Vox incendia la campaña en Madrid al señalar a 269 menores extranjeros

El partido de Santiago Abascal buscó este martes un nuevo golpe de efecto con el que ganar visibilidad de cara a las elecciones del 4 de mayo. Lo hizo con un cartel electoral en el que comparaba los supuestos recursos dirigidos a la protección de cada menor extranjero no acompañado con una hipotética pensión no contributiva que percibiría una anciana. Vox sacudió así la jornada al volver a poner de nuevo en la diana a estos niños y adolescentes (únicamente a los no españoles) que se encuentran bajo la tutela de las administraciones tras haber llegado al país sin recursos y sin un acompañante mayor de edad.

La propaganda en cuestión, que la Fiscalía de Madrid ya estudia por posible delito de odio tras haber abierto investigación de oficio, fue desplegada este martes al menos en la estación de Cercanías de la Puerta del Sol, en el centro de Madrid. Expone que la comunidad destina a cada mena recursos públicos por un valor de 4.700 euros mensuales, mientras que la prestación no contributiva de una mujer jubilada sería de 426 euros.

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Fuentes del Ejecutivo regional explican a este medio que es una comparativa engañosa y manipulada. Por un lado, por estar poniendo en la balanza una suma de medios públicos que se requieren para cubrir las necesidades de un menor y la prestación que recibe otra persona, la 'abuela', de la que no se detallan los recursos que también precisa. Además, apuntan que la cifra del coste por menor extranjero no acompañado es difícil de calcular porque cada uno tiene unas condiciones distintas y recibe una atención diferente según cada caso, como cualquier otro adolescente que necesita protección.

En la Comunidad de Madrid, había a 31 de marzo de 2021 un total de 3.709 menores a cargo de la Administración regional. De estos, 2.637 (el 71,1%) son de nacionalidad española, mientras que los 1.072 (28,9%) restantes provienen del extranjero. De estos últimos, 269 (el 7,2% del total) son menores extranjeros no acompañados, esa categoría a la que Vox se refiere de manera despectiva e impersonal como menas.

Las fuentes gubernamentales madrileñas consultadas por este medio ponen el foco en que la obligación de cada comunidad autónoma es la de velar por el bien del menor, "sea de Parla o sea de un país extranjero, independientemente de sus circunstancias previas". En la Comunidad de Madrid, hay un total de 1.903 plazas para atender a los menores que se encuentran en estas instalaciones (otros acceden a otras modalidades como la acogida de familias). Estas fuentes enfatizan que los costes para la CAM son "costes de recursos" orientados a la educación y la inserción, y que en ningún caso se trata de una prestación que se les dé cada mes, como se pretende trasladar con fines electoralistas. La regulación migratoria actual provoca que muchos de estos menores terminen en un limbo legal al superar la mayoría de edad, algo que está bajo estudio de la Secretaría de Migraciones en estos momentos.

Vox ha explotado en los dos últimos años un discurso en el que ha identificado a estos niños y adolescentes con la inseguridad en las calles de Madrid y del resto del país, resaltando los sucesos protagonizados por menores tutelados o extutelados de origen extranjero. En la cuenta oficial del partido, hay una publicación fechada en agosto de 2019 en la que se realiza una comparación similar a la aparecida ahora en la capital. En esta estrategia, Rocío Monasterio ha sido una de sus dirigentes más activas, y en otoño de ese año, en plena campaña de las elecciones generales de noviembre, se desplazó hasta Sevilla para ir a la puerta de un centro de acogida.

En la Asamblea de Madrid, Monasterio ha hecho del asunto una de sus banderas y le ha valido incluso algún rifirrafe con la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, que llegó a afearle que miraran la procedencia del infractor en lugar de la infracción. "Eso tiene otro nombre", le replicó la popular. La propaganda de la formación ha marcado por completo el comienzo de semana en la disputa electoral, en la que Vox se está viendo eclipsado en todo momento por la pujanza de Díaz Ayuso.

Desde Renfe, se desprenden de cualquier responsabilidad al respecto y señalan que la publicidad está gestionada por una empresa externa y que no se lleva un control del contenido publicitario que se emplea, salvo que suponga un atentado contra la salud. En esta línea, recuerdan que los partidos se han anunciado tradicionalmente en sus instalaciones, pero enfatizan que si la Junta Electoral o la autoridad judicial competente determinan que es contraria a derecho, Renfe pedirá su retirada.

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Además del movimiento anunciado por la Fiscalía, Más Madrid también presentó este martes una denuncia ante la misma por un posible delito de odio. Unidas Podemos avanzó que hará lo propio ante la Junta Electoral Provincial. Por parte del PSOE, el secretario de Organización y ministro de Transportes, José Luis Ábalos, calificó la propaganda como "fascista". "¿Qué pasaría si en lugar de poner menas pusiera judíos? Porque eso es el fascismo", aseveró. La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, comunicó que desde su cartera y desde el Ministerio de Igualdad también se ha puesto en conocimiento de la Fiscalía el contenido de la publicidad. En redes sociales, múltiples perfiles han comparado el cartel de Vox con otros de la Alemania nazi en que se apuntaba a los judíos y al coste que tenían para el Estado. Entre ellos, el propio Pablo Iglesias.

De cara a las elecciones del 4 de mayo, Vox no ha presentado un programa electoral y todo hace indicar que no lo hará, como tampoco lo hizo en los últimos comicios autonómicos. En su lugar, ha propuesto 10 medidas para la región y, dentro de estas, apuesta por el cierre de "los centros de menas" (los centros de menores acogen en su mayoría, el 71,1%, a españoles) y su deportación. El partido ya fue denunciado por delito de odio en las semanas previas a las catalanas de febrero, cuando puso en marcha la campaña 'Stop islamización'. Este medio ya señaló al comienzo de la precampaña que las malas expectativas electorales del partido iban a llevarles a calcar las tácticas empleadas en Cataluña, donde lograron un resultado sobresaliente con un discurso focalizado en la inseguridad y contrario a la inmigración.