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Esto es lo que lleva la maleta de un oso panda 'made in Spain': 100 kg de bambú y agua de Madrid
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Esto es lo que lleva la maleta de un oso panda 'made in Spain': 100 kg de bambú y agua de Madrid

Rebeca Ortega preparó el equipaje de los últimos ejemplares que seguían en el zoo. La mayoría nacieron o crecieron en España, pero la cuidadora viajó con ellos China para decir adiós a 16 años juntos. Así recuerda la despedida

Foto: El viaje de los últimos pandas del zoo de Madrid. (Cedida)
El viaje de los últimos pandas del zoo de Madrid. (Cedida)

A Rebeca Ortega aún le extraña no ver a Hua Zui Ba y Bing Xing nada más llegar al trabajo. Los conoció hace 16 años, cuando fue asignada como una de sus cuidadoras en el Zoo Aquarium de Madrid. Allí conviven más de 1.300 animales de 333 especies distintas, pero en ese momento solo había dos osos panda. China acordó en el año 2007 enviar a una pareja de estos mamíferos asiáticos a España para que crecieran en el zoológico madrileño y tuvieran allí a sus crías, con idea de ir mandándolas a Chengdu, capital de Sichuan, cuando se hicieran algo más mayores.

El convenio contemplaba que los pandas adultos volverían al país una vez cerraran su etapa reproductiva. Así lo hicieron junto a los tres pequeños que les quedaban en la capital y a una amiga de toda la vida: la propia Ortega. Ella ya había estado antes en China acompañando a otro hermano de los pandas, pero este viaje fue muy diferente. "Como sabía que era un adiós definitivo, la carga emocional fue mucho mayor. Sé que allí estarán bien, pero duele", rememora.

placeholder Rebeca y otra cuidadora vigilan que todo está en orden antes de la marcha de los osos panda. (Cedida)
Rebeca y otra cuidadora vigilan que todo está en orden antes de la marcha de los osos panda. (Cedida)

En ese momento hacía unas semanas desde que, el 29 de febrero, partió con los cinco animales –dos adultos y tres crías, Chulina y los gemelos You You y Jiu Jiu– hacia el país asiático, donde permanecería con ellos durante unos días más. Nunca antes había pasado tantos años dedicada casi exclusivamente a una familia entera, menos aún de estos osos, que no son naturales ni habituales de España.

Pero no serán los últimos que pasarán por el zoo de Madrid. China ha renovado el convenio con la marcha de Hua Zui Ba, Bing Xing y sus hijos, así que próximamente volverá a traer a otros dos ejemplares en edad reproductiva para que, nuevamente, crezcan y tengan a sus crías en España. Desde el zoológico de la capital señalan que el acuerdo ya se ha firmado y, aunque aún no tienen una fecha, la idea es que reciban "a los pandas a lo largo de este año", si todo va según lo previsto.

Preparación durante meses

A Ortega, que ya conocía esta noticia, le "ilusiona" el reto de "empezar de cero" llevando ya otra experiencia similar bajo el brazo. Cree que podrá ser "más consciente" de lo que hace y de cómo debe relacionarse con ellos. Sobre todo después de "todo lo que se ha trabajado" para coordinar la vuelta de la familia panda a Chengdu. El viaje en avión no llegó a durar ni un día entero, pero prepararlo fue cosa de meses.

"Ni siquiera recuerdo cuándo empezamos a entrenarlos", reconoce la cuidadora, que tiempo antes de partir estuvo trabajando con los animales. No era para menos. Acostumbrados a la vida en el zoológico, transportar a cinco ejemplares gigantes en un avión que surcaría los cielos durante unas 15 horas no parecía fácil. "Hasta les hicimos las maletas", se ríe Ortega, que diseñó junto a sus compañeros el equipaje de los pandas.

placeholder Un cuidador comprueba el interior de una de las cajas donde transportaron a los pandas. (Cedida)
Un cuidador comprueba el interior de una de las cajas donde transportaron a los pandas. (Cedida)

Premios, cebos y cajas

Cien kilos de bambú, un buen puñado de manzanas, miel, algo de pienso y mucha agua para el viaje: este fue el equipaje que llevaron para los pandas desde Madrid. "Para que no estuvieran inquietos en el vuelo, nos pusimos a pensar en todas las cosas que les gustan. Cuantas más lleváramos, más fácil sería", explica Ortega. El trayecto a Chengdu fue la prueba de fuego, pero a principios de año ya mostraron a los animales las cajas que los transportarían dentro del avión. Cada una con el nombre y una imagen de su huésped, en la que cada día iban dejándoles comida o pequeños cebos para hacerles pasar al interior.

Poco a poco, se fueron acostumbrando. "Sabíamos que iría bien porque hicimos una adaptación muy lenta para ellos, pero todo salió redondo", se sorprende aún la cuidadora. Junto a Ortega viajó un veterinario "por si las moscas", pero afortunadamente los animales "se mostraron muy calmados" en la ruta y "prácticamente no hizo falta intervenir". Una vez en tierra firme, se quedaron unos días en Chengdu para visitarlos y, poco a poco, ayudarles a acostumbrarse a su nueva vida. Que, de momento, será solo de transición: "El primer paso era llevarlos a la base de los pandas", revela la trabajadora del zoo.

placeholder Chulina, la cría de oso panda gigante del Zoo Aquarium de Madrid. (EFE/Zipi)
Chulina, la cría de oso panda gigante del Zoo Aquarium de Madrid. (EFE/Zipi)

Se refiere a unas instalaciones en la ciudad donde los animales permanecen bajo vigilancia 24 horas. A cada uno se les asigna al menos un cuidador, y los mantienen en "habitaciones de adaptación" mientras se decide a qué reserva los trasladarán. "Es un hogar transitorio", aclara su compañera de viaje. ¿Seguirá junta toda la familia o los reasignarán en destinos distintos?

Ortega lo desconoce, pero la primera opción le parece "poco probable". Al fin y al cabo, los pandas "son seres solitarios". No suelen convivir con otros ejemplares y, sin ser excesivamente territoriales, su carácter es muy independiente. Sea cual sea su destino, este ya será el último viaje de los pandas madrileños en su mudanza a Chengdu.

A Rebeca Ortega aún le extraña no ver a Hua Zui Ba y Bing Xing nada más llegar al trabajo. Los conoció hace 16 años, cuando fue asignada como una de sus cuidadoras en el Zoo Aquarium de Madrid. Allí conviven más de 1.300 animales de 333 especies distintas, pero en ese momento solo había dos osos panda. China acordó en el año 2007 enviar a una pareja de estos mamíferos asiáticos a España para que crecieran en el zoológico madrileño y tuvieran allí a sus crías, con idea de ir mandándolas a Chengdu, capital de Sichuan, cuando se hicieran algo más mayores.

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