Fingen llevar una inmobiliaria en Ourense para quedarse con el dinero de las fianzas

A la hora de alquilar o comprar un piso, es necesario asegurarnos bien de con quién estamos realizando las gestiones ya que, los estafadores se las saben todas. Así, la Fiscalía de Ourense reclama una condena de un año y ocho meses de cárcel para dos acusados a los que imputa un delito de estafa. Se sospecha que ambos fingieron ser los propietarios de una agencia inmobiliaria para ofrecer a particulares pisos de alquiler y concertar con ellos contratos que nunca se ratificaron. Su objetivo era quedarse con las fianzas de los inmuebles.

Según indica La Voz de Galicia, hay pruebas de que tanto Carlos F. L. como Javier Á. V. se quedaron con diversas cantidades que los perjudicados les entregaron como señal, creyendo que ese dinero les garantizaría que les guardaban el piso. Al final, ni consiguieron la vivienda ni tampoco pudieron recuperar el dinero. Ahora, el ministerio público, no solo pide penas privativas de libertad, sino que también reclama que ambos investigados devuelvan las cantidades que de buena fe les entregaron los cuatro particulares afectados por esta estafa.

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Todo se remonta a los primeros meses de 2019. "Juntos, de común acuerdo y con la intención de enriquecerse injustamente", señala el informe de la acusación pública, los dos investigados habrían publicado en internet y en medios de comunicación anuncios de inmuebles "a pesar de que no tenían la libre disposición de los mismos o a sabiendas de que no los podían alquilar".

Hasta 1.700 euros

Para hacer todavía más creíble su plan, habrían simulado que tenían una inmobiliaria que hacía de intermediaria en arrendamientos, exigiendo a todos los particulares que les pagaran una entrada. Una vez logrado su cometido, buscaban excusas para dar de lado a los clientes, que finalmente acabaron por denunciar. Hay constancia de cuatro particulares que se creyeron los argumentos de los acusados, entregándoles cerca de 1.700 euros. Para la acusación estos hechos constituyen una estafa. El juicio tuvo que suspenderse este martes, 6 de junio, tras renunciar un acusado a su letrado.