Es noticia
La carambola que llevó a Ritz Carlton del lujo a construir barcos en Vigo
  1. España
  2. Galicia
toma el control de Hijos de J. Barreras

La carambola que llevó a Ritz Carlton del lujo a construir barcos en Vigo

La empresa de hoteles y resorts salva de la liquidación al astillero centenario Hijos de J. Barreras y finiquita el pacto Feijóo-Pemex de 2012

Foto: Vista del minicrucero inacabado de Ritz Carlton en el astillero de Barreras. (EFE)
Vista del minicrucero inacabado de Ritz Carlton en el astillero de Barreras. (EFE)

Los representantes de Ritz Carlton no se cansan de repetirlo: su vocación no es construir barcos. Lo suyo es el lujo. Básicamente, hoteles como el Ritz de París y el Carlton de Londres, que le dan nombre. Pero un día pretendió que el esplendor de sus resorts surcara los océanos, y la aventura salió mal. Tan mal que ha acabado donde menos se lo esperaba, en el nada glamuroso mundo de los astilleros, forjado a base de chapas de acero y obreros del metal. La cadena se ha hecho ya definitivamente con el control del histórico astillero Hijos de J. Barreras, en tiempos propiedad del Estado español, al que ha tenido que rescatar ante su incapacidad de sacar adelante su multimillonario pedido de un crucero de superlujo.

El pasado domingo, casi sobre la bocina del concurso de acreedores, Ritz Carlton presentó ante el juez un acuerdo que lo hace pasar de cliente a administrador. El convenio aísla al que la mayoría del capital social considera el principal culpable del desastre: el empresario vigués José García Costas (24,5% de las acciones), quien pergeñó junto al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el controvertido desembarco de Pemex en Barreras de 2012. Todos los socios excepto Costas se han puesto de acuerdo para ceder sus derechos a Cruise Yacht 1 Ltd, del Grupo Ritz Carlton y con sede en Malta. Eso significa que será este grupo el que dirija el astillero y se encargue de finalizar el pedido en marcha, el Evrima, además de afrontar otros “contratos viables” que no concreta.

Foto: Construcción de un buque en el astillero vigués de Barreras. (Hijos de J. Barreras)

El Evrima lleva meses parado en las gradas del astillero vigués. Y el tiempo apremia, porque Ritz Carlton no se puede permitir más retrasos en un yate que este 5 de febrero, coincidiendo con la Superbowl, debía haber realizado su viaje inaugural desde Miami. La Barreras presidida por Costas, ya destituido, fue incapaz de cumplir los plazos y el presupuesto, de 250 millones de euros. No solo eso. El armador sospecha que desvió al Evrima hasta 70 millones ingresados por pedidos en lista de espera, lo que ha provocado la caída de esos contratos y el eventual pago de indemnizaciones. En realidad, existía de antemano una paralización encubierta: una auditoría encargada por Ritz Carlton sorprendió en septiembre a los operarios durmiendo o ejerciendo actividades ajenas a sus obligaciones, como pescar o ver películas en el teléfono móvil.

La operación de Ritz Carlton para salvar los muebles de su inversión ha sido compleja. Encontró reticencias en Pemex, titular del 51%, que está de retirada desde el cambio de Gobierno en México, cuando el equipo de López Obrador descubrió el desastre de su inversión en Vigo. La poca fidelidad que le quedaba al expresidente de Barreras venía de su viejo socio Albacora (24,5%), pero el plan del 'holding' norteamericano era el único posible. En él se involucró también la banca, liderada por CaixaBank y con el respaldo del Cesce (agencia de crédito participada por el Estado español).

