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Alfonso Rueda mide la paz entre barones provinciales como sucesor de Feijóo
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Antes del congreso de mayo

Alfonso Rueda mide la paz entre barones provinciales como sucesor de Feijóo

El vicepresidente de la Xunta lanza su candidatura para el PP de Galicia tras lograr un delicado equilibrio entre territorios

Foto: El vicepresidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda. (EFE/Salvador Sas)
El vicepresidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda. (EFE/Salvador Sas)

Alfonso Rueda ya es candidato para suceder a Alberto Núñez Feijóo en el PP de Galicia, además de su previsible relevo en la Xunta. El vicepresidente del Ejecutivo gallego, que será propuesto por su grupo parlamentario para tomar el mando en el Gobierno, sumará el relevo orgánico al institucional, probablemente como candidato único en el congreso que se celebrará los días 21 y 22 de mayo en Pontevedra, casi al mismo tiempo que el del PP de Madrid. Rueda ha hecho buena su prevalencia en el escalafón de la Xunta, pero sobre todo un pacto entre baronías provinciales que se va a poner a prueba con su mandato.

El acuerdo entre territorios se visualizó este viernes en el acto en el que Rueda lanzó su candidatura a presidir el partido, celebrado en Pontevedra. El también líder del PP en esa provincia agradeció el apoyo de los barones populares de Ourense, Lugo y A Coruña, a los que citó expresamente, y basó su discurso en una reclamación de paz interna. "Un partido que no está unido no es un partido", apuntó, para reclamar un modelo de convivencia orgánica que "tiene que seguir siendo el anticainismo".

Foto: El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo (d), junto a su vicepresidente, Alfonso Rueda (i). (EFE/Xoán Rey)

Rueda, que no era de antemano el único aspirante a suceder a Feijóo, se ha beneficiado principalmente de la celeridad con la que los populares han tenido que solventar el desembarco exprés de Feijóo en Madrid. El relevo en el Gobierno gallego debía asumirlo obligatoriamente un diputado, lo que le situó como principal aspirante. El rechazo a una bicefalia hizo el resto: nadie en el partido deseaba una cohabitación entre un presidente del partido y otro del Ejecutivo. Así, una decisión que en cualquier otra circunstancia hubiera desatado una dura batalla, la de elegir al nuevo líder del PP de Galicia —forzosamente candidato en las próximas autonómicas—, la ha zanjado Feijóo con un pacto entre provincias cuya solidez está por demostrar.

El todavía presidente de la Xunta cedió a las presiones de los barones territoriales, de forma destacada a los de Ourense y A Coruña, José Manuel Baltar y Diego Calvo, respectivamente, que pusieron sus resultados electorales encima de la mesa para reclamar un congreso extraordinario para elegir al sucesor. No era esa la intención inicial de Feijóo, que apostaba por la interinidad en el partido, pero logró a cambio el apoyo para su favorito, el que fue su número dos en el PPdeG entre 2006 y 2016 y lo es en la Xunta desde 2012.

Uno de los primeros retos de Alfonso Rueda, que asumirá la presidencia de la Xunta previsiblemente el 14 de mayo, una semana antes del congreso extraordinario, consistirá en satisfacer las demandas de los barones sin trastocar demasiado el Gobierno que hereda de Feijóo y que el propio presidente del PP le reclamó no desbaratar. "Me imagino que el nuevo [presidente] mantendrá el núcleo duro del Gobierno", afirmó en una de las primeras entrevistas tras anunciar su desembarco en Madrid, en la que advertía que "formar un 'conselleiro' no es fácil". En la junta directiva provincial de Pontevedra del viernes, Rueda prometió "continuidad", a pesar de que la formación entrará en "una etapa nueva".

Foto: El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo. (EFE/Cabalar)

Feijóo también ha expresado su oposición a utilizar la configuración del Gobierno para satisfacer a los distintos territorios, un modelo que el PP de Fraga empleó de forma sistemática para apaciguar las aspiraciones de unos y otros, pero que desapareció por completo bajo su hiperliderazgo. "No creo en eso de vamos a contentar a este y al otro, tú me das un nombre y yo te lo pongo, y tú me das otro y yo pongo a ese. Ese modelo es un modelo antiguo", alertó. Esa es una de las primeras incógnitas que debe desvelar Alfonso Rueda ante las evidentes aspiraciones de A Coruña y Ourense de ganar peso en el Gobierno gallego.

La configuración del nuevo Ejecutivo permitirá conocer hasta qué punto el sucesor de Feijóo contará con el beneplácito de los barones para gobernar a su manera, al menos hasta las elecciones de 2024, en las que será candidato. Con la dimisión del actual jefe del Ejecutivo gallego, previsiblemente el 2 de mayo, el Gobierno en pleno quedará en funciones, con Rueda como presidente interino durante un periodo de dos semanas, antes de ser elegido definitivamente con los votos del PP, que goza de mayoría absoluta. Será entonces cuando dé a conocer su nuevo equipo, en el que, si sigue el consejo de Feijóo y mantiene el actual Consello de la Xunta, solo deberá afrontar una vacante, la suya. Actualmente, es vicepresidente primero y 'conselleiro' de Presidencia, Justicia y Turismo.

Para ocupar esa ausencia, el principal favorito es el presidente del PP de A Coruña, Diego Calvo, que ahora ocupa una vicepresidencia en el Parlamento, cargo que pasaría a desempeñar la líder de los populares de Lugo, Elena Candia. Así, al menos, se filtró cuando se conoció la intención de Feijóo de apostar por Rueda y de negociar el apoyo a su vicepresidente con los barones provinciales. La ecuación dejaría fuera al PP de Ourense, con un peso nulo en el actual Gobierno.

Foto: Alberto Núñez Feijóo (i) junto al líder provincial, José Manuel Baltar (d). (EFE/Lorenzo)

Rueda es consciente de que carecerá de la autoridad en el PP gallego que su antecesor se labró a golpe de mayorías absolutas. Su perfil no suscita controversia, más allá de las aspiraciones de cada territorio, pero tampoco entusiasmo. Los ajustes que realice en el Gobierno para los dos años que restan de legislatura darán una pista del nuevo equilibrio entre territorios, pero más significativa será la evolución del congreso de mayo y los nuevos órganos de dirección, en los que su antecesor también redujo los equilibrios territoriales a la mínima expresión.

Rueda deberá lidiar, además, con una compañía especialmente incómoda, la de José Manuel Baltar, al que intentó desbancar en su carrera hacia la presidencia del PP de Ourense en 2010 en un congreso provincial a cara de perro. El hijo del antiguo barón provincial, José Luis Baltar, se impuso al candidato oficial del partido, Juan Manuel Jiménez Morán, auspiciado por la sede regional cuando el actual vicepresidente de la Xunta ejercía la secretaría general. Baltar ha sido esta vez de los primeros en aceptar a Rueda como sucesor, pero con una tibieza que revela el delicadísimo equilibrio que preside la sucesión de Feijóo.

Alfonso Rueda ya es candidato para suceder a Alberto Núñez Feijóo en el PP de Galicia, además de su previsible relevo en la Xunta. El vicepresidente del Ejecutivo gallego, que será propuesto por su grupo parlamentario para tomar el mando en el Gobierno, sumará el relevo orgánico al institucional, probablemente como candidato único en el congreso que se celebrará los días 21 y 22 de mayo en Pontevedra, casi al mismo tiempo que el del PP de Madrid. Rueda ha hecho buena su prevalencia en el escalafón de la Xunta, pero sobre todo un pacto entre baronías provinciales que se va a poner a prueba con su mandato.

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