Los vendedores ambulantes 'legales', en pie de guerra: "No se puede tolerar el top manta"
Si continúan las iniciativas para despenalizar la actividad, insisten, "muchos pensarán para qué pagamos nosotros y hacemos las cosas correctamente". Polémica tras la crisis de Lavapiés
La profunda crisis abierta en Madrid a cuenta de la muerte de un mantero senegalés ha generado una importante ruptura dentro del consistorio —tanto en el seno del Gobierno municipal como con los grupos de la oposición— pero, además, ha abierto un debate de fondo que las administraciones tendrán que afrontar antes o después. Se trata de la situación irregular en la que se encuentran muchas personas en la ciudad, igual que Mame Mbaye, y que, en su mayor parte, se dedican a la venta ambulante ilegal para poder sobrevivir. Mientras Ahora Madrid busca cómo gestionar socialmente un fenómeno que ya ha estallado (más allá del refuerzo policial puesto en marcha como demuestran los datos publicados por este diario) los comerciantes y vendedores ambulantes insisten en la necesidad de regular cuanto antes esta actividad ilegal que tanto les perjudica.
Sobre todo alertan de su desacuerdo absoluto con la reciente proposición de ley registrada por Unidos Podemos en el Congreso, que pretende despenalizar el 'top manta' para que la venta de productos en la calle por parte de los manteros no conlleve nunca penas de cárcel, y que en ningún caso resulten "hechos punibles" cuando el beneficio obtenido sea inferior a 400 euros. En su lugar, proponen volver a la multa administrativa que se contemplaba en el Código Penal hasta 2014, cuando el PP —aún con mayoría absoluta— incluyó una modificación por la que los manteros afrontan penas de prisión por su actividad.
En todo caso, la iniciativa —ya en el registro del Congreso— no ha sentado nada bien en la Asociación de Comerciantes de las calles Preciados, Carmen, Arenal y adyacentes (APRECA), que aglutina la mayor parte de comercios del distrito de Centro de Madrid, según confirma su gerente, José Luis de Lucio, a este diario. "No podemos compartir que se permita una actividad ilegal que perjudica al comercio tradicional, y que encima se tolere sin sanciones". El portavoz de APRECA insiste además en que los manteros ejercen su actividad en suelo público sin pagar un canon, a diferencia de todos los demás (comerciantes que pagan alquileres y ambulantes que pagan su cuota por asentar un puesto determinado). En la misma línea, cooperativas de vendedores ambulantes consultadas por este diario advierten del riesgo de 'efecto contagio' si muchos de ellos comienzan a ver que la venta ambulante ilegal no conlleva multa alguna.
Recuerdan que el ejercicio de venta ambulante conlleva una importante retahíla de autorizaciones administrativas (dependen de cada municipio y de cada mercado), y todos los que quieran ejercer su actividad de venta en los mismos han de cumplir una serie de requisitos para alcanzar el permiso. Además, es necesario pagar una tasa y, por supuesto, deben darse de alta como autónomos. Representantes del cooperativismo ambulante madrileño reconocen a este periódico "el esfuerzo que ha costado regularizar la venta ambulante" y convencer a todos los que la ejercen de la importancia de ordenar la actividad. "Si ahora ven estas cosas y las iniciativas para despenalizar, muchos pensarán para qué estamos pagando nosotros y haciendo las cosas correctamente", denuncian.
En esa misma línea, José Luis de Lucio incide en la cuestión de la competencia desleal. Los comerciantes del distrito de Centro insisten en que no se puede permitir que algunas personas vendan productos iguales o similares a los que venden ellos en la puerta de sus negocios. "Hay que pensar que los comerciantes pagan el alquiler del local, dan empleo a muchas personas. Y no puede ser que en tu puerta alguien se ponga a vender lo mismo. Es impensable en otros sectores sin determinadas multas", zanja el gerente de APRECA. Se refiere fundamentalmente a la calle Preciados, Carmen, Carretas, Gran Vía y todas las adyacentes a la zona de la Puerta del Sol.
Para la asociación es urgente que el Ayuntamiento tome medidas y se ponga manos a la obra para regular esta actividad. Una de las propuestas pasa por que el consistorio habilite una determinada zona bajo condiciones expresas en la que se pueda ejercer esta actividad. En todo caso, los comerciantes ambulantes entienden que tampoco se pueden tomar decisiones en detrimento de su trabajo.
Más allá de la competencia desleal, también consideran importante señalar los problemas de seguridad que se generan a menudo en la vía pública. Insisten en que las zonas del centro madrileño cuentan con gran afluencia de público, donde pueden darse situaciones complicadas para realizar una evacuación y señalan directamente a momentos cotidianos que se dan cada semana. "Los servicios de emergencia encuentran dificultades, y de verdad que muchos comerciantes sienten preocupación", explican desde la asociación.
Pero lo que rodea a la actividad económica ilegal no es lo único sobre lo que los comerciantes se pronuncian. Entienden que hay dos debates que deben afrontarse por cauces paralelos. Uno es este. Y, el otro, pasa necesariamente por estudiar a fondo de la problemática de los manteros. "Las administraciones son las que tienen que dar soluciones. Si no tienen medios de vida, hay que ayudarles", matizan. La asociación comprende que la actividad desempeñada por los manteros les afecta, pero también reconocen que "nadie es insensible al sufrimiento de los demás". Comprenden, según explica su portavoz, que "solo se intentan ganar la vida". Y, por eso, vuelven a presionar al consistorio madrileño: "Deben actuar ya".
En realidad, APRECA mantuvo una reunión hace justo un año con la primera teniente de Alcaldía, Marta Higueras, donde abordaron "las preocupaciones" de ambas partes por la situación de los manteros y también su incidencia en los comerciantes de la ciudad. Entonces, según manifiestan desde la asociación, la concejal de Derechos Sociales explicó el proyecto de Ahora Madrid sobre la tarjeta de vecindad (que todavía no ha puesto en marcha, como reprochan los ediles de Ganemos). "Nos aseguró que tomarían medidas", pero no hemos vuelto a recibir noticias.
Lo que los comerciantes sí defienden es la presión policial. Este diario publicó precisamente que las intervenciones a manteros por parte de la Policía Municipal aumentaron un 43% en 2017, coincidiendo con un plan de refuerzo iniciado en verano de 2016 para hacer frente a la venta ambulante. "No defendemos la represión, como es obvio. Pero la presión y el refuerzo, sí", matiza el portavoz de los comerciantes. "En Navidad es complicado ver a manteros vendiendo en las calles y eso solo responde a que la presencia policial es mucho mayor", zanja.
La profunda crisis abierta en Madrid a cuenta de la muerte de un mantero senegalés ha generado una importante ruptura dentro del consistorio —tanto en el seno del Gobierno municipal como con los grupos de la oposición— pero, además, ha abierto un debate de fondo que las administraciones tendrán que afrontar antes o después. Se trata de la situación irregular en la que se encuentran muchas personas en la ciudad, igual que Mame Mbaye, y que, en su mayor parte, se dedican a la venta ambulante ilegal para poder sobrevivir. Mientras Ahora Madrid busca cómo gestionar socialmente un fenómeno que ya ha estallado (más allá del refuerzo policial puesto en marcha como demuestran los datos publicados por este diario) los comerciantes y vendedores ambulantes insisten en la necesidad de regular cuanto antes esta actividad ilegal que tanto les perjudica.