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Armadores, banqueros y exdeportistas: el clan de Sanxenxo recibe al emérito
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Juan Carlos I regresa a España

Armadores, banqueros y exdeportistas: el clan de Sanxenxo recibe al emérito

El grupo más cercano a don Juan Carlos está formado por figuras como Pedro Campos, presidente del club náutico de la localidad, o José Cusí, armador catalán. La vela y la gastronomía son dos de los ejes del clan

Foto: El rey Juan Carlos, a su llegada a España. (Gtres)
El rey Juan Carlos, a su llegada a España. (Gtres)
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Hace algunos años, la autoridad la ostentaba el clan de Pontevedra. Mariano Rajoy era presidente y las amistades de su círculo se hacían fuertes en puestos de la máxima responsabilidad: Ana Pastor, Francisco Millán Mon, José Benito Suárez Costa… Todos ellos PTV (pontevedreses de toda la vida). Los tiempos han cambiado y el poder lo ejercen otros, pero el clan que ahora abre los telediarios apenas se ha movido unos kilómetros. 22, para ser exactos. Los que separan el feudo del expresidente de la localidad de Sanxenxo, a la que ha llegado el Rey emérito en medio de la mayor expectación. A su alrededor se vuelven a reunir empresarios, armadores, banqueros y exdeportistas de élite, amigos de don Juan Carlos, que han hecho de la pequeña localidad turística gallega su capital particular.

En el centro de ese grupo están el emérito y, a su lado, Pedro Campos, uno de los regatistas españoles más laureados. Personaje clave en estos momentos, de alguna manera históricos, con el regreso del padre del Rey tras casi dos años de ausencia. Si Sanxenxo es el dónde, Campos es el quién. Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo y presidente del Real Club Náutico de la localidad gallega, él pone la que será la primera casa de Juan Carlos I en su vuelta, igual que fue la última en la que pernoctó antes de evaporarse en 2020. Su amistad viene de antiguo, pero fue en 2000 cuando dio un paso de gigante. Lo invitó a subir a su barco y se lo llevó a la isla de Ons, en pleno parque nacional, un viaje que emocionó al entonces Rey y del que nació su devoción por los percebes. La gastronomía, de hecho, es otro de los ejes del clan de Sanxenxo.

placeholder Pedro Campos, señala la embarcación que patronea. (EFE/Lavandeira Jr.)
Pedro Campos, señala la embarcación que patronea. (EFE/Lavandeira Jr.)

Restaurantes como Berto, en O Grove; Casa Román, en Pontevedra, o Marina Davila, en Vigo, junto con algún que otro 'txoko' gastronómico también vigués, eran antes de la partida del emérito puntos de encuentro habituales con su grupo de incondicionales de la vela. Entre ellos, uno que ocupa un papel tan destacado o más que el propio Campos, aunque en este viaje esté eclipsado por el anfitrión: José Cusí. El armador catalán es íntimo del emérito, al que conoció cuando era aún príncipe en una cacería organizada por Francisco Franco. Fue quien le presentó en los años ochenta a Campos, y pronto comenzarían a competir juntos como tres buenos amigos.

Foto: El Rey emérito en el 'Bribón', en una foto de archivo. (Carlos Álvarez/Getty Images)

La vela no es el único deporte que atrapó a Cusí, que también ha practicado natación, waterpolo, submarinismo y tiro, modalidad con la que participó en los Juegos Olímpicos de México en 1968. Adquirió y restauró el nuevo Bribón, barco que competirá en la regata de Sanxenxo y al que, si su estado físico se lo permite, se subirá don Juan Carlos como tripulante.

Otro miembro nato del clan de Sanxenxo es Mauricio Sánchez Bella Carswell. Piloto de aviación, arquitecto, empresario y, por supuesto, fanático de la vela. Él fraguó el regreso de Juan Carlos I a la competición en 2015 después de siete años de ausencia. Es el armador del Acacia, el yate con el que el Rey emérito regresó a las regatas aquel año y uno de los que amarran en Sanxenxo a la espera de tomar la salida en la competición.

