El artista de 89 años que cuestiona los logros de la IA y sigue innovando con los pinceles

Luis Gordillo es un pintor veterano. Este año, a finales de agosto, celebró su 89 cumpleaños. Y, sin embargo, su actitud y su arte reflejan que se maneja muy cómodo en el presente. Sus pinturas, de grandes dimensiones, como una especie de gran collage, donde formas y colores son una suerte de amalgama indiscriminada de referencias, resultan algo fresco y vivo. Gordillo no es un pintor abstracto, como le gusta decir, sus piezas dibujan problemas y soluciones a diferentes cuestiones que inundan nuestro día a día. En sus cuadros hay un choque frontal de ideas, que invitan a que miremos con la mente abierta.

La muestra, que puede verse en la sala Alcalá 31, prorrogada recientemente hasta principios de marzo, plantea unas líneas de investigación que transitan 25 años de vida. "La obra más antigua es de 1998 y la más nueva de 2023. La que da la bienvenida en la Sala Alcalá 31 de la Comunidad de Madrid se titula Martirologio cromático (2006) y cerraba la muestra Iceberg tropical en el Museo Reina Sofía en 2007", comenta Bea Espejo, la comisaria de la exposición y una de las más incisivas e inquietas críticas de arte.

Pre-tecnológico

Para intentar descifrar algunas de las claves que aparecen en la obra del autor sevillano, aprovechamos también para charlar con Chus Martínez, la responsable del Art Gender Nature Institute de Basilea, que tiene un formidable texto en el catálogo. Para ella, el pensamiento y la forma de trabajar de Gordillo son tremendamente estimulantes, más si tenemos en cuenta el momento que estamos viviendo.

TE PUEDE INTERESAR

Pilar Aymerich, la fotógrafa que retrató la liberación de la mujer en la Transición

Abraham Rivera

"La tecnología nos ha hecho ver cosas que gente pre-tecnológica ya hacía previamente con unos parámetros interpretativos más grandes", revela la también curadora, con una exposición que se ha inaugurado recientemente en el Museo Thyssen. "No es una cuestión estética o formal, sino que estás viendo cosas que realmente están pasando y que las estás viendo en una situación histórica donde la tecnología no tenía ninguna relevancia a ese nivel".

Para Martínez, el acercamiento de Gordillo es fascinante, "crece con cada minuto histórico". Y compara la mente del artista con lo que le pedimos a tecnologías como ChatGPT: "Estamos viendo que la gente le está pidiendo cosas a estas Inteligencias Artificiales para que mezcle cosas con cosas. La cabeza y el lienzo de toda esta generación previa, y él en concreto, lo hace a diario. Mezcla todas las fuentes y hace de eso otra realidad".

Esta deriva, la de la IA, que de momento es un conjunto de saberes expresados al tuntun, le sirve a Martínez para poner más en valor si cabe el trabajo de artistas como Gordillo: "De lo que la gente se tiene que dar cuenta es que la Inteligencia Artificial vive de nuestra inteligencia, y de la inteligencia de las cosas vivas. El arte ha tenido muchísima influencia a la hora de generar situaciones e ideas que ahora las ves y dices, ¡oye, el ordenador, qué cosa!".

Gordillo uno de los grandes artistas que despacha generaciones a cada paso, nacido en 1934, ha sido Premio Nacional de Artes Plásticas en 1981, Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 1996 y Premio Velázquez de Artes Plásticas en 2007, entre otros galardones importantes. Con una obra que se reparte por los cinco continentes.

Tiempo y atención

Cuando uno se desplaza por el espacio de la sala, donde varios muros van delimitando el recorrido, se ve absorbido por los cuadros. Piden atención y tiempo. "Un equilibrio entre seducción y oposición, que es donde el arte te coge y ya no te suelta. El arte que interesa, claro, como el suyo. Ese que se mantiene vivo con el tiempo", dice Espejo en el catálogo. "La dualidad entre la idea del yo y el otro siempre ha estado presente en su producción, pero en esta muestra va más allá de la retórica y se adentra por ese laberinto psíquico, emocional y artístico de su personalidad. Todo es intuición aquí. Un ejercicio del artista por sorprenderse a sí mismo en cada sala y cada planta, pensadas como una forma incierta pero eficaz de conocerse y, ya puestos, de darse a conocer".

Son pinturas que en muchos casos exceden los marcos, con las líneas de fuga, sus círculos característicos y el profundo colorido que las inunda. Para Espejo, el arte de Gordillo también tiene algunos referentes. "Ha dicho y redicho que la pintura acabó con su generación y sigue convencido de ello. Sigmar Polke y Martin Kippenberger. Esa generación alemana a la que pertenece", destaca la curadora. "Sus influencias han sido los movimientos artísticos que ha usado como otra realidad cualquiera, como se usa un paisaje o un jarrón para pintarlos. La serialidad del pop, el expresionismo americano, los colores de Frank Stella. Juan Gris y el cubismo sistemático o Bacon y sus cabezas de los años sesenta".

Y menciona como referentes que pueden intuirse en sus pinturas las obras del grupo El Paso, los manotazos de Lucio Fontana, Rene Magritte y sus trampantojos, la abstracción conceptual de Jonathan Lasker, "el primer informalismo de Tàpies, los garabatos de Twombly o las arpilleras agujereadas de Millares".

Juventud y saber

Esa es la grandeza de Gordillo, que además en esta exposición muestra collages, fotografías y escritos. Siempre con ese humor, fino, satírico y verdaderamente hábil, que le es propio. Para la crítica madrileña, Gordillo es equiparable a un artista verdaderamente joven, que sigue preguntándose por todo, que no acepta el trabajo ya hecho y que sigue avanzando, casi sin mirar atrás, aunque debemos decir que su obra tiene mucho de trabajo minucioso, de algo ya visitado muchas veces. Y reescrito, ofreciendo un punto de vista novedoso. Ágil, vivo, por momentos inestable, que busca nuevos desvíos en un código abierto, para que podamos contrastar las diferentes derivas en su insólita manera de hacer.

TE PUEDE INTERESAR

La exposición que bucea en la vida de cien artistas y por qué estos se dedicaron al arte

Abraham Rivera

"Esa hazaña es fácil para quien sabe que es un artista fundamental del arte español y un referente en las nuevas perspectivas de la imagen pictórica y de la naturaleza fotográfica", continúa explicando Espejo. "También, una de las mentes más jóvenes, rápidas, lúcidas y curiosas del contexto del arte. Un artista indiscutible, aunque a él eso cada vez le pese más y prefiera a quien le pone entre las cuerdas. Algo bulle en su cabeza igual que en su pintura, que casi burbujea, echa humo o hace ruido".

Gordillo sigue trabajando a diario en su estudio, a las afueras de Madrid. Es un espacio que tiene en el mismo lugar donde vive. Ahí se suelta con el pincel, gira la mano, observa y continúa dando todo lo que puede de sí. "Dice que se asfixia en cuanto la cosa empieza a repetirse. A él lo que le gusta es el trabajo extra: romper y volver a empezar", concluye Espejo.