Un oso panda como 'mascota' para Usera: así será el Chinatown que no convence a todos

Madrid tiene un plan ambicioso. Trasladar la famosa idea londinense y neoyorkina de ‘Chinatown’ al barrio de Usera, caracterizado por sus decenas de comercios y locales chinos y más de 10.000 residentes de la misma nacionalidad en el censo. "Son madrileños de China porque llevan aquí más de 20 años", explica la concejala del distrito, Loreto Sordo, quien anunció el proyecto el pasado 29 de septiembre tras la junta de Gobierno. “Usera quiere ser un punto de interés cultural para los visitantes, aprovechando la realidad de su multiculturalidad”, sentenció.

Esta última iniciativa forma parte de un plan estratégico para potenciar "los atractivos del barrio de la mano de la gastronomía y la cultura chinas, al tiempo que prosigue con los procesos de integración social llevados a cabo para garantizar la convivencia", explica el Consistorio. La intención es la de "revitalizar la zona", además de mejorar la conectividad del distrito periférico —ubicado a seis kilómetros de la Puerta del Sol— con espacios como el Matadero y Madrid Río. "Es algo que ya tenemos", apunta Sordo a este medio, "¿por qué no institucionalizarlo?". No obstante, no todos están de acuerdo. Hay quienes temen que vivir a pie del ‘Chinatown’ madrileño se convierta en un “zoológico”.

El proyecto que el Consistorio tiene en mente se financiará con fondos europeos Next Generation y se ha abordado con la asociación de comerciantes chinos del barrio. Y consistirá en delimitar la entrada y salida del pequeño Pekín con arcos que se situarán en la plaza del Hidrógeno y en la confluencia de las calles del Olvido y Dolores Barranco. Esta última, además, será peatonalizada para favorecer los desplazamientos e impulsar el comercio local. Pero eso no es todo: en la esquina con Olvido se pretende instalar una estatua de un oso panda de 500 kilos sobre una base de granito —cortesía de la comunidad china— que se presentará el próximo 5 de noviembre.

“Estupendo, pero hay prioridades infinitamente más importantes que poner un oso panda ahí. A los únicos que les interesa esto es a los comerciantes, no los que viven aquí”, apunta Fidel Oliván, al frente de la Asociación de Vecinos La Mancha. “Nadie nos avisó”, continúa. Poco después de que se hiciese público el anuncio, los residentes pidieron explicaciones al Ayuntamiento. Se reunieron la semana siguiente para tratar de llegar a un punto común, donde, explica Oliván, no le vio “mucho futuro” al proyecto.

Los comerciantes consultados de la calle Marcelo Usera y Dolores Barranco desconocen la iniciativa. “No me suena de nada”, dice la dueña de un supermercado asiático, “no salgo mucho de casa, pero me gusta la idea”. Según datos del Ayuntamiento de Madrid, el distrito tiene una población de 142.454 habitantes. Oliván teme que este proyecto pueda aumentar los precios de los alquileres y la atracción turística, potenciando la salida de los actuales residentes del barrio. José María y María José son un matrimonio con más de 70 años en Usera a sus espaldas. “Solo quedan dos tiendas a las que me gusta ir a comprar y yo creo que con esto puede ir a peor”, apunta ella. Pero para Luis, 65 años y Verónica, de 61, es una buena idea. “Convivimos muy bien. La comunidad china vive más en una burbuja y todo es perfecto. Nos parece bien si así se invierte en el barrio y, por ejemplo, mejora la limpieza”, apunta él.

"Buscamos descentralizar la actividad turística. Los visitantes pueden alargar su estancia en Madrid si se les ofrece más recursos. Además, el fenómeno de Usera ha surgido de forma natural, la comunidad china ha ido asentándose ahí, no ha sido nada ficticio", apuntan fuentes del área de Turismo.

Pero que Usera quiera potenciar su esencia asiática no es nada nuevo. El Año Nuevo Chino empapa el barrio de dragones, banderines rojos y gente por las calles celebrando la entrada del nuevo ciclo. Desde el Consistorio confían que dar un paso más allá aumentará la actividad del barrio. Este último año, con la entrada de la era del Tigre, se realizaron diferentes talleres, actividades culturales como funciones en el Teatro de Arte Acrobático de Guangzhou y concursos gastronómicos, involucrando a la Embajada china y al Centro de Cultura de China de Madrid, que participan activamente en la organización del evento.

TE PUEDE INTERESAR

¡Llega el Año Nuevo Chino 2022! Comienza el año del Tigre de Agua

El Confidencial

Para esta última iniciativa, “se aumentará la programación cultural en la zona los fines de semana y va a potenciar el atractivo gastronómico de los establecimientos del distrito, especialmente los de comida China”, apuntan desde el área de Turismo. Además, desde el Consistorio aseguran que en el diseño de los motivos decorativos ha participado la comunidad china para ajustarse más a la realidad.

La arteria principal del barrio es la transitada Marcelo Usera, caracterizada por el incesante trasiego de coches y viandantes por las aceras a todas horas del día. Multitud de restaurantes, peluquerías, tiendas de electrónica y supermercados abundan a cada lado. Y aunque, en su mayoría, los trabajadores de los comercios son originarios de China, la mayoría de estos vecinos viven especialmente en las calles Nicolás Sánchez y Dolores Barranco. Por esta última circula la línea 6 de la EMT, clave para los desplazamientos al centro de la ciudad. "No entiendo exactamente qué ocurriría con la línea. Si mueven las paradas... ¿tendrán los mayores que andar un kilómetro para llegar a coger el autobús?". "La línea 6 no va a desaparecer", asegura la concejala. De hecho, se instalará una parada en la perpendicular a Dolores Barranco, provocando un leve desvío en el trayecto.