Un paseo con los vecinos del Bernabéu en guerra con Florentino Pérez: "Vamos a dar leña"

"Yo soy hincha del Madrid, pero esto perjudica la convivencia del barrio", apunta Dolores Flores desde el paseo de la Habana, lugar donde lleva residiendo más de 40 años. Quienes la acompañan asienten con la cabeza. "Vamos a dar leña", sentencia Sacramento Reyes, al frente de la emergente asociación de vecinos de un barrio nada acostumbrado a las reivindicaciones. Los residentes en torno a la Plaza de Sagrados Corazones –abogados, publicistas, arquitectos y parroquianos de la cercana iglesia de San Jorge– se han unido con un objetivo común: protestar por el último gran proyecto del Real Madrid en suelo público.

TE PUEDE INTERESAR

Florentino Pérez ficha a un galáctico de los hoteles para dirigir el nuevo Bernabéu

Ruth Ugalde

El club tiene previsto levantar un hub de movilidad que contempla dos macroaparcamientos subterráneos con capacidad para 2.000 vehículos y 12 autocares, uno en el paseo de la Castellana y el otro bajo la calle Padre Damián, ambos con tres pisos. La intención del consistorio es mejorar la movilidad del entorno, reduciendo el tránsito de vehículos y colaborando con la reducción de emisiones. Y para facilitar el acceso al último, se pretende construir un túnel con la entrada a la altura del número 52 del paseo de la Habana.

Este acceso en mitad de la calle es lo que ha provocado el revuelo de quienes transitan la zona por el estrechamiento de las calles, carriles y aparcamientos. "Esto es muy sencillo, ¿a ti te gustaría tener un túnel delante de tu casa? Si me pusieran una plaza de toros para ver a Morante, me lo pensaba. Pero aun así prefiero irme a las Ventas para no molestar a los vecinos", prosigue Reyes, abogada de profesión.

Ninguno se fía. Dialogan entre ellos asegurando que hay gato encerrado. Moverán cielo y tierra, dicen, para evitar lo que definen como "una herida dolorosa a cuchillo del tejido urbano". ¿Qué hay detrás de este maléfico plan? En el fondo, es todo "un capricho de Florentino", sostienen.

Los adinerados residentes de esta zona – "nos llaman ricos, ¡pues vale!" – pasean alarmados alrededor de dónde se prevé que se ubique la entrada al túnel. Se enteraron del proyecto gracias a los medios de comunicación cuando comenzó el período de alegaciones, pero lo tienen todo planeado. Ana Abasolo, doctora en arquitectura, ha presentado una alternativa: mover la entrada del túnel unos metros más atrás, donde el ancho de la calzada es más amplio. "Así no nos quitan los carriles", explica. Actualmente, el paseo de la Habana cuenta con dos carriles por sentido y bandas de estacionamiento a cada lado. El hartazgo ha provocado que unas 150 personas saliesen a manifestarse este sábado.

El sentimiento de los afectados es de cierto abandono por parte del consistorio. "No nos engañemos, este barrio es votante del PP, pero hay cosas que no", continúa Flores. "Se ríen de nosotros" –dice justo después un publicista que prefiere mantenerse en el anonimato – "es traicionar al madridismo de siempre por el jeque que viene de Arabia un fin de semana". Consideran que todo este plan, defendido por el Ayuntamiento y el Real Madrid para mejorar la movilidad de la zona y satisfacer la demanda del aparcamiento existente, es "un insulto a la inteligencia".

Sin embargo, y apenas un mes después de enterarse de la noticia, el delegado de Movilidad, Borja Carabante, mantuvo una reunión con los indignados. El Ayuntamiento ha llevado a cabo algunas modificaciones en el proyecto inicial. La boca del túnel se mantendrá en la misma ubicación, pero aseguran que permanecerán dos carriles en cada dirección y, aunque no cuentan con un estudio de impacto ambiental, las obras arrancarán el primer semestre del año que viene.

¿Parkings eco?

Las aglomeraciones de vehículos se forman en hora punta en la entrada de los colegios. Eso, unido a las obras del estadio Santiago Bernabéu, ha provocado un aumento del tráfico en la calle Padre Damián. El templo merengue lleva cinco años entre andamios y aunque algunos catalogan el panorama como "insoportable", otros lo defienden por esa clásica convivencia entre el club y esta zona de la ciudad. Pero esto no significa que estén también dispuestos a permitir los parkings.

Alfonso Cantero, de la Asociación de la Parroquia San Jorge, explica que nada de esto mejorará el tránsito en el barrio: "Las plazas habilitadas para residentes son solo 500. Esto es solo para que la gente pueda ir directo a la puerta del estadio". Y los paseantes aseguran que no hay un problema de aparcamiento en el barrio. El último escrito del Ayuntamiento matiza que de las 617 plazas del parking de Padre Damián, 458 serán para residentes y habrá espacio para 50 bicicletas eléctricas. Además, y para diluir el boom de coches a la entrada y salida de los centros escolares - hay tres en la zona-, contará con un espacio reservado para la bajada de viajeros en zonas educativas; una copia del clásico modelo americano Kiss&Drive.

TE PUEDE INTERESAR

Madrid es un enorme atasco: ¿tiene sentido desmontar todos los 'scalextric' franquistas?

Alfredo Pascual

El consistorio asegura que sí se ha realizado un estudio técnico del tráfico y que no se prevé un aumento del mismo, pero además entra en juego el Plan Especial de Mejora del Medio Urbano y de Ordenación Pormenorizada del Estadio Santiago Bernabéu, aprobado en 2017, que defiende el uso del transporte público por encima del privado. Hay quienes aseguran que el efecto que provocará la obra será justo el contrario. "Nada de esto es ecológico porque solo aumentarás el número de vehículos en el barrio", afirma con contundencia José Hernández, especialmente preocupado por la cuestión medioambiental.

Los vecinos consideran que la propuesta es un sinsentido si se tiene en cuenta el proyecto de movilidad sostenible del Ayuntamiento, Madrid 360. Apuntan que para reducir las emisiones se tendría que desincentivar el uso del vehículo privado, mientras que la construcción de dos grandes aparcamientos hace todo lo contrario, invitar a los aficionados del Real Madrid a ir al Bernabéu en coche. "Este proyecto, más propio del desarrollismo franquista de los años 60 y 70, parece como si llevara la firma de Arias Navarro y ese tipo de alcaldes franquistas. Imagínate que al scalextric de Atocha le hubieran puesto la etiqueta de ecosostenible porque regulaba el tráfico y evitaba atascos. Pues esto es lo mismo, con la diferencia de que no soluciona ningún atasco", continúa Hernández.

Con todo, recuerdan que existen sentencias del Tribunal Supremo anulando proyectos similares por la ausencia de estudios de tráfico en grandes eventos. El Santiago Bernabéu tiene una capacidad para 80.000 asistentes y, cuando hay partido, muchos huyen de sus viviendas. "Sabemos lo que hay... nos vamos el fin de semana y ya está", apunta Flores, a pesar de tratarse de una gran forófora del Madrid. Mientras tanto, Sacramento Reyes tiene claro cuál es el problema: "Florentino pone el dinero sobre la mesa y se le permite. Y no me opongo a que el Real Madrid haga sus aparcamientos, pero sí un túnel. Nuestro convivir pacífico no tiene por qué verse afectado por un negocio privado".