Madrid Central liquida el 'negocio opaco' de los 'parkings': deben facilitar datos a diario

La entrada en vigor de Madrid Central obligará a los aparcamientos de la zona a dar cuenta de su actividad por primera vez. La puesta en marcha de la superárea de prioridad residencial prevista para el 30 de noviembre permite a las personas que no estén empadronadas ni sean residentes acceder al perímetro para dejar su coche en un aparcamiento, siempre y cuando lleven puesta la etiqueta medioambiental B y C de la DGT (los eléctricos e híbridos no tienen problema). Sin embargo, el nuevo sistema de control de vehículos, que evitará multas a los que cumplan la normativa, conllevará al mismo tiempo un control diario de los 'parkings'.

El funcionamiento es el siguiente: todos los aparcamientos situados dentro de Madrid Central deberán enviar diariamente el listado de matrículas que hacen uso de sus plazas. Esto permitirá al ayuntamiento cruzar los datos con los registrados en su sistema para no sancionar a los vehículos que han actuado correctamente. El área de Movilidad y Medio Ambiente del ayuntamiento explica que cada aparcamiento podrá operar de la manera que considere para facilitar los datos: manualmente —a través de sus propios registros— o de manera automática —con un sistema informático específico que deberán contratar los propios 'parkings'—. La conclusión en todo caso es que todos los aparcamientos de la almendra central deberán declarar su actividad real facilitando el número de coches que entran en sus instalaciones.

Además, en el caso de los aparcamientos de rotación, el consistorio autoriza un máximo de tres vehículos al día para cada plaza. En el caso de los de abonados, solo un permiso por plaza. Una medida que conllevará un control muy aproximado a la actividad real de los aparcamientos y que los propietarios de los mismos critican. Amega, la asociación que aglutina los garajes y 'parkings' privados de Madrid, reprocha al consistorio la continua "inspección" a la que se verán sometidos a partir de ahora. Primero, reprochan el hecho de que en los rotativos solo se garanticen tres autorizaciones al día. En realidad, se podrán producir excepciones. Será posible autorizar más coches para una plaza, pero el garaje deberá dar explicaciones al ayuntamiento con el objetivo de que la Administración conozca los niveles reales de ocupación.

Además, Amega reprocha la instalación de cámaras de salida (no solo de entrada) en las inmediaciones de los 'parkings' de Madrid Central porque entienden que el consistorio tendrá acceso a la actividad económica y las ganancias de las empresas de aparcamiento si puede cruzar los datos de entrada y salida de cada vehículo. Una fiscalización que no ven con buenos ojos.

El área de Movilidad y Medio Ambiente que lidera Inés Sabanés reconoce que el funcionamiento de Madrid Central sí repercutirá en una mayor transparencia. Se trata de algo novedoso en un sector que, tradicionalmente, ha llevado a cabo su actividad con una importante opacidad. Aunque el consistorio no tiene asignado entre sus funciones ningún tipo de control sobre los aparcamientos privados, estos deberán especificar cada día el número de coches que acceden a su 'parking' porque, de no hacerlo, los usuarios podrían recibir sanciones económicas. Los propietarios de los garajes son conscientes de ello. Si no facilitan las matrículas, podrían perder a muchos de sus clientes que se encontrarían con multas habiendo actuado de forma correcta.

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Paloma Esteban

Según los datos de Amega, en la zona de Madrid Central hay en torno a 40 aparcamientos privados y garajes que se verán afectados. En la asociación, remarcan su preocupación de perder usuarios con el arranque de la nueva gran APR si los ciudadanos no tienen claro que pueden acceder siempre y cuando muestren su etiqueta medioambiental y accedan a las instalaciones de un aparcamiento. Precisamente a partir del día 30, cuando entra en vigor Madrid Central, el consistorio desarrollará una campaña informativa hasta pasadas las navidades, momento en el que empezarán a enviar cartas a aquellos usuarios que no cumplan la normativa prevista. Las multas, en todo caso, no empezarán a llegar hasta el mes de marzo. El objetivo es dar flexibilidad y habituar a los ciudadanos al nuevo funcionamiento del perímetro central de la ciudad.

Hasta el momento, el control de estos aparcamientos era prácticamente nulo. El ayuntamiento solo tenía datos de aquellos 'parkings' municipales que gestionan empresas privadas vía concesión. Fuentes municipales reconocen que hace años era complicado llevar un control incluso de estos ante la resistencia a facilitar datos de ocupación. Ahora, en cambio, sí reciben datos (estadísticos, no en tiempo real) para poder realizar un seguimiento correcto de las concesiones que, en muchos casos, se remontan a décadas, lo que se traduce en que pagan muy poco al ayuntamiento a cambio de explotar esta actividad.

Desde el consistorio dirigido por Manuela Carmena apuestan por recuperar la gestión directa municipal sobre aquellos 'parkings' en los que la concesión llega a su fin. Es el caso del de plaza de España, Jacinto Benavente, Pedro Zerolo o Barceló. El primero de estos, junto al de plaza Mayor y Montalbán, se ha sumado a la lista de aparcamientos gestionados por el ayuntamiento en esta legislatura. Está previsto que el proceso de remunicipalización continúe el próximo año para evitar situaciones y cánones abusivos contemplados en las concesiones.

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