'Percebeiros' contra mejilloneros: guerra en las rocas de Galicia con víctimas políticas

Disimulado entre los múltiples nombramientos que acompañaron el relevo al frente de la Xunta, uno llamó la atención en el sector. La 'conselleira' de Mar, Rosa Quintana, destituía a la directora general de Pesca, Mercedes Rodríguez Moreda, y la relevaba por su jefe de gabinete, Antonio Basanta. Hubiera pasado por un cambio rutinario si no fuera porque una semana antes una influyente federación de cofradías criticó con dureza a Moreda por su "inmovilismo y pasividad". Y, sobre todo, si en Galicia no se estuviera librando desde hace dos años una enconada disputa entre mejilloneros y 'percebeiros', enfrentados por la gestión de las rocas donde crece la mejilla o semilla del mejillón.

Oficialmente, el relevo no obedece a conflicto alguno. Se trata, afirmó Quintana, de "fortalecer el trabajo conjunto" con el sector. "Estamos empezando una nueva legislatura, hay que coger nuevos impulsos para fortalecer no solo la parte administrativa, sino también el trabajo en conjunto con el sector; es un cambio normal", manifestó la 'conselleira', que, preguntada sobre si con ello cree que se podrá mejorar el problema existente entre 'bateeiros' y 'percebeiros', se mostró confiada en que reine el "sentido común" y haya un acercamiento entre los dos sectores.

El conflicto nació en 2019, con un decreto de la 'consellería' que regula el régimen de conservación y explotación de los recursos marisqueros, que delimitó unas zonas en las que solo se puede recolectar percebe, que se preserva así de los daños que provoca la recolección de la mejilla. El Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) desestimó en septiembre pasado el recurso que presentaron los mejilloneros, pero siguen adelante con sus protestas al considerar que la extracción les corresponde históricamente para garantizar la supervivencia del molusco bivalvo.

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Una representación del sector del mejillón se concentró el 14 de mayo ante el Parlamento de Galicia durante la toma de posesión del nuevo presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, pero el momento de mayor tensión se produjo en febrero pasado, cuando una turba de 'bateeiros' —la mejilla se cría en las bateas— intentó agredir a la 'conselleira' en Vilaxoán (Vilagarcía de Arousa). Fue en una concentración que reunió a un millar de afectados, que acudieron a un acto de Quintana en el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino de Galicia (Intecmar). Cuando la 'conselleira' salió del acto, un nutrido grupo de manifestantes la acorraló e intentó emplear la violencia, pero la policía y otros 'bateeiros' lo evitaron. Un mes después, unos 3.500 mejilloneros bloquearon el casco antiguo de Santiago.

Moreda asumió el cargo en 2016 para relevar a otra víctima política de un conflicto en el sector, el provocado por la Ley de Acuicultura, contra la que protestaron con fuerza las cofradías gallegas y productores de mejillón. Alberto Núñez Feijóo retiró un proyecto que enturbiaba sus perspectivas en un año de elecciones autonómicas y a solo cuatro días de una manifestación que reunió no obstante a miles de personas en Santiago. De la directora cesada dependen los 'bateeiros', en tanto que el sector del percebe lo hace de la otra dirección general de la 'consellería', Desenvolvemento Pesqueiro, bajo la responsabilidad de Susana Rodríguez. La tensión entre ambos colectivos provocó que vetaran a las dos directoras generales en las reuniones con la 'consellería', en las que ya solo negocian directamente con Rosa Quintana.

Los 'bateeiros' sostienen que el decreto de la 'consellería' modifica el régimen de extracción de la semilla en roca —que resulta imprescindible para el cultivo del mejillón en las bateas— basándose "en unos informes que nunca pudieron ser contrastados". Además, aseguran que genera graves perjuicios para el sector. La Xunta, mientras, defiende lo que considera una ordenación de los recursos marisqueros en casos de coexistencia en los mismos bancos naturales. Su objetivo es hacerlo mediante un plan de gestión que, sostiene, no supondría en ningún caso la atribución de un derecho de veto en exclusiva al colectivo de 'percebeiros'.

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La importancia del sector del mejillón en Galicia está fuera de toda duda. Genera 4.000 empleos directos y supone el 97% de la producción española, que es a su vez la tercera del mundo. Pero el percebe también reivindica su relevancia. En 2021, alcanzó las 254 toneladas y una facturación de 8,8 millones de euros, gracias a un precio medio de casi 35 euros el kilo. El 2% de los ingresos totales de primera venta de pesca fresca en Galicia procede del percebe. Sus productores denuncian los daños que provocan los mejilloneros al percebe, que se desprende de las rocas cuando se recoge la mejilla.

La directora general relevada tampoco gozaba del favor de la Federación Provincial de Cofradías de Pescadores de Pontevedra, que seis días antes del cese la acusaba de "inmovilismo y pasividad" y denunciaba su "continua dejadez". En concreto, le reclamaban una modificación urgente del decreto de artes y aparejos y la regulación de excedentes del marisqueo, en lo que consideran "una oportunidad histórica a la que se pusieron trabas incomprensibles desde la Dirección Xeral de Pesca". También denunciaban actuaciones "injustas" por parte del Servizo de Gardacostas, con la apertura de expedientes sancionadores a profesionales del mar.

En ese contexto, Rosa Quintana veía con preocupación su progresivo desgaste político. Es, junto a Alfonso Rueda, el único miembro del Gobierno gallego que permanece en él desde la primera victoria de Feijóo, en 2009. Su futuro político está vinculado al éxito de un cambio que difícilmente colmará las aspiraciones de los productores de mejillón.