Miedo en el PSOE-M: Carmona y sus fieles tienen la llave de la estabilidad de Madrid
La Ejecutiva ha logrado su objetivo sólo a medias: Puri Causapié será la portavoz del PSOE-M, pero Carmona no se marchará del Ayuntamiento y cuenta con el apoyo de tres incondicionales
La nueva dirección regional del Partido Socialista madrileño, dirigida desde hace pocas semanas por Sara Hernández, ha dado su primer golpe de efecto al sustituir a Antonio Miguel Carmona en la portavocía del Ayuntamiento y colocaren su lugar a la que era su número dos, Purificación Causapié. Un movimiento que pretende dar un vuelco al PSOE Madrid (antes PSM) tras los resultados electorales del 24-M y que responde a una estrategia marcada conjuntamente por las Ejecutivas regional y federal, que no pueden permitir más "inestabilidad" dentro del partido, según confirman fuentes internas.
Esta maniobra, sin embargo, puede complicar aún más el futuro de la formación. La 'propuesta' de Hernández y Pedro Sánchez pasaba por que Carmona saliera del Ayuntamiento, abandonara su acta de concejal y ocupara un escaño en el Senado. El plan no funcionó porque el ahora exportavoz del PSOE madrileño lo tiene claro: no renunciará al acta que ha conseguido con los votos de los madrileños y seguirá luchando desde dentro por "cambiar la dirección", con la que no está de acuerdo y a la que no dudó en criticar públicamente el lunes. De estamanera, la Ejecutiva ha conseguido sólo su objetivo a medias: aparta a Carmona de la portavocía pero este seguirá siendo concejal. Y eso es algo que, según fuentes socialistas madrileñas, "preocupa mucho".
Aunque la 'excusa oficial' para la destitución del madrileño son los malos resultados electorales frente a los obtenidos con Ángel Gabilondo en la Comunidad, la decisión respondería al miedo y la inestabilidad que Antonio Miguel Carmona motiva en el seno de Ferraz. "Es alguien demasiado imprevisible y cada día es capaz de defender una cosa. Eso no puede ser", cuenta un miembro del partido, que ahora teme por el futuro del PSOE madrileño. "Nos puede tener en vilo constantemente". Y el temor no va desencaminado porque Carmona no está solo dentro del PSM. Según ha podido confirmar este diario, cuenta con el apoyo incondicional de tres fieles dentro de la lista. Son los números 3, 6 y 7, Ransés Pérez Boga, Mar Espinar y José María Dávila respectivamente, quienes le garantizan una situación aún más aventajada y de poder para controlar el futuro del Ayuntamiento de la capital y su estabilidad.
El 'aparato' del partido también ha criticado internamente la actuación de su candidato a la Alcaldía madrileña en los días previos a los comicios de mayo. La reunión que mantuvo con Esperanza Aguirre durante dos largas horas y las dudas que sembró hasta el último momento sobre si apoyaría o no a Manuela Carmena sentaron muy mal en la Ejecutiva e incluso dentro del propio grupo municipal, que no acertaron a comprender las pretensiones reales del concejal.
Su sustituta en la portavocía, Puri Causapié,tiene una consolidada trayectoria en la formación liderada por Pedro Sánchez, en la que destaca su labor vinculada a las políticas sociales e igualdad. Precisamente fue ella quien defendió hace un par de semanas la necesidad de que el fallecido Pedro Zerolo tuviera una plaza en la capital con su nombre como homenaje a una vida dedicada a la lucha por los derechos de los homosexuales en España. Objetivo que consiguió con el apoyo de Ahora Madrid y Ciudadanos y por el que la emblemática Plaza Vázquez de Mella, en pleno corazón de Chueca, pasará a llevar puesto el nombre y apellido del activista socialista. Causapié también formó parte de la Ejecutiva de AlfredoPérez Rubalcaba en el área de igualdad, que dirigió durante dos años; asimismo,estuvo al frente del Imserso y ocupó distintos cargos de responsabilidad en la Junta de Andalucía, siempre relacionados con los servicios sociales.
La que a partir de ahora será portavoz del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento responde a un perfil híbrido que la convierte en la sustituta idónea de Carmona. Por un lado, pertenece al grupo de personas de máxima confianza del 'aparato'. Precisamente su trayectoria interna en el Partido Socialista la avala y tanto Pedro Sánchez como la nueva dirigente regional, Sara Hernández, han considerado que debe ser ella quien tome las riendas de la portavocía. Por el otro, según explican fuentes internas del PSOE-M, es el cauce perfecto de diálogo con Manuela Carmena y su partido Ahora Madrid, con los que mantiene buenas relaciones y existe una cierta conexión ideológica que favorece el vínculo entre ambas formaciones,sin que exista al mismo tiempo riesgo alguno de desacatar las órdenes de Ferraz. De hecho, según cuentan fuentes del PSM, el grupo de Ahora Madrid también habría celebrado el cambio de cromos en la portavocía, al reconocer que los vaivenes de Carmona no eran plato de buen gusto ni facilitaban el diálogo en muchas ocasiones.
En este sentido, uno de los grandes dolores de cabeza para la cúpula socialista ha sido siempre la condición de 'verso suelto' del concejal. El hasta ahora portavoz socialista no dudó nunca en reiterar su confianza en el exsecretario general del PSOE-M, Tomás Gómez, incluso después de que Pedro Sánchez decidiera suspender la Ejecutiva madrileña por el caso del tranvía de Parla. Estrecha amistad que volvió a reiterar en la rueda de prensa de este lunes, sin esconder su absoluto malestar por la decisión de relevarlo en el Consistorio madrileño tomada por Hernández y Sánchez. Carmona hizo hincapiéademás en la clara división internaque existe en el partido y alertóde cómo puede influir esta crisisen las próximas elecciones generales. Un malestar que desde luego no sólo podría afectar al futuro gobierno central...sino al mismo municipal. La guerra interna del socialismo madrileño puede no haber hecho más que comenzar.
La nueva dirección regional del Partido Socialista madrileño, dirigida desde hace pocas semanas por Sara Hernández, ha dado su primer golpe de efecto al sustituir a Antonio Miguel Carmona en la portavocía del Ayuntamiento y colocaren su lugar a la que era su número dos, Purificación Causapié. Un movimiento que pretende dar un vuelco al PSOE Madrid (antes PSM) tras los resultados electorales del 24-M y que responde a una estrategia marcada conjuntamente por las Ejecutivas regional y federal, que no pueden permitir más "inestabilidad" dentro del partido, según confirman fuentes internas.