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El exclusivo regalo de Dalí que sufrió a los vándalos pero levantó al barrio de Salamanca
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El exclusivo regalo de Dalí que sufrió a los vándalos pero levantó al barrio de Salamanca

Los vecinos de Goya-Dalí celebran la reforma que prepara el Ayuntamiento para la plaza que lleva el nombre del artista de Figueras. En los últimos años, los vándalos robaron su esfera e incluso hubo altercados

Foto: La plaza de Felipe II, donde está el monumento de Dalí. (EFE/Emilio Naranjo)
La plaza de Felipe II, donde está el monumento de Dalí. (EFE/Emilio Naranjo)

Aunque han sido años de lucha vecinal, la primera reacción fue de júbilo. Al otro lado del teléfono, Juan Carlos Castilla resopla y suelta un "¡anda ya!", cuando se le enumeran algunos cambios que el Ayuntamiento de Madrid realizará para la plaza de Dalí, en el barrio de Salamanca. Es el portavoz de la Asociación de Vecinos de Goya-Dalí, que ha protagonizado numerosas protestas en defensa de este espacio. El enclave alberga una escultura y un dolmen diseñados por el mismísimo Salvador Dalí, el artista figuerense que donó este conjunto monumental a Enrique Tierno Galván, entonces al frente de la ciudad.

Era 1986, Dalí regaló esta estatua de 350 tondeladas para una plaza que se edificó sobre 17.000 metros cuadrados de terreno. Pero lo que vino después no fue tan idílico. El regalo fue objeto del vandalismo en distintas ocasiones. En los años que siguieron, la esfera que colgaba de la figura de Isaac Newton, esculpida en bronce, también sufrió a los incívicos.

Una de esas veces se pensó que la habían robado, aunque luego se descubrió que simplemente se había descolgado del resto y apareció a los pocos días en los alrededores. En otras ocasiones, la arrebataron de su lugar e incluso en alguna ocasión la policía pilló in fraganti a quienes trataban de hacerse con un objeto único.

placeholder La escultura que Dalí regaló a Madrid. (EFE)
La escultura que Dalí regaló a Madrid. (EFE)

Los vecinos, preocupados, alertaron entonces a las autoridades de este y otros problemas, como la basura que se amontonaba junto al conjunto y que la gente dejaba a su paso por la plazoleta. Hablaron de "suciedad" y "gamberrismo" en su exposición de motivos para elaborar un documento que enviaron a los responsables municipales. Ahí hacían algunas propuestas para "salir de este hoyo". A finales de año, cuando se aprobó la reforma, la delegada de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento, Paloma García Romero, anunció algunas de las mejoras que el equipo consistorial tenía en mente para mejorar la plaza.

¿Qué falta?

La responsable del área comunicó que el entorno recuperaría su fuente ornamental y al Dolmen le sería devuelto el pavimento radial circular que servía de base al conjunto y a la vez se extendía alrededor. La reforma integral que precedió a estas últimas alternaciones lo eliminó, provocando la ira de los vecinos y el inicio de las protestas, que llegarían luego a los tribunales. García Romero habló también de una renovación del mobiliario urbano, mejoras en el saneamiento de los conductos hídricos o más jardineras y espacios verdes.

En tiempos del alcalde José María Álvarez del Manzano se ejecutó otro trabajo similar. Era 2002, cuando se empezó a hablar de los cambios e incluso se debatió si trasladar la estatua y todo el conjunto a otra parte de la ciudad. Esto fue lo que más escandalizó a los vecinos, tal y como asegura el representante vecinal consultado, Juan Carlos Castilla. Llevaron la cuestión al Tribunal Supremo, que les dio la razón y constató que este era un bien inmueble especial para la ciudad, y no estaba permitido moverlo del sitio en el que lo proyectó Dalí.

Foto: La escultura de bronce del Dolmen de Dalí. (Flickr/Loris Bottello)

Así que esta norma obligó al Ayuntamiento al mantener el Dolmen en su sitio y a plantear otras medidas alternativas de protección. Sin embargo, los vecinos de Goya-Dalí recuerdan haber ofrecido en ocasiones anteriores varios proyectos en fase de borrador, con ideas para blindar la estatua y mejorar las condiciones de la plaza, a los técnicos municipales. Muchas, precisamente, han sido acogidas por este nuevo plan, aunque otras "han quedado en el tintero". Por ejemplo, una barrera física que rodeara el conjunto y lo protegiera de actos incívicos.

Esta medida no la contempla el anteproyecto en manos del Ayuntamiento, que, sin embargo, opta por devolver el bloque de granito a los pies de la estatua, aunque aún no ha especificado si será el mismo que un día se quitó o uno nuevo, similar, o con algunos cambios respecto al original.

"Hace años que no pasan los incívicos por aquí o, al menos, no desaparecen elementos de la estatua ni encontramos basura o pintadas", se alegra este vecino. Sean cuales sean los cambios definitivos, solo desea que la tranquilidad "permanezca en un lugar tan único como el que Dalí escogió para este exclusivo regalo" y que ha vivido en las últimas décadas una convulsa historia entre reformas y vándalos.

Aunque han sido años de lucha vecinal, la primera reacción fue de júbilo. Al otro lado del teléfono, Juan Carlos Castilla resopla y suelta un "¡anda ya!", cuando se le enumeran algunos cambios que el Ayuntamiento de Madrid realizará para la plaza de Dalí, en el barrio de Salamanca. Es el portavoz de la Asociación de Vecinos de Goya-Dalí, que ha protagonizado numerosas protestas en defensa de este espacio. El enclave alberga una escultura y un dolmen diseñados por el mismísimo Salvador Dalí, el artista figuerense que donó este conjunto monumental a Enrique Tierno Galván, entonces al frente de la ciudad.

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