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La carrera por liderar un PSOE-M en ruinas en la que todos huyen de la etiqueta de Ferraz
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PRIMARIAS EN OCTUBRE

La carrera por liderar un PSOE-M en ruinas en la que todos huyen de la etiqueta de Ferraz

La federación afronta unas primarias con dos favoritos. La debacle del 4-M tras la intervención de la dirección federal hace que nadie quiera ser señalado como candidato 'oficialista'

Foto: Juan Lobato saluda a sus compañeros en la Asamblea de Madrid. (EFE)
Juan Lobato saluda a sus compañeros en la Asamblea de Madrid. (EFE)

El PSOE de Madrid está en ruinas. La federación, que no se ha caracterizado por grandes éxitos en las últimas décadas, se encuentra en su peor momento y afronta ahora un proceso de primarias del que debe salir el liderazgo para reconstruir un proyecto que vuelva a ilusionar a su electorado. Llega después de la sonora debacle del 4 de mayo, cuando Ferraz y el equipo de Pedro Sánchez marcaron el ritmo de la campaña y quedaron señalados. Ahora, nadie quiere ostentar la etiqueta de 'candidato oficialista'. Salvo sorpresa mayúscula sobre la bocina, los favoritos apuntan a ser Juan Lobato, portavoz adjunto en la Asamblea, y Javier Ayala, alcalde de Fuenlabrada y el gran regidor de los socialistas madrileños. Con proyectos muy distintos, el primero parece tomar ventaja en una larga carrera en la que no habrá urnas hasta el 23 de octubre.

Ambos concurrirán, a la espera de oficialidad, a los comicios y son los que más opciones tienen para asumir en los próximos meses el rearme de unas siglas que se encuentran muy tocadas en estos momentos, pero que aún tienen un importante poder local en el territorio. Ocho de los 10 municipios más poblados están bajo su mando. Pese a que el partido lleva más de dos décadas sin gobernar en la Puerta del Sol ni en la capital, muchos apuntan a los fallos de gestión de la dirección federal como un elemento decisivo que explica que ahora se encuentren rodeados de escombros.

Foto: El socialista Pepu Hernández. (EFE)

La salida de Pepu Hernández del Ayuntamiento de Madrid esta misma semana fue entendida por diversas fuentes socialistas como el último paso de una gestión nefasta de Ferraz en la región. Su nombramiento en 2019 fue una decisión controvertida y su salida dos años después ha sido vista como la confirmación de un error manifiesto. Ahora nadie quiere que se le identifique claramente como 'el candidato de Sánchez'. "Igual te perjudica más que otra cosa", inciden fuentes del socialismo madrileño. Desde las dos campañas más destacadas, se desliza que no creen que la dirección federal vaya a posicionarse directamente, aunque algunas voces llaman a estar atentos a los pasos que dé la gestora, que dirige Isaura Leal, afín al secretario general.

Pese a esto, sí que ha habido un apoyo destacado en los últimos días: el de la delegada del Gobierno, Mercedes González, a Lobato. El movimiento sorprendió en todos los sectores y entre las campañas de los dos grandes favoritos, incluida la del afectado, según confirman fuentes de ambos entornos. González se posicionó públicamente a su favor, pero antes tanteó la posibilidad de presentarse ella misma a los comicios internos, planteando la propuesta como una opción de consenso que no tuvo una gran acogida y que no fue más allá, según señalan varias fuentes del PSOE madrileño. Desde su entorno, lo niegan.

El paso de González, una figura en auge dentro de la federación tras llegar a la delegación desde el pleno del Ayuntamiento de Madrid, es entendido por muchos como un último intento de controlar la formación por parte del entorno de Rafael Simancas, antiguo secretario general del PSM y actual secretario de Estado de Relaciones con las Cortes.