Foto: El coordinador de asesores de Pemex, Carlos Rúa; el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo (c), y el presidente de PMI, José Manuel Carrera, en el astillero vigués Barreras. (EFE)

El magistrado del Juzgado de lo Mercantil número 3 de Pontevedra, Sergio Burguillo Pozo, dio su conformidad esta semana a admitir a trámite la solicitud de homologación del acuerdo de refinanciación del astillero, lo que evitó una liquidación segura. La decisión judicial blinda el astillero ante cualquier petición de concurso necesario por parte de algún acreedor, al paralizar las ejecuciones singulares en trámite y las que puedan iniciarse. La sociedad controlada por Ritz Carlton asume el compromiso de compensar el sobrecoste del Evrima, aumentando su precio en 70 millones (320 millones, en total), en tanto que los acreedores aceptan un plazo de tres meses sin instar la liquidación para que se normalice la situación.

Una vez que se valide el acuerdo por parte del juzgado, se nombrarán de forma temporal nuevos equipos “externos y experimentados”, que tendrán el "desafío de garantizar la finalización del Evrima y sondear otros contratos", lo que equivale a garantizar cierta estabilidad a la gestión del astillero por el grupo hotelero. El CEO de Cruise Yacht 1 Limited, Douglas Prothero, calificó el proceso que ahora comienza de “viaje desafiante”. Pese a sus reticencias iniciales, la compañía ya había avanzado hace semanas su intención de tomar el control de Barreras mediante la cesión de derechos políticos por parte de Pemex y de Albacora.

Foto: Vista general del astillero Barreras en Vigo. (EFE)

El futuro de Barreras es un asunto de Estado en México, donde el propio Andrés Manuel López Obrador ha cuestionado la inversión de 5,1 millones de euros que en 2012 convirtió a la estatal Pemex en máxima accionista del astillero. Fue una operación negociada por Feijóo con Felipe Calderón y concretada con Enrique Peña Nieto, y que nunca supuso el control de la compañía, que se delegó en García Costas. Los contratos para construir dos floteles —buques de apoyo para trabajadores de explotaciones petrolíferas—, firmados a la par que el desembarco en el accionariado, resultaron ruinosos para los mexicanos, que pagaron en torno a 150 millones de euros para cada uno.

El máximo responsable de Pemex advirtió de que no se irán del astillero sin recuperar lo invertido y se mostró dispuesto a llevar Barreras a la liquidación

El actual director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, acusó la semana pasada a su antecesor, Emilio Lozoya Austin, actualmente prófugo de la Justicia, de comprar un astillero “en proceso de quiebra y que actualmente registra pérdidas por 50 millones de euros”, una transacción que registró tantas irregularidades que la petrolera presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR) por el posible delito de administración fraudulenta. A la espera de que se resuelva esa acción judicial, Lozoya, uno de los ejecutivos que negociaron con Feijóo aquella operación, ha visto ratificada esta misma semana por la Justicia mexicana una condena de inhabilitación por 10 años para desempeñar cargos públicos por otro caso de corrupción.

Los términos del acuerdo de Ritz Carlton con Pemex no han trascendido, pero Romero Oropeza reveló a la prensa entre risas la oferta de compra de sus acciones por un euro. El máximo responsable de la petrolera advirtió de que no se irán del astillero vigués sin recuperar lo invertido y se mostró dispuesto a llevar Barreras a la liquidación. Fue solo unos días antes de un acuerdo que salva del desastre a una empresa centenaria, pero que no resuelve su futuro mucho más allá del Evrima.

Los representantes de Ritz Carlton no se cansan de repetirlo: su vocación no es construir barcos. Lo suyo es el lujo. Básicamente, hoteles como el Ritz de París y el Carlton de Londres, que le dan nombre. Pero un día pretendió que el esplendor de sus resorts surcara los océanos, y la aventura salió mal. Tan mal que ha acabado donde menos se lo esperaba, en el nada glamuroso mundo de los astilleros, forjado a base de chapas de acero y obreros del metal. La cadena se ha hecho ya definitivamente con el control del histórico astillero Hijos de J. Barreras, en tiempos propiedad del Estado español, al que ha tenido que rescatar ante su incapacidad de sacar adelante su multimillonario pedido de un crucero de superlujo.

Pemex
El redactor recomienda