Lo más top de la música urbana está en Vallecas y los conciertos (solo 200 personas) son un lujo

Madrid Urban Fest es un pequeño gran festival”. Mercedes Goiz, su directora Artística, repite la frase unas cuantas veces durante la conversación que tenemos con ella. Y parece que no le falta razón, condiciones tiene para todo ello: un enclave privilegiado —el salón de actos del Centro Pilar Miró, en Villa de Vallecas, donde caben unas 200 personas— y una programación donde se aprecia un gusto exquisito, con algunas de las estrellas del firmamento urbano más interesantes del momento. Todo ello acompañado por una serie de actividades de perfil cultural, desde proyecciones de documentales hasta talleres de danza o roller dance, que terminan de redondear la propuesta.

“El festival empezó la semana pasada y estamos muy contentos. La gente se levantaba a las primeras de cambio y ya no se sentaba, se notaba mucho la energía que había entre público y artistas”, apunta Goiz sobre un programa de conciertos que permitirá ver a los madrileños a 11 artistas en directo. Este viernes 15 con Insert Soul, Antony Z y Tony Anzis, y el sábado con Vivi K y Teo Lucadamo. La próxima semana cierran el festival DL Blando y Deva (viernes 22), y Erika Dos Santos y Sara Socas (sábado 23).

Goiz insiste en cómo de estimulante es trasladar un festival de este tipo a barrios como Villa de Vallecas. “Creemos que es necesario descentralizar mucho de lo que pasa en Madrid, también de elaborar y trabajar una propuesta que sea de calidad”, apunta de una expresión, la urbana, que hoy en día está en boca de todos. “He notado un crecimiento brutal. No es fácil ya traer a algunos artistas, los caches no se triplican, sino que se elevan a cantidades imposibles para un formato tan cercano como el que ofrecemos”.

Esa es otra de las bazas importantes que hay que destacar, unos artistas a los que puede verse y sentirse cerca. Algunos de los videos de la primera semana vistos en las redes sociales permite atisbar a una concurrencia completamente entregada, recitando las letras de sus ídolos mientras estos lanzaban barras sin parar.

Historia de una gran ciudad

Cuenta Antonio Zafra (28 años, Granada), más conocido en el universo artístico como Antony Z, que la tierra tira mucho. Lo dice por su fugaz paso por Madrid, un año en el barrio de Carabanchel, donde ha compuesto el que será su próximo álbum, La gran ciudad, y su posterior vuelta a la tierra del Albaicín. El disco es una obra tejida con muchas de sus experiencias aquí. “Ha sido un año fantástico, donde he podido trabajar mucho. Allí elaboré todo el disco que vamos a presentar en otoño”, comenta desde su Granada natal, donde volvió hace unos meses.

Una Granada que también es uno de los epicentros sonoros de los nuevos ritmos. “Es muy satisfactorio tener cerca a artistas como Dellafuente, Maka o Pxxr Gvng porque ves que han alcanzado cosas. Esto te permite estar con los ojos abiertos y no ponerte barreras”, explica. Sus dos discos anteriores, un EP de nombre Mandela y de esencia “espiritual”, como lo define, y Eclipse, un trabajo mas íntimo con canciones que giran alrededor del amor, lo han convertido en uno de los candidatos más honestos de todo el mundillo urban español. No hay que olvidar que este año realizó su primera gira nacional, en la que agotó las entradas en seis de las ocho actuaciones previstas; además hizo de telonero para el gran Fernandocosta en el Wizink Center a finales de abril.

“Para el directo voy con mi productor Tony Anzis. Tocaremos muchos temas de los discos anteriores, pero también estrenaré cosas nuevas”, desvela de su actuación, a las 21.00, que también va a transitar por el reggaeton y el dancehall. Ritmos latinos que también aparecen en su último EP, San Antonio, una refrescante muestra de lo que es capaz el granaíno.

Deva y Erika Dos Santos en lo más alto

Lo último de Deva (Santander, 23 años), de raíces anglo caribeñas, aunque completamente asentada en Madrid, es una colaboración para el equipo de la ciudad que la acoge. “Trabajar para el Real Madrid es una manera de salir de mi zona de confort”, expone de una canción que le está abriendo a otros públicos, también es una forma de seguir mostrando su particular manera de hacer música. Deva domina géneros como el R&B, el funk o guiños a la música española, pero siempre desde una óptica más intimista.

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“Estoy en un momento en el que quiero cuidarme, ir sin prisa y tener paciencia. En definitiva, dejar espacio a la salud mental”, añade. Hasta la fecha, Deva ha impactado con temas como After, Desnuda o el reciente En verdad, donde canta versos como “Me alegro que te vaya bien / Y Que se parezca a mi”. Todos ellos los cantará el viernes a las 21.00.

El sábado le toca a Erika Dos Santos (Madrid, 26 años) que desde San Cristóbal de los Ángeles, en el distrito de Villaverde, al sur de Madrid, ha construido una carrera alrededor del freestyle. Ella es una de las mujeres que está cambiando y revolucionando el ecosistema de las antiguamente llamadas batallas de gallos. “Es un mundo donde antes de abrir la boca ya te están juzgando”, declara la madrileña, con orígenes en Cabo Verde.

Su trayectoria se ha visto jalonada por éxitos a lo largo de esta última década, como su pase de ronda en la edición de las batallas que tuvieron lugar en Málaga, en 2017, o su paso por el programa Factor X. Ahora está dedicada a la formación de jóvenes, entre los 14 y los 22 años. “Me gusta que cada vez valoren más lo inclusivo y el respeto”, revela de esos talleres de formación que da en centros de menos de Villaverde.

Su paso por las batallas ya lo ha dejado atrás. “Fueron cuatro años, hasta 2019”, comenta. “Me gustaría que la escena fuera más empática. En sí, el ambiente de las batallas no era nada bueno. Creo que debería cambiar para mejor y ayudar con la salud mental”. Junto a Dos Santos —que experimentará con el loop station y estilos como el afrotrap, el drill o la salsa— estará Sara Socas, otro referente del mundo de las batallas, y una gran defensora del papel de la mujer en ellas.

Homenaje a Gata Cattana

El compromiso con el feminismo y la cultura andaluza fueron dos de las grandes valores de Gata Cattana, la cordobesa que falleció en 2017, con 25 años, a causa de una complicación cardíaca. A ella se le rinde homenaje, a las 17.30, con la proyección del documental del director Juanma Sayalonga, presentado en el último Festival de Cine Europeo de Sevilla. Su peso y relevancia, convirtiéndose en una figura clave del rap hace una década, son tratados en una filmación que además cuenta con multitud de imágenes de archivo.

“El documental no solo ahonda en una de las nuevas voces más relevantes del rap de habla hispana en los últimos años, sino que también reflexiona sobre la memoria, el tiempo, el arte y la huella que la gente deja en el mundo”, concluye Goiz.