son prácticamente nulas a día de hoy, pero el PNV no arroja la toalla. De hecho, su jurista en la comisión de expertos ha querido este lunes poner en valor “el avance” alcanzado en muchos aspectos de cara a la “renovación de un nuevo pacto de autogobierno más allá de las divergencias”. Pero este intento del diputado `jeltzale’ en el Congreso de poner en valor lo positivo encalla, por las sustanciales diferencias en los aspectos troncales, lo que deja sin valor los acuerdos alcanzados a efectos prácticos.

En este aspecto ha incidido Jaime Ignacio del Burgo, que ha presentado su propuesta como una enmienda a la totalidad al texto acordado por PNV, Podemos y PSE. “Ha sido un rotundo fracaso”, ha evidenciado a la hora de aludir al trabajo de la comisión de expertos, que ha naufragado “no por la incapacidad de sus miembros sino porque era un imposible”. Incluso, de cara al trabajo político que ahora toma el mando, el jurista propuesto por el PP ha vinculado lo que pueda ocurrir en el Parlamento con los movimientos en Madrid de cara a facilitar la investidura de Pedro Sánchez. "A lo mejor en estos momentos, con un presidente de zzzzgobierno que pueda necesitar ciertas muletas para poder ser investido presidente, pueden tener más posibilidades que las del Plan Ibarretxe", ha señalado.

Cuando en octubre de 2018 elParlamento vascoencargó a un grupo de cinco juristas nombrados por los partidos con representación en la Cámara —uno por cada fuerza— la redacción de un borrador de reforma del Estatuto de Autonomía, ya hubo numerosas voces que advirtieron de que el trabajo encomendado era poco menos que misión imposible. ¿Cómo poner de acuerdo en torno a la reforma estatutaria a cinco expertos nombrados de parte por PNV, EH Bildu, PSE, Podemos y PP, y además con el documento base de marcada carga soberanista consensuado por las dos fuerzas nacionalistas —y que rechazaban las otras tres formaciones, por "rebasar la legalidad"— como punto de partida de trabajo?

PNV Bildu Nacionalismo Iñigo Urkullu
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