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Pinto quiere dejar de ser el epicentro de la basura de dos millones de habitantes
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Pinto quiere dejar de ser el epicentro de la basura de dos millones de habitantes

El alcalde de la localidad se moviliza para parar el proyecto que pretende ampliar la actual planta de residuos. Mientras, la Mancomunidad defiende que no hay alternativa sostenible

Foto: Planta de biometanización y envases. (Cedida por Ecologistas en Acción)
Planta de biometanización y envases. (Cedida por Ecologistas en Acción)

El debate se centra en cuándo terminará la historia, aunque todos coinciden en su génesis: 1986. Durante todo este tiempo, la localidad madrileña de Pinto ha acogido el vertedero de lo que después sería la Mancomunidad del Sur, en el que se depositan las basuras de dos millones de habitantes repartidos por más de 70 municipios. La propuesta de ampliación de las plantas de residuos actuales y la creación de otras nuevas en la localidad ha provocado que su alcalde dimitiera como vicepresidente de la Mancomunidad, empezando así una batalla que se espera larga para evitar que el municipio continúe albergando, durante décadas, los restos de los que se lleva haciendo cargo más de 30 años.

Foto: El vertedero de Valdemingómez, al sur de Madrid (Efe)

El cruce de acusaciones entre Diego Ortiz, actual alcalde de Pinto, y Sara Hernández, edil de Getafe y presidenta de la Mancomunidad, está servido. El primero argumenta que la situación es insostenible, pues ya es patente la merma de la calidad del aire en el municipio (su vertedero es el que más metano emite a la atmósfera de Europa), mientras que la segunda defiende que las modificaciones que se van a acometer son necesarias para encontrar una solución al problema de los residuos. A ello se suman las críticas de Ecologistas en Acción, quienes denuncian el incumplimiento del programa de fauna en la zona afectada y se oponen a las ampliaciones.

No fue hasta 2012 cuando la Comunidad de Madrid se salió de los consorcios que, antes del estadio actual, gestionaban los residuos de los municipios. Ahí se crearon las mancomunidades. En la región hay tres en total, y la del Sur es la más grande de todas ellas. “Nosotros gestionamos la basura de 74 localidades, desde Las Rozas, Boadilla y Majadahonda hasta Pinto. No entendemos cómo es posible que el punto de tratamiento de los restos pueda estar a 40 kilómetros del punto en el que se desechan”, cuestiona Ortiz.

placeholder Bolsas verdes de residuos sanitarios. (Cedida por Ecologistas en Acción)
Bolsas verdes de residuos sanitarios. (Cedida por Ecologistas en Acción)

Tras la aprobación del Plan de Residuos de la Comunidad en 2017, “en el que no se contó con la opinión de ningún Ayuntamiento”, incide el alcalde de Pinto, consiguieron frenar la idea de crear incineradoras. En 2019 se empezó a hablar de la posibilidad de erigir nuevas plantas, pero no solo en la localidad pinteña: “El plan que ha presentado la alcaldesa de Getafe a la Consejería de Medio Ambiente sin haberlo aprobado en la asamblea de la Mancomunidad recoge que se va a crear una nueva planta de hasta 200.000 toneladas de basura al año en otra ciudad”, agrega Ortiz, quien desconfía de que el anuncio de dicho municipio se haga pronto debido a la cercanía de las elecciones en la Comunidad de Madrid.

En manos de la Comunidad

El vaso del actual vertedero de Pinto debería clausurarse en los próximos años, por lo que en Getafe se está abriendo otro cuyo cierre planea hasta 2025. ¿Qué hacer a partir de entonces? La respuesta a esa pregunta es la protagonista del revuelo producido cuando Ortiz se enteró de forma indirecta que desde la Mancomunidad ya habían pedido permiso a la Consejería correspondiente la autorización ambiental integrada necesaria para efectuar las nuevas construcciones y expansiones. Todo ello ya está propuesto en un informe presentado en noviembre del año pasado y del que el alcalde tuvo conocimiento en enero de 2022.

Una de sus consecuencias ha sido la multiplicación de hasta por cinco de gaviotas

Los técnicos del Consistorio pinteño respondieron con diversas alegaciones, todas ellas basadas en que “el proyecto actual incumple el objetivo principal por el que se puso en marcha el vertedero, que ha pasado de ocho a más de 70 municipios a los que presta servicio”, en los términos del edil. Una de sus consecuencias ha sido la multiplicación de hasta por cinco del número de gaviotas en la ciudad. Tal y como confirma Ortiz, entre lo proyectado se encuentra la construcción de nuevas líneas de clasificación de residuos, que aumentaría hasta las 75.000 toneladas al año, otra nueva planta de la misma envergadura, a lo que se suma una ampliación del vaso existente hasta 2025 por más de dos millones de metros cúbicos. “Y dejan encima de la mesa la posibilidad de crear un nuevo depósito de 7,5 millones de metros cúbicos de basura”, remarca.