Los dos proyectos con opciones

Más allá de los favoritos, hay otros dos nombres sobre la mesa. Han anunciado su candidatura Eva Llarandi, secretaria general de Paracuellos del Jarama, y Eduardo Ranz, abogado memorialista que se unirá a la terna. Este último, como Lobato y Ayala, espera para anunciarlo a que Sánchez haya oficializado que buscará la reelección. La fecha para registrar las precandidaturas será el próximo 17 de septiembre, antes de recoger avales (el 2% del censo) desde el 21 y proclamar candidaturas entre el 4 y el 8 de octubre. El 23 de ese mes se acudiría a votación en primera vuelta y la confirmación en el congreso regional tendría lugar entre el 13 y el 14 de noviembre. Alrededor de 13.000 militantes están llamados a participar.

Todas las voces del PSOE-M consultadas por este medio coinciden en apuntar que solo Lobato y Ayala tienen opciones reales de disputar el liderazgo. La candidatura del primero lleva siendo oficiosa desde poco después del 4 de mayo y distintos dirigentes entendían que había corrido riesgos al dar el paso tan pronto ante la posibilidad de que se produjera un desembarco de una gran envergadura, algo que casi todo el mundo descarta a estas alturas. Él ya lo intentó sin éxito frente a José Manuel Franco en 2017 y se mantuvo después como regidor en Soto del Real hasta hace unos meses.

La alcaldesa de Móstoles ya ha oficializado su respaldo, y desde el entorno del precandidato inciden en que cuenta con el de otros líderes importantes como los de Parla, San Sebastián de los Reyes, Alcalá de Henares o Alcobendas, además de múltiples agrupaciones de la capital. Fuentes socialistas resaltan que su candidatura aúna buena parte de las corrientes y sensibilidades de la federación y entienden que es difícil que otra le haga sombra. Lobato defiende un PSOE que apunte hacia una mayor transversalidad, buscando el apoyo de los profesionales liberales y de áreas que se han mostrado como caladeros claros de PP y Cs en los últimos tiempos, además del electorado de izquierdas.

Foto: La número dos de la lista madrileña del PSOE a la Asamblea, Hana Jalloul. (EFE)

Ayala parece contar con menos apoyos entre los dirigentes de relevancia, aunque sí tiene el respaldo de las alcaldesas de Alcorcón, Natalia de Andrés, y Getafe, Sara Hernández, también ex secretaria general del PSM, y de Chema Dávila, secretario general del Distrito Centro de la capital. Muchos cargos socialistas dudaban de que terminara dando el paso de presentarse. Es el gran alcalde socialista en la región, con el 55% de los votos en una ciudad de en torno a 200.000 habitantes. Las fuentes consultadas ajenas a su campaña consideran que arriesgarse a una derrota orgánica podría ser muy perjudicial para revalidar el cargo de regidor de Fuenlabrada en 2023, algo que rechazan desde su equipo.

Fuentes de su campaña, 'Rearmar para gobernar', explican que su proyecto es el de "la izquierda", es decir, las políticas que ha puesto en práctica en el consistorio y con las que ha armado una mayoría absoluta tan amplia. Estas mismas voces se muestran reticentes ante la transversalidad por la que apuesta Lobato: "En la campaña del 4-M se intentó ir a por el votante de Cs y mira cómo nos fue".

El PSOE de Madrid está en ruinas. La federación, que no se ha caracterizado por grandes éxitos en las últimas décadas, se encuentra en su peor momento y afronta ahora un proceso de primarias del que debe salir el liderazgo para reconstruir un proyecto que vuelva a ilusionar a su electorado. Llega después de la sonora debacle del 4 de mayo, cuando Ferraz y el equipo de Pedro Sánchez marcaron el ritmo de la campaña y quedaron señalados. Ahora, nadie quiere ostentar la etiqueta de 'candidato oficialista'. Salvo sorpresa mayúscula sobre la bocina, los favoritos apuntan a ser Juan Lobato, portavoz adjunto en la Asamblea, y Javier Ayala, alcalde de Fuenlabrada y el gran regidor de los socialistas madrileños. Con proyectos muy distintos, el primero parece tomar ventaja en una larga carrera en la que no habrá urnas hasta el 23 de octubre.

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