Ese modelo de barco que facilitó el regreso a las regatas y ahora su vuelta a España está íntimamente ligado a Sánchez Bella Carswell, que adquirió y restauró un tipo de barco que había dejado de fabricarse desde hacía décadas. Era una embarcación estrecha, donde patrón y tripulantes navegan sentados y muy fijados a sus puestos, sin apenas espacio para caídas desagradables: ideal para que el padre de Felipe VI retomara la caña. Así nació la modalidad 6MR, la misma que ha servido de acicate para precipitar su regreso.

Foto: El saludo del emérito al llegar al domicilio de Pedro Campos. (EFE/Lavandeira Jr.)

La vinculación entre los propietarios de los barcos y el clan de Sanxenxo es absoluta. En la ría de Pontevedra competirá el Ian, un velero diseñado y construido por Gustaf Estlandern en 1929 y gemelo del Acacia. Tras ser rehabilitado, se rebautizó como Bribón y Juan Carlos I comenzó a capitanearlo. Su dueño es César Elízaga, experto en finanzas de la navegación a vela y pata negra del grupo. También se espera que durante la estancia en Galicia se sume el armador del Alibaba II, Peter Dubens, propietario de la fábrica de velas North Sails, considerada la mayor del mundo en su ámbito y de la que Pedro Campos fue su presidente para España.

placeholder El rey Juan Carlos saluda en Sanxenxo. Pinche aquí para ver las imágenes de su regreso.
El rey Juan Carlos saluda en Sanxenxo. Pinche aquí para ver las imágenes de su regreso.

El Caprice es otro de los barcos de la clase 6MR que competirán en Sanxenxo. Su armador es José Luis Angoso, director de Innovación y Alianzas de Indra. Y está el Aida, el barco de Juan Carlos Escotet, presidente de Banesco y vicepresidente de Abanca, y de Francisco Botas, consejero delegado de esta entidad. Cabe recordar que tanto Escotet como Cusí forman parte del grupo de 14 empresarios a los que Corinna Larsen investigó como supuestos 'hombres de paja' del emérito.

Foto: Juan Carlos I, junto al resto de la tripulación del Bribón, en 2009. (EFE/Ballesteros)

Otro empresario venezolano, José Álvarez, afincado en Londres, es el propietario del Erika, que será el primer 6MR liderado por una mujer, su hija Violeta. Tara Getty, los ingenieros José Luis Angoso e Íñigo Echenique y el propio Álvarez son otros miembros, quizás en segundo grado, del clan que ahora tiene la oportunidad de volver a reunirse en la ría de Pontevedra.

El punto de encuentro es Sanxenxo, considerada la capital del turismo de las Rías Baixas. Una localidad de apenas 17.000 habitantes que triplica en verano su población. Su alcalde es Telmo Martín, exdiputado nacional del PP y dueño de un emporio empresarial con un patrimonio que se cuenta por decenas de millones de euros. Martín se hizo famoso en la legislatura 2011-2015 al convertirse en el diputado más rico del Congreso, y todavía más cuando, tras perder el acta, reclamó un subsidio de 2.800 euros mensuales al alegar que no encontraba trabajo.

Martín, que forjó buena parte de su negocio con promociones inmobiliarias en el ayuntamiento del que ya era alcalde entre 1999 y 2006, se frota las manos con la visita del emérito y su impacto en el turismo. “Sanxenxo quiere a don Juan Carlos. Sus visitas aquí representan un antes y un después”, ha dicho.

Hace algunos años, la autoridad la ostentaba el clan de Pontevedra. Mariano Rajoy era presidente y las amistades de su círculo se hacían fuertes en puestos de la máxima responsabilidad: Ana Pastor, Francisco Millán Mon, José Benito Suárez Costa… Todos ellos PTV (pontevedreses de toda la vida). Los tiempos han cambiado y el poder lo ejercen otros, pero el clan que ahora abre los telediarios apenas se ha movido unos kilómetros. 22, para ser exactos. Los que separan el feudo del expresidente de la localidad de Sanxenxo, a la que ha llegado el Rey emérito en medio de la mayor expectación. A su alrededor se vuelven a reunir empresarios, armadores, banqueros y exdeportistas de élite, amigos de don Juan Carlos, que han hecho de la pequeña localidad turística gallega su capital particular.

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