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El Springfield gallego se pasa al verde: se apaga la mayor "fábrica de cambio climático" del noroeste
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TRAS 47 AÑOS EN ACTIVO

El Springfield gallego se pasa al verde: se apaga la mayor "fábrica de cambio climático" del noroeste

Era la crónica de un cierre anunciado que la crisis energética de la guerra de Ucrania pospuso unos meses. La térmica de As Pontes ha muerto para el sistema eléctrico y la villa explora ya alternativas

Foto: Foto aérea de As Pontes con la central y el lago artificial de fondo. (Endesa)
Foto aérea de As Pontes con la central y el lago artificial de fondo. (Endesa)

De alguna manera, As Pontes está de luto. Han sido 47 años viendo cómo una gigantesca chimenea, más alta que la torre Eiffel (365 metros), escupía sin descanso el humo de quemar el carbón de la mina de la que salió el sustento de muchas familias desde 1976. "Fue el pan del pueblo para todos", resume un veterano jubilado de la planta, apenado por la clausura del centro donde trabajó "toda su vida".

Era la central térmica más grande de Endesa en la península Ibérica. Con 1.469 megavatios, aportaba más del 5% al sistema energético estatal y también tenía el dudoso honor de ser una de las más contaminantes de Europa, de acuerdo con los datos de emisiones de CO2 de la UE y de WWF. Para la mayoría de los vecinos, la contaminación pasaba a un segundo plano porque la central tiraba del empleo y de la economía comarcal.

Foto: Panorámica de la central de As Pontes. (EFE/Kiko Delgado)

Su cierre era la crónica de una muerte anunciada que la crisis energética de la guerra de Ucrania pospuso unos cuántos meses como seguro eléctrico. La térmica se mantuvo a medio gas, con dos de los cuatro grupos encendidos de forma intermitente, para garantizar disponibilidad al sistema, justificó el Gobierno. Paradójico, en plena lucha contra el cambio climático.

La madrugada del jueves, las últimas piedras de carbón se consumieron y la caldera se apagó. "Tristeza", resumía Ricardo Casas, presidente del Comité de Endesa. Su clausura deja impreso en el horizonte de As Pontes la sombra de un gigante industrial de cinco chimeneas pegadas a un lago artificial; el que se generó desviando agua del río Eume para inundar el inmenso hueco de la antigua mina de lignito pardo que se cerró el 31 de diciembre de 2007. El resultado es una lámina de agua dulce de 18 kilómetros de perímetro con profundidades que pasan de 200 metros y que han cambiado para siempre la fisonomía ambiental de una villa minera.

placeholder Un ciclista con la central de As Pontes de fondo. (EP)
Un ciclista con la central de As Pontes de fondo. (EP)

El cierre definitivo de la instalación deja varios flecos humanos. Parte de los empleados de Endesa en As Pontes serán prejubilados o recolocados en otros centros el 1 de noviembre. Otros 25 se quedan hasta finales de año para "asegurar las instalaciones" antes de su desmontaje, explican desde el Comité. "Hay que retirar todo lo que implique carga de fuego: combustibles, carbón, hidrógeno.. Porque ya no habrá actividad ni mantenimiento". Quedan en el limbo los 80 trabajadores de la industria auxiliar y camioneros que en los últimos 15 años se ocuparon de llevar el carbón importado del puerto de Ferrol hasta las calderas de la térmica. "No tenemos solución ninguna más que ir a la puta calle", explica Roberto, empleado de una subcontrata cansado de oír hablar de un convenio para la transición justa que no despeja sus angustias a corto plazo.

Foto: El autobús con el que Alfonso Rueda ya ha empezado a recorrer distintas localidades gallegas. (Cedida)

También se ve desamparado el sector servicios de As Pontes: prácticamente todo, desde las inmobiliarias a las gasolineras, pasando por el menú del día de los bares o el volumen de trabajo de su centro de salud giraba en torno a la actividad derivada de la planta -y su personal- que ya estaba en caída libre, desde los 1.800 empleados que Endesa tuvo en nómina en 1987 a los 256 del 2008. Al cierre de este mes, apenas quedará una veintena.

Otra lectura hacen desde Ecologistas en Acción, que siempre tuvo la planta de As Pontes en el radar "como la mayor fábrica de cambio climático" de Galicia y del noroeste peninsular, y que celebran el apagado de las calderas. Para el alcalde de As Pontes, Valentín González Formoso (PSdeG), el apagado de la caldera deja una sensación "agridulce" fruto "de la especulación de los derechos de CO2 por parte de 7 brokers norteamericanos que acaparan el 70%", manifestó, pero abre la puerta a otras posibilidades para seguir siendo "un complejo industrial eléctrico".

"Endesa ni se va ni se desentiende de Galicia"

¿Y qué hará Endesa en la que fue una de sus casas en Galicia? "Endesa ni se va ni se desentiende de As Pontes y Galicia", subraya la eléctrica. Planea "sustituir" los 1.400 megavatios de la térmica que apagó sus calderas por otros 1.300 en energías renovables. Ya operaba en paralelo a la térmica con una central de ciclo combinado (800 Mw/hora de gas natural) y tienen en perspectiva de otros 100 de hidrógeno verde y varios parques eólicos.

Adiós, carbón. Hola neumáticos.

Llamado el Springfield gallego, -por su paralelismo con el pueblo de los Simpson- la central térmica de Endesa ha marcado la economía de toda la comarca durante medio siglo. Clausurada, a la villa de As Pontes le toca reinventarse. Además de explorar proyectos eólicos y de hidrógeno verde con Reganosa y EDP, también se allana el desembarco de Ence (la multinacional celulosa que requiere mucha agua) y tienen en perspectiva una gran planta de neumáticos chinos de Sentury Tire SL, con 531 millones y 750 empleos aprovechando las ayudas del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para la Transición Justa.

Foto: El consejero delegado de Endesa, José Bogas (i), y el director general Económico-Financiero, Marco Palermo (i). (EFE/Daniel González)

Otra multinacional que ha puesto sus ojos en As Pontes es la celulosa Ence, que planea ocupar 45 de hectáreas en el antiguo parque de carbones, poniendo 355 millones de euros para una bioplanta de recuperación, desarrollo y producción de fibras naturales recicladas a partir de papel y cartón recuperado que generarán 400 empleos. Faltaría sumar la planta de hidrógeno verde H2 que proyectan Reganosa y EDPR, de producción por electrólisis y necesaria para garantizar el abastecimiento energético, para llevar adelante los nuevos proyectos industriales. Ocuparía 35.000 metros cuadrados para generar un centenar de puestos directos e inducidos.

La suma de los proyectos del plan de desarrollo económico y social que acompañan al cierre de la planta se traducen en una inversión global de 2.682 millones para 1.361 empleos. En As Pontes esperan impacientes que el compromiso pase de promesa a realidad con la chimenea apagada para siempre.

De alguna manera, As Pontes está de luto. Han sido 47 años viendo cómo una gigantesca chimenea, más alta que la torre Eiffel (365 metros), escupía sin descanso el humo de quemar el carbón de la mina de la que salió el sustento de muchas familias desde 1976. "Fue el pan del pueblo para todos", resume un veterano jubilado de la planta, apenado por la clausura del centro donde trabajó "toda su vida".

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