Almeida y los carmenistas se ponen serios: 72 horas para acordar un nuevo IBI

A una semana para que acabe el año, el Ayuntamiento de Madrid y los carmenistas se han puesto serios para desbloquear los presupuestos de 2022. Después de un inicio de semana complicado, con una seria amenaza de ruptura, el Gobierno de PP y Ciudadanos y Recupera Madrid han sellado las conversaciones y han trasladado la negociación a este fin de semana, con el objetivo de alcanzar un acuerdo en las próximas 72 horas. La modificación del IBI continúa como el principal punto de discordia.

Ni el positivo por covid del alcalde José Luis Martínez-Almeida ni la Navidad impedirán la interlocución en las próximas horas. La diferencia con el escenario de hace solo unos días es que ahora las dos partes han cerrado filas y apenas se dan explicaciones sobre la discusión más allá de obviedades. Tanto el Consistorio como los concejales que rompieron con Más Madrid y se integraron en el Grupo Mixto guardan silencio y apelan a la relación de confianza y honestidad que debe primar en una negociación de este tipo, sin filtraciones ni distorsiones. "Se están estudiando las posibles enmiendas a incluir en el proyecto de presupuestos y ordenanzas fiscales", apuntan únicamente desde el Área de Hacienda y Personal, que dirige Engracia Hidalgo, pieza clave en este tira y afloja.

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El plazo de 72 horas se ha constituido después de que el Ayuntamiento de la capital haya suspendido de nuevo la comisión extraordinaria del ramo. El martes se convocó de urgencia para esa misma tarde, pero, casi al borde de su celebración, se anuló y se pasó a este jueves para ganar tiempo en la negociación. Apenas a unas horas para su celebración, sin embargo, se ha vuelto a cancelar sin fijar una nueva fecha, lo que da una pista de que las conversaciones continúan.

Diferencias por el IBI

El martes, la situación era muy distinta. Aunque durante el pasado fin de semana las posiciones se acercaron y se acordaron buena parte de las enmiendas parciales presentadas, la discusión en torno a la bajada del IBI dinamitó cualquier posibilidad de acuerdo. El Ayuntamiento insiste en que la bajada anunciada para todos los tramos al 0,428% es una línea roja insalvable, cifrada en un ahorro de 60 millones de euros para los madrileños; mientras que los ediles carmenistas defienden que este tributo debe ser progresivo y gravarse aún más para los grandes tenedores. Como informó El Confidencial, la negociación quedó enquistada y a punto de la quiebra, pero ese mismo día se recondujo con una nueva propuesta de Recupera Madrid para modificar este impuesto.

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La primera enmienda de los carmenistas reclamaba que el IBI de los inmuebles de naturaleza urbana con un valor catastral de hasta 300.000 euros bajara al 0,4 por ciento, el mínimo por ley; se mantuviera en el 0,456 en los que están entre los 300.000 y el millón de euros, y se elevara al 1,3 por ciento en los superiores a ese importe. Ante la negativa del Consistorio, en una decisión compartida por el PP y Ciudadanos, registraron una nueva oferta. El Grupo Mixto propone ahora que el Ayuntamiento renuncie a la bajada lineal y a cambio ellos eliminarán su exigencia de subir el impuesto a los inmuebles de más de seis millones de euros.

Pese al silencio de las partes, a nadie se le escapa que el IBI será la llave para que Madrid tenga unas cuentas adaptadas a las circunstancias actuales en 2022. El único punto en común hasta la fecha es la certeza de que se debe beneficiar por encima de todo a los inmuebles y colectivos más vulnerables. Este, de hecho, fue uno de los planteamientos del Gobierno municipal, aunque no se aceptó porque Recupera Madrid pedía seguir negociando hasta enero.

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El tiempo será otra de las bazas que marcarán la negociación en las próximas horas. La presión por el final del ejercicio juega en favor de los carmenistas, que en realidad no tienen ninguna prisa ni mayores pretensiones más allá de influir lo máximo posible en el presupuesto. En el caso del Ayuntamiento, es todo lo contrario, especialmente porque la rebaja de impuestos prometida no puede tratarse más allá del 31 de diciembre. Por eso, Almeida eligió a Vox como socio prioritario, si bien su rechazo ha llevado a apurar la vía de los carmenistas hasta el último momento.

Al margen de la bajada de impuestos, en el Ayuntamiento de Madrid recuerdan que estos presupuestos serán clave para hacer frente a la pandemia, con nuevas dotaciones y equipamientos. Pero, sobre todo, por los 200 millones de euros que se esperan de los fondos europeos. Estos son unos elementos compartidos por el Grupo Mixto, aunque aspira a borrar cualquier política relacionada con Vox, como actuaciones en materia de memoria histórica o de defensa de los colectivos LGTBI.