De los descarrilamientos a los pasajeros andando por la vía: el Cercanías de Madrid, otro punto débil de Puente

Solo unos días después de que Óscar Puente lanzara sus dardos contra el presidente argentino, Javier Milei, abriendo un frente internacional dentro de su lista de polémicas, al ministro le ha vuelto a estallar otro problema nada más empezar la semana, pero esta vez mucho más casero: el Cercanías de Madrid. A primera hora de la mañana de este lunes, en las redes sociales empezaron a brotar los vídeos de usuarios de los trenes a los que se podía ver abandonando los vagones y lanzándose a caminar por las vías para intentar llegar a la estación de Atocha.

Los pasajeros denunciaron que habían estado casi una hora encerrados en el convoy antes de, en plena hora punta, abandonarlo para intentar llegar de cualquier forma y a tiempo, bien a sus trabajos, bien a las aulas o a cualquiera que fuera su tarea. Desde Adif señalaron que había un problema de señalización que provocó los retrasos en varios trenes, pero la batalla política ya estaba abierta y recordó al episodio de diciembre, cuando las relaciones entre la Comunidad y el Ministerio se tensaron a consecuencia de tres descarrilamientos en este mismo servicio prácticamente consecutivos.

El Gobierno de la Comunidad de Madrid, como ocurrió entonces, fue uno de los primeros en reaccionar, y lo hizo a través del consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, Jorge Rodrigo, que cargó contra el ministro. Tildó las imágenes de pasajeros por las vías de "inaceptables" y acusó a Puente de "desentenderse del caos del Cercanías en Madrid", una línea que también siguió el PP desde Génova, donde el portavoz Borja Sémper instó al ministro a "dejar de generar conflictos políticos dentro y fuera y ocuparse en resolver los problemas que tiene en casa".

En este sentido, el titular del ramo elevó a 200 las incidencias que desde Sol han contabilizado en lo que va de año y relacionadas con el servicio que prestan estos trenes, una herramienta fundamental en la movilidad de la región y que gestiona el Ministerio. Esta cifra, unida a las 700 que, igualmente según los datos recabados por la Comunidad de Madrid, se registraron el año pasado, elevaría a los 900 los problemas relacionados con retrasos, averías y similares que han sufrido los usuarios del servicio.

Por ello, volvió a exigir a Puente más inversión en la red de Cercanías madrileña y reclamó la convocatoria de la Comisión de Seguimiento del Cercanías que, según expresó y pese a tener que reunirse mínimo cada seis meses, lleva sin convocarse desde el pasado octubre, antes incluso de los incidentes con los trenes que descarrilaron. Igualmente, requirió la convocatoria de la Conferencia Sectorial de Transportes. Este diario ha preguntado al gabinete que dirige Puente por estos dos extremos, pero no ha habido respuesta.

Las críticas, sin embargo, no llegaron únicamente de filas populares e incluso los socios del Gobierno criticaron las imágenes que se sucedieron en la mañana de este lunes. La portavoz de Más Madrid, Manuela Bergerot, calificó como "intolerable para la vida cotidiana de los madrileños" una escena como la vivida en las inmediaciones de Atocha. Al igual que desde filas populares, la portavoz de Más Madrid en la Asamblea reclamó al Gobierno que "cumpla" con las inversiones prometidas para esta red, que cuentan con 9 líneas en Madrid que emplearon en 2022 un total de 205 millones de viajeros, o lo que es lo mismo, 700.000 al día.

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Este nuevo frente se suma a la larga lista de polémicas que horadan la figura institucional de Puente y que tienen un espectro muy variado: desde el carácter internacional del caso Milei, hasta un perfil mucho más local, como puede ser el enfrentamiento con su sucesor en el Ayuntamiento de Valladolid, Jesús Julio Carnero, a cuenta del soterramiento de las vías en la ciudad.

De igual modo, las constantes críticas que el ministro vuelca en sus redes sociales contra otros políticos o medios de comunicación tampoco sirven para alejar del foco a un político que también tuvo varias polémicas epistolares. Concretamente con José Luis Sanz, alcalde de Sevilla, que le pidió por carta una reunión y denunció que, además de no cristalizar dicho encuentro, le había bloqueado en X; y con el Gobierno de La Rioja, encabezado por Gonzalo Capellán, quien criticó que, pese a no haberse reunido con ellos para escuchar su propuesta, el ministro anunció una nueva línea de tren para su región que, sin embargo, no respondía a las demandas sociales, empresariales ni políticas de la autonomía.