De seis a solo una planta nueva

Hernández, la alcaldesa de Getafe y presidenta de la Mancomunidad del Sur, defiende que “la Comunidad de Madrid deja poco margen de maniobra, ya que es ella quien marca la estrategia y son los municipios quienes deben ejecutarla”. Ella misma incide en que la Mancomunidad se encuentra en un momento en el que debe velar por el cumplimiento de la normativa de la Unión Europea en materia de gestión de residuos: “El informe que hemos presentado tiene claros criterios de sostenibilidad y economía circular, y persigue de manera evidente hacer todo lo posible para disminuir la producción de residuos”.

placeholder Escalones del vertedero. (Cedida por Ecologistas en Acción)
Escalones del vertedero. (Cedida por Ecologistas en Acción)

Así pues, la hoja de ruta marcada contempla una serie de mejoras y nuevas infraestructuras fijada en más de 300 millones de euros, tal y como informa la presidenta de la Mancomunidad, quien agrega: “La Comunidad solo financia la mitad de la inversión y en plazos de hasta 30 años, por lo que los desembolsos iniciales de los municipios serán considerables. Tal cantidad de dinero ni llega ni se gestiona de la noche a la mañana”. Contra las afirmaciones de Ortiz, quien aseguró que se construirían seis nuevas plantas en el término municipal de Pinto, un extremo avalado por el análisis del informe que ha realizado Ecologistas en Acción, Hernández asegura que tan solo se construirá una nueva planta. “Lo demás son adaptaciones en torno a las normativas europeas sobre cómo llevar a cabo una correcta gestión de los residuos”, matiza ella.

Hernández defiende que esas seis plantas que dicen desde Pinto que se van a construir tan solo serán partes integradas, tanto de la que ya hay como de la que sí se proyecta, según la tesis de la edil de Getafe. Por este motivo, critica “la demagogia de algunos partidos políticos” al afirmar sentencias como la anterior. Esa nueva planta a la que se refiere Hernández estará destinada al tratamiento mecánico biológico, “que si no sale adelante, la alternativa es la incineración, que en términos medioambientales es mucho más perjudicial y no se engloba en los parámetros de la estrategia de residuos de la Comunidad de Madrid”, detalla.

Las irregularidades del vertedero

La presidenta de la Mancomunidad, a su vez, afirma que el tránsito de camiones de la basura en Pinto desaparecerá a partir de 2023, año en el que se empezará a llenar el vaso de Getafe, cuya colmatación se señala para 2025. “Si sale adelante el proyecto aseguraríamos que a Pinto y Getafe solo fueran los restos necesarios de los municipios del entorno porque cerca de la carretera A-6 se construirá otro polo de gestión de residuos”, reflexiona Hernández.

Miguel Ángel García es portavoz de Ecologistas en Acción en Pinto. “La opacidad en la gestión de este vertedero ha sido tremenda. Nosotros llevamos años denunciando sus irregularidades”, en sus propios términos. Según sus cálculos, se trata del vertedero más grande de España, que almacena unas 800.000 toneladas de basura cada año. “El 84% de los residuos se entierra sin ningún tratamiento previo”, agrega. Es él quien también remarca la participación de los municipios en la Mancomunidad: “A sus reuniones solo asisten, de media, el 30% de las localidades representadas”.

Este integrante de la organización ecologista incide en que llevan 20 años sin realizar la captación de metano obligatoria que por ley tienen que hacer: “Tenían que tener un sistema de pozos, tuberías y bombas para captar esos gases de cara a evitar que se emitan a la atmósfera y se puedan utilizar energéticamente”, enuncia. Tal y como proponen, se debería crear una red de centros eficientes que cumplan con los objetivos de reciclaje de la Unión Europea, algo que no se realizará con la tecnología propuesta en el informe de la Mancomunidad, a ojos de García.

Los malos olores, “insoportables”, se cuelan por las ventanas abiertas

Ortiz no se olvida de las noches de verano que sufren en Pinto. Los malos olores, “insoportables”, se cuelan por las ventanas abiertas. El alcalde de la localidad también se dirige hacia la Comunidad de Madrid: “Parece que nos tiene inquina, porque aparte de las plantas de residuos también tenemos otras dos de tratamiento de lodos, es decir, de aguas no depuradas”. Por el momento, desde el Consistorio ya han encargado un estudio de calidad del aire, han requerido la apertura de dos expedientes sancionadores a la Mancomunidad por incumplir en plan de fauna y estudian la contratación de un bufete de abogados que analice, por un lado, si se está incumpliendo el convenio firmado en 2006, que ellos entienden que sí, y por otro, que preparen cualquier recurso o demanda necesaria para paralizar todo el proceso de nuevas construcciones.

El debate se centra en cuándo terminará la historia, aunque todos coinciden en su génesis: 1986. Durante todo este tiempo, la localidad madrileña de Pinto ha acogido el vertedero de lo que después sería la Mancomunidad del Sur, en el que se depositan las basuras de dos millones de habitantes repartidos por más de 70 municipios. La propuesta de ampliación de las plantas de residuos actuales y la creación de otras nuevas en la localidad ha provocado que su alcalde dimitiera como vicepresidente de la Mancomunidad, empezando así una batalla que se espera larga para evitar que el municipio continúe albergando, durante décadas, los restos de los que se lleva haciendo cargo más de 30 años.